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Penquistas recuerdan el otro terremoto de 1960

Sismo del 21 de mayo fue la antesala del mayor sismo ocurrido en Chile y el mundo, el 9.5 de Valdivia.
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Manuel Muñoz González

Hace 60 años, la tierra descargó su fuerza en Valdivia, Chiloé y otras zonas del sur del país, con el mayor terremoto del que se tenga registro en la historia moderna. Un movimiento 9,5 de magnitud de momento, que dejó ruinas y miles de fallecidos.

Un movimiento que se sintió también en Concepción. Sin embargo, la urbe penquista ya se había movido con fuerza un día antes, en la jornada de las Glorias Navales, con el terremoto 7,7 que azotó esa área en plena madrugada.

Sergio Briones recuerda ese día como si fuera hoy. "En ese tiempo yo estaba en la Escuela Internado Valentín Letelier, donde hoy se ubica la USS (Universidad San Sebastián), tenía 12 o 13 años, fue una conmoción terrible, estábamos confinados en unos dormitorios grandes, y las murallas se caían, varios de mis compañeros quedaron heridos, nos pilló durmiendo, porque fue a las 6 de la mañana. Las murallas se desprendían y las veíamos como caían. Fue un trauma grande", repasa el hombre de 71 años, hoy presidente del Gremio de Lustrabotas de Concepción.

"A las horas después me dieron permiso para que me fuera donde mi madre, y pude ver como estaba destruido todo. En la noche nos íbamos a dormir arriba de un camión en calle Los Carrera, cuando era de una sola vía y de adoquines, ahí nos pilló el terremoto el día domingo, porque la casa se había mandado todo abajo", evoca.

Y pese a que el movimiento del 21 de mayo fue más destructivo en el Biobío, para Sergio, el movimiento del 22 de mayo lo marcó mucho más. "El sismo del domingo fue el que más me impactó, porque fue en la tarde, yo lo sentí peor, el del día anterior estábamos durmiendo, el del domingo estábamos conscientes y nos dimos cuenta de todo", revela.

Antes y después

El fuerte sismo que antecedió al terremoto de Valdivia y que tuvo como epicentro Traiguén, hoy Región de La Araucanía, dejó como saldo la destrucción de varios edificios, casas y parte de la ciudad.

"Acabó con varios edificios que quedaban todavía de los inicios del siglo XX, acabó con el teatro de la ciudad, con el edificio de la Municipalidad (de Concepción), con la Iglesia San Ignacio en Los Carrera con Salas, acabó también con el antiguo Liceo de Hombres, y un edificio de la Escuela de Periodismo (de la Universidad de Concepción, UdeC), donde estaba Servicio Social, Economía y Administración en calle O'Higgins, frente a la actual (gimnasio) YMCA. También destruyó el puente carretero que dejó aislada la ciudad", menciona Boris Márquez, historiador y director de la Biblioteca Municipal de Concepción, apuntando que, pese a la destrucción, la mortandad no fue tan grande.

"Murieron pocas personas, se estima que no superaron las 200 personas, y porque en los sismos siguientes que terminaron de rematar aquellas construcciones que quedaron débiles, la gente ya se había ido a refugiar a la plaza o al Parque Ecuador", explica.

Márquez agrega que, de cierta forma, el terremoto de 1960 pilló "bien parada" a la ciudad, pues desde la ocurrencia del sismo de Chillán de 1939, se había producido una mejora en materia constructiva.

"Fue un terremoto que pilló a la ciudad mejor preparada desde lo constructivo, desde las telecomunicaciones, la reconstrucción fue rápida, tanto así que dos años después se termina y se inaugura el Estadio Municipal que lleva el nombre de la alcaldesa Ester Roa, una alcaldesa muy preocupada de los sectores más pobres, que dejó muy alto el nombre de la política y burocracia municipal", resalta el historiador.

Y añade que, tras el terremoto, "arquitectónicamente se implementa la arquitectura moderna, se va acabando el neoclásico, se comienza a plasmar lo que hoy se conoce como estilo de construcciones, con el liceo de hombres, con la nueva municipalidad y algunos edificios centrales".

"El terremoto de 1960 pilló a la ciudad mejor preparada, tras lo ocurrido en el sismo de 1939 (de Chillán)".

Boris Márquez,, historiador.

6 horas y seis minutos del 21 de mayo de 1960 se desató el sismo 7,7 de magnitud.

columna

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Bendito nuestro patrimonio

No está saliendo fácil teletrabajar, mantener el espíritu en alto, acompañar (como profesores y también como apoderados) a los estudiantes en sus aprendizajes a distancia, cuidarnos del contagio, escuchar y ver ese tumulto de información que impacienta, mantener la casa en orden y -para muchos- constatar cómo los sueldos se reducen o, simplemente -vía la cesantía- desaparecen. Los tiempos están recios -al decir de Teresa de Ávila- y en ellos debemos desarrollar nuestras existencias, y con la mayor creatividad posible.

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Magdalena Piñera Echenique,, directora Fundación Futuro

"Los días 29, 30 y 31 de mayo celebraremos online el Día del Patrimonio. Visite -desde su casa- los múltiples sitios de patrimonio natural, cultural (incluido www.fundacionfuturo.cl) y también de Tesoros Humanos Vivos".