Denuncian desórdenes y daños en cementerio
Afirman que camposanto dalcahuino es escenario frecuente de consumo de drogas y alcohol.
Según deudos y el propio párroco de la Parroquia Nuestra Señora de los Dolores de Dalcahue, de la cual depende el cementerio local de esta ciudad, el camposanto se ha convertido en lugar frecuente de consumo de alcohol y drogas, además de robos y atentados a las tumbas del lugar.
Según señala el sacerdote Pedro Barría, "hemos denunciado todas las veces, hemos denunciado a Carabineros, pedimos aportes a la comunidad, pero no quieren cooperar y esto es cosa de todos los días", refiriéndose a la presencia de jóvenes, que no precisamente van a visitar a personas enterradas en el céntrico recinto.
"Es cosa que usted se pare acá a ver y a cada rato entran y salen cabros", acusa el cura, añadiendo que "nosotros no podemos cerrar el cementerio y hemos pedido ayuda a la comunidad y no hay, lo que pasa es que la gente reclama cuando les roban sus cosas, pero cuando se les pide ayuda para ordenar no aportan y para esto se necesita recursos, porque si se quiere tener un guardia hay que pagarle y nosotros no tenemos esa capacidad".
De acuerdo a Barría, si bien el recinto es privado, dependiendo del Obispado de Ancud, "prestamos un servicio a la comunidad, no nos lucramos con esto", recalcando que "estos son cabros jóvenes que se drogan ahí", sobre los autores de los desmanes.
afectada
Una de las afectadas más recientes es Andrea Merino, quien tiene sepultado a su hijo de 17 años, el que falleció en diciembre último. "Ahí van los jóvenes a tomar y un día fui a ver a mi hijo y estaban los vidrios rotos y faltaban cosas que él tenía", denuncia.
"Le rompieron fotos de cerámica con piedras, le sacaron autitos de colección, hasta una bebida que a él le gustaba; cosas simbólicas que a él le gustaban", agrega la dalcahuina. "Yo supe después que el cabro (responsable) andaba vendiendo las cosas de mi hijo", reclama.
De hecho, en redes sociales circuló durante unos días un video precisamente con este ataque. En él se apreciaba a un joven de unos 20 años realizando destrozos y luego marchándose en compañía de dos jovencitas.
La mujer cuenta que expuso el hecho a la autoridad, añadiendo que no ha tenido respuesta positiva, aun cuando varias personas se han sumado a su reclamo cuando hizo público el hecho en redes sociales. En ellas se dio cuenta que no era la única damnificada con los desmanes a las tumbas de sus deudos.
"Al cementerio va mucha gente a tomar, a drogarse y nadie hace nada, no hay respeto a nada y a nosotros nos da rabia, pero también miedo que esto siga ocurriendo y que puedan pasar otros hechos peores", sumó sobre el camposanto que también presenta en los últimos años otro problema: su inminente colapso por falta de capacidad.
$300 es el avalúo de la marihuana y cocaína decomisadas.