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40 años de historia se van con el cierre del "Talcahuano"

Tradicional supermercado de Castro dejó de funcionar ayer, en medio de la pandemia por el coronavirus.
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Pedro Bárcena González

El peso de la pandemia por el Covid-19 se convirtió en el zarpazo final para terminar con 40 años de historia. Ayer fue el último día de atención del tradicional supermercado Talcahuano de la capital chilota. La salud de su dueño y el impacto de la contingencia sanitaria llevaron al cierre de sus cortinas.

Con la emoción de sus 25 trabajadores, como de sus clientes más antiguos que no dudaron en abrazarlos o pedirles una foto, se vivió la jornada final de este recinto emplazado en calle San Martín, en pleno corazón comercial de la ciudad.

Estantes y góndolas semivacios, como un escaso movimiento de compradores, marcaron este desenlace que ya hace semanas se había decidido. Así lo confirmó su propietario y administrador, Manuel Oyarzo Cárdenas, quien con nostalgia recordó la trayectoria del negocio y sus días finales.

"Por la edad que tengo (71 años) tomé esta decisión. Iniciamos esto hace 40 años y consideramos que con este tiempo la misión está cumplida. Pensábamos remodelar el local, comprar nuevas máquinas y darle otro plus, pero al analizar nuestra edad decidimos bajar la cortina definitivamente", acotó el empresario.

Asimismo, el achaíno reconoció que "en los tiempos buenos", aquellos en los que no estaba la sombra de la crisis por el Covid-19, más de 30 empleos directos generaba este negocio. Sin embargo, con la pandemia el número bajo a 25, muchos de los cuales estuvieron por décadas en el establecimiento.

Opciones

Como explicó la fuente, existían dos posibilidades para enfrentar este duro momento laboral. "Una era acogernos a la Ley de Protección al Empleo y otra era finiquitar a los trabajadores. Al final decidimos lo segundo. No se le va a quedar debiendo a nadie", recalcó.

Además, el emprendedor reconoció que se evaluó dejar la administración a uno de sus hijos -trabajaba con dos en el local-, pero el peso y desgaste de la labor realizada en todo este tiempo lo llevaron a su actual resolución, más con el interés en otros rubros de sus familiares.

El futuro del inmueble tampoco va por la venta, sino que será reacondicionado.

Oyarzo recalcó que siente "nostalgia" por todo el legado que dejó el "Talcahuano", en especial por sus clientes más acérrimos, aquellos que desde el campo y las islas llegaban a realizar sus "pedidos".

"Recordamos los inicios y todos estos años, con clientes de muchas partes. Esperamos que ellos nos entiendan, porque los años pasan la cuenta y estas son etapas que van pasando", sostuvo el isleño.

Igualmente, el comerciante resaltó que la crisis sanitaria fue un golpe ineludible. "Desde que apareció la pandemia bajamos las ventas en más de un 30 por ciento y veníamos trabajando al límite, costaba mantenerse... aunque si hubiésemos sido jóvenes nos la habíamos arreglado", consignó.

Más allá del impacto laboral que significa terminar con un contrato, los trabajadores de este supermercado estaban tranquilos. Ya habían asimilado el golpe y en conjunto con la administración vieron la mejor forma de término.

Uno de los empleados que más tiempo estuvo en el recinto, siempre a cargo de la rotisería, fue José Cárdenas, quien por 29 años trabajó en el lugar. Toda una vida que le permitió forjar una familia y crear lazos cercanos con sus compañeros.

"Tenemos sentimientos encontrados... cuando empezamos este local se hacía chico para los clientes que entraban, incluso había que cerrar para que la gente comprara tranquila y luego saliera. Con los años esto cambió, ya se abrieron otros negocios y quedaron los clientes más fieles, la gente del campo, las islas, del sector alto de la ciudad. Las ventas comenzaron a bajar", recordó el chilote.

Asimismo, la fuente reconoció que el nuevo coronavirus y las restricciones sanitarias marcaron su peso. "Fue la gota que rebalsó el vaso", acotó, sumando que la edad de su empleador tambien influyó en este cierre.

Despedida

Desde que tenía 25 años, José se mantuvo en su puesto: "Uno hace amistades, conoce mucha gente, algo que se va extrañar". Sin embargo, este final se conversó en familia y tras el aviso hace un mes, se fue asimilando. Una despedida en que no pudo obviar el agradecimiento a su jefe, señalando entre sollozos "que crié a mis hijos y les di estudios gracias a este trabajo".

Por su parte, la cajera Mirta Bahamonde, también recordó su paso por este negocio. Fueron más de 10 años atendiendo a chilotes y visitantes.

"Cuesta todo este final, este ha sido mi único lugar de trabajo. Sin embargo, ya se conversó y lo fuimos asumiendo con los días", relató brevemente, ya que los clientes no podían esperar.

Justamente, una reconocida compradora del recinto, Doris Fernández, no ocultó su tristeza con el cierre del supermercado. Incluso, tomó fotos para el recuerdo de los trabajadores, a quienes indicó "extrañará".

"Tengo ganas de llorar. 27 años comprando aquí, es una atención que en ninguna parte encontraré. Les deseo lo mejor del mundo a los trabajadores", expresó la vecina, quien se sumó a la despedida del "Talcahuano", un negocio más que cae en tiempo de pandemia.