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"Hemos tenido operarios hablando cuatro o cinco horas con algunos adultos mayores"

Senama intenta proveer conectividad a este grupo, que "físicamente está aislado de la sociedad con más intensidad".
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Mauricio Ávila C. - Medios Regionales

Nada peor que la muerte. Especialmente en estos tiempos en que el rito de la despedida debe hacerse con distancia, sin compañía, masticando la pena sin abrazos. Y un poco antes de la oscuridad plena, probablemente esté la soledad, la angustia de no poder hablar con nadie, de sentir que uno no importa. No son pocos los adultos mayores en Chile que se sienten así. Abandonados. Solos.

El Servicio Nacional del Adulto Mayor, Senama, sin sospechar lo que iba a pasar, promocionó su Fonoamigo (800 4000 35) durante la crisis sanitaria, y los llamados se dispararon de 10 diarios, a 300. "Llevamos un registro de las interacciones, y hemos tenido operarios hablando cuatro o cinco horas con algunos adultos mayores", cuenta Octavio Vergara Andueza, director de este servicio. "Es tremendo eso, hay muchos que llaman por compañía. Hemos reconvertido a varios profesionales de nuestro servicio para que efectivamente puedan estar contestando teléfonos, simplemente conversando. Claro, también piden información sobre beneficios, por sus remedios, pero muchos solo quieren conversar", dice Vergara.

-¿Qué seguimiento le hacen a estos casos?

-Hemos recibido alrededor de 14 mil 400 casos... Era un fono que era muy reducido, pasó de recibir de 10 llamadas al día a 300. Para eso tuvimos que reforzar todos los equipos de trabajo. Había dos personas contestando inicialmente, hoy son más de 40. Hemos hecho alianzas con distintas instituciones, con fundaciones que nos han permitido no solo acompañar y conversar, sino además dar contención sicológica. Por ejemplo, la Fundación Míranos, que a través de sicólogos nos permite hacer un acompañamiento cuando es necesario, cuando los casos son más graves. También estamos trabajando con la Fundación Amamos, a la cual también le derivamos casos de acompañamiento y seguimiento. Además, tenemos vinculación con los municipios, porque muchas veces las necesidades son de medicamentos, de entrega de alimentos, entonces son diversas las llamadas que recibimos.

-¿Y qué se puede hacer para hacerlos sentir más acompañados?

-Esta pandemia nos ha golpeado y ha modificado la rutina de todos con mucha fuerza. Y a las personas mayores especialmente. Por lo general son los que más participan en actividades con otros. Se han completado ya tres meses suspendidas todo tipo de actividades, para clubes de adultos mayores, los centros de día, todo esto se suspendió a nivel país. Y eso es algo no menor para el adulto mayor, porque un tercio de ellos de alguna forma participa en algunos de estos tipos de organizaciones. Hay un primer elemento ahí. Las personas mayores están aisladas físicamente de la sociedad con mayor intensidad que las demás personas. Entonces, estamos tratando de lograr una mayor conectividad ocupando la tecnología. Hemos tomado hartas medidas en esa línea, hacerles sentir que esto es una situación que nos impide estar físicamente conectados pero que socialmente. Tenemos que seguir más conectados que nunca. Ahí hay un desafío.

-Pero deben seguir encerrados.

-Es que lo otro tiene que ver con la salud. Hoy no son el porcentaje de mayor contagio, pero sí el de mayor muerte. No sólo en Chile, sino en todo el mundo. Esto va generando en ellos sensaciones de incertidumbre, de ansiedad, de estrés, de angustia… Están aislados socialmente sabiendo estas cifras, sabiendo estos datos, viendo por la tevé lo grave que puede ser. Eso les va a generando susto, temores y eso lo hemos ido percibiendo.

-¿Qué más han descubierto?

-Temas como maltrato, abuso, que se han ido gatillando con fuerza en este tiempo. Las denuncias han aumentado casi en un 350%. Incluyendo nuevas formas de maltrato, como es el abandono. Ahí hay todo un contenido que ha sido producto de la pandemia. Por otro lado, hay un gran desafío no solo con las personas que están en sus casas, sino también los que residen en hogares de adultos mayores. Es otro frente muy duro, porque ha golpeado con mucha fuerza a estos grupos. Si uno revisa las cifras internacionales, donde más muertes ha habido, por lejos, es en hogares de adultos mayores. Tenemos los casos dramáticos como el de Canadá, donde el 82% del total de fallecidos por coronavirus, de todas las edades, han sido adultos mayores que viven en hogares para ellos.

-Acá parece que el impacto no fue tan notorio en los hogares.

-Tenemos cifras bastante más bajas. Inferiores al 14 o 15% del total de fallecidos en hogares de adulto mayor. Y esto se debe a la estrategia que se ha implementado en conjunto con los operadores de estos lugares, con el Ministerio de Salud, municipios, con todos los servicios de salud a nivel país, mundo privado, la Asociación Chilena de Seguridad, la CPC que donó recursos para eso…

-Pero, ¿qué pasa con todos los hogares clandestinos? Ahí ustedes, por razones obvias, no tienen cómo controlar ni ayudar.

-Han aparecido casos de hogares informales y como servicio nos hemos hecho parte en esos casos. Acompañamos cada uno de los contagios que aparecen en algún hogar en Chile. ¿Qué significa acompañar? Primero, prestar asesoría técnica, instalarnos en el hogar junto con los profesionales que trabajan en ese centro, ver cuáles son las condiciones de aislamiento para ver cómo se puede hacer un correcto manejo de las personas contagiadas para poder derivar cuando ha sido necesario. Incluso, en los hogares informales nosotros hemos generado derivaciones a residencias espejo. Por ejemplo, en Puente Alto, donde en un hogar fueron derivadas todas las personas a una residencia espejo transitoria que implementamos junto al municipio.

-Por muy clandestinos que sean, no es llegar y cerrarlos. Hay personas ahí que hay que proteger.

-La solución pasa primero por evitar que siga el virus extendiéndose al interior de ese centro y recuperar la salud de las personas que están ahí. Luego, implementamos en forma innovadora en el país estas residencias espejo que son distintas a las residencias sanitarias. Esto, porque el perfil de los adultos mayores en hogares es Chile es distinto al de Japón, por ejemplo. El que está en hogar tiene una dependencia en muchos casos severa. Tenemos disponibles 1.400 camas en Chile y hemos usado unas 250 hasta ahora.

-Todas estas medidas han aislado a los adultos mayores en los hogares. No pueden recibir visitas, que son lo que más esperan.

-Hemos aplicado la misma lógica que hemos tratado de implementar con las personas que están en sus casas que esto no signifique un aislamiento social. A través del uso de la tecnología hemos intentado esa conectividad, entregando equipos celulares para permitir esa conexión, especialmente a los centros sin fines de lucro. Estamos viendo cómo reforzamos, tenemos la necesidad de avanzar con más fuerza con el acompañamiento en el domicilio, cómo ocupamos la tecnología para eso, se hace más necesario que nunca la alfabetización digital, la conectividad digital, cómo reforzamos y vamos instalando mayor capacidad en los hogares de adultos mayores.

"Las denuncias han aumentado casi en un 350%. Incluyendo nuevas formas de maltrato, como es el abandono. Ahí hay todo un contenido que ha sido producto de la pandemia"

"Están aislados socialmente sabiendo estas cifras, viendo por la tevé lo grave que puede ser. Eso les va a generando susto, temores y lo hemos ido percibiendo".

"Tenemos cifras inferiores al 14 o 15% del total de fallecidos en hogares de adulto mayor".