Acusan a vecina por daños ante bullada demolición de vivienda
Pobladora llegó ayer a la Bicrim para ratificar denuncia por caso en Quemchi.
En lo que constituye una nueva disputa legal por una propiedad entre dos familias de Quemchi, durante la jornada de ayer Marita Mansilla Cárdenas (62) ratificó una denuncia por daños y hurto contra una vecina, a quien acusa de demoler su vivienda de más de 38 años. Un accionar que la contraparte desconoce en el fondo, al argumentar que tiene toda la documentación de dominio del lugar.
La polémica tuvo su génesis jurídica el 22 de julio del 2019, cuando la denunciante dio cuenta de un primer episodio de destrucción -5 vidrios y remoción de tierra- en el inmueble emplazado en calle Francisco Coloane. Por este hecho emanó una querella que aún se mantiene vigente, ya que el 20 de agosto próximo se realizará un procedimiento simplificado por daños.
Aparte de esta causa y en una situación que causó revuelo en la comuna isleña, esta casa fue derrumbada con maquinaria pesada el 25 de junio pasado, lo que llevó este litigio a límites mayores.
Tal como explicó Mansilla, conocidos la llamaron esa jornada dando cuenta del abrupto final del que fue su hogar por décadas y que había dejado hace un año, sindicando problemas con la misma pobladora como causal.
"La vecina me echó abajo mi casa con una retro (excavadora) sin avisarme, sin tener permiso municipal. Yo tengo todos los papeles. Tenía mis cosas adentro, dejé mi casa cerrada. Nunca tuve comunicación con ella, no se puede creer que estén botando una casa de otra persona", recalcó la isleña.
Después de no tener mayor respuesta de Carabineros, la pobladora y su familia decidieron ayer poner a disposición de la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) de Ancud los antecedentes del caso.
Video
Todo este movimiento fue grabado por la hija de la denunciante, Fabiola Zúñiga, quien no ocultó su desconcierto con lo vivido.
"Mi mamá tenía sus cosas, muy poco había sacado... estaban sus sillones, cama, estufa. También yo tenía cosas ahí, no sé qué pasó con ellas. Fue todo un caos lo que pasó ahí", sostuvo la familiar, señalando que existe otro inmueble en el terreno, del cual teme un desenlace similar.
Por su parte, el abogado de la quemchina, Claudio Mendoza, dijo que se configurarían a lo menos dos ilícitos por este accionar.
"Creemos que está el delito de daños contra la propiedad y además estaría claro el hurto de las personas que ahí estarían involucradas. Hay fotos, videos que dan cuenta lo que ocurría y se puede individualizar a los responsables", explicó el jurista.
Dentro de los documentos adjuntos en la denuncia, el profesional sumó uno entregado por la Dirección de Obras del municipio de Quemchi. "El certificado 26 con fecha 1 de julio informa que no se ha solicitado ni menos autorizado permiso de demolición como lo estipula la Ley General de Urbanismo y Construcciones", expuso.
Asimismo, reconoce que tienen numerosos antecedentes que sustentarían su postura, añadiendo que la denunciada "está formalizada por hechos anteriores y mantiene la misma postura temeraria y sorprendente de continuar en una actitud contraria a derecho".
Igualmente, el abogado manifestó que la imputada habría comprado la vivienda en la que actualmente habita "a una sucesión y que tiene sus deslindes. La señora Juana Moraga estaba en pleno conocimiento que su propiedad colindaba con la de mi clienta y que estaba habitada. Además, nunca aceptó ni ha ejercido acción reinvidicatoria que es base para discutir el dominio de un inmueble".
Respuesta
Por su parte, respaldando el accionar realizado por su madre, en base a documentación que mantienen en su poder como familia, Romina Miranda, salió al paso de las acusaciones adelantando que también se preparan acciones legales.
"Tenemos dominio vigente, escritura de compra y venta, todo es legal, no hay nada que mi mamá se quiera robar. Ella hizo la compra con todo los plantado y edificado, está textualmente estipulado en la escritura. El 30 de junio sacó nuevamente el dominio vigente y está tal cual, incluyendo esta casa que estaba al lado", dijo.
Junto con aclarar que el despliegue realizado "una no lo realiza por ser violenta, sino por tener algo de fondo", la fuente destacó que la decisión de demoler el inmueble fue "porque se prestaba para que la gente se vaya a drogar, a tomar. Mi mamá no podía dormir y hasta hacían fogatas adentro".
De esta forma y con otra denuncia de por medio surgirá una nueva instancia judicial para dirimir un litigio de propiedad; una problemática usual en la provincia.
38 años había vivido en dicho inmueble la pobladora que busca justicia.