Natividad Espinoza R. - Medios Regionales

Una nueva investigación del Tongji Medical College y la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong (Wuhan, China) reveló una correlación entre los niveles de azúcar en la sangre y el riesgo de muerte en los pacientes con covid-19.

Según el estudio, un nivel de azúcar elevado en la sangre -sin un diagnóstico de diabetes previo- se asocia con más del doble de riesgo de muerte en comparación al que presentan contagiados que no cumplen con esa condición.

Durante el sondeo, los profesionales analizaron a 605 pacientes con coronavirus, de los cuales el 29% presentaron altos niveles de azúcar en la sangre (hiperglucemia) que en ciertos casos podrían deberse a una diabetes no diagnosticada, mientras un 17% de la muestra resultó ser prediabética.

Tras 28 días de haber sido diagnosticado con coronavirus, se monitoreó la salud de cada paciente. Así, los responsables del estudio supieron del fallecimiento de 114 de los analizados, encontrando que estos fueron en gran parte pacientes que habían arrojado hiperglucemia al ser examinados tras su diagnóstico. Concretamente, determinaron que los contagiados con altos niveles de azúcar en la sangre tenían 2,3 veces más probabilidades de morir.

Nuestro país

Por otra parte, un estudio en el que participó el nutricionista y académico de la Universidad San Sebastián, Samuel Durán, reveló que durante la cuarentena un 37,5% de los chilenos ha incrementado el consumo de alimentos, siendo sus favoritos los dulces y ricos en grasas, en especial chocolates, pastelería casera y bebidas artificiales azucaradas.

Frente a esto, Durán sugirió hacer preparaciones dulces en cantidades justas que alcancen solo para la ocasión. De ese modo se reduce la tentación de seguir comiendo.

"Es importante adherir a estos cuidados, porque así se previene el aumento de enfermedades crónicas no trasmisibles, un escenario muy posible cuando esto termine. Por ejemplo, si alguien partió la cuarentena con una resistencia a la insulina y no se cuidó en este período, lo más probable es que termine con diabetes", añadió.

Tras analizar los niveles de anticuerpos de más de 90 pacientes con covid-19, solo un 16,7% mantuvo niveles altos de anticuerpos en su organismo después de tres meses, lo que hizo presumir y alertó a la comunidad científica sobre la inmunidad que tendrían los contagiados y su permanencia en el tiempo.

El informe, realizado por científicos del King's College de Londres, detectó además que el 60% de los pacientes dio una respuesta "potente" en las primeras semanas después de la infección, sin embargo, esto caía precipitosamente con el pasar de las semanas, llegando incluso a que un sector de ellos ni siquiera tenían anticuerpos detectables en la sangre.

El informe, publicado en el sitio Medrxiv, sugiere que se debería dar por descontada la inmunidad del virus, tal como ocurre con una gripe común, es decir, puede dar en reiteradas ocasiones y con diferentes intensidades.

La información recabada, además, tendrá especial importancia en la fabricación de una inmunización del virus, pues "si a la infección se responde con niveles de anticuerpos que disminuyen en dos o tres meses, la vacuna hará potencialmente lo mismo (...), una sola inyección no será quizás suficiente", explicó a su vez la bioquímica Katie Doores, principal autora del estudio, al diario británico The Guardian.

En las tomateras se ven indicios de señales eléctricas que viajan de una planta a otra. Este fenómeno llamó la atención de los investigadores Yuri Shtessel (Universidad de Alabama) y el Alexander Volkov (Universidad de Oakwood), quienes quisieron determinar si existía comunicación entre las plantas o si lo que se veía era solamente ruido.

Para esto, hicieron experimentos aislando a las tomateras, dejando espacios aéreos entre ellas. Así, comprobaron que por muy cerca que estuvieran las raíces la "comunicación" era casi nula comparada con lo que se daba en tomateras que crecían en un mismo suelo.

Es decir, los expertos de Estados Unidos mostraron que el suelo es lo que permite conducir las señales eléctricas y que estas se comportan como una red de comunicación.

Estados Unidos, China y Emiratos Árabes Unidos enviarán naves no tripuladas al planeta rojo en rápida sucesión a partir de esta semana, en el esfuerzo más grande hasta la fecha por buscar indicios de antigua vida microscópica en Marte y explorar el lugar para futuros astronautas.

El país norteamericano despachará un vehículo de seis ruedas del tamaño de un auto, llamado Perseverance, para reunir muestras de rocas que serán enviadas de vuelta a la Tierra para su análisis dentro de una década.

La nave de EAU se llama Amal y tenía previsto despegar ayer desde Japón, postergándose para hoy. El siguiente país será China, que enviará un vehículo y una sonda orbital en torno al 23 de julio.