Isleño muere en garita del radio céntrico de Dalcahue
Pese a las maniobras de reanimación realizadas, el conocido vecino perdió la vida en la calle. Descartaron intervención de terceros en el deceso.
Otro hallazgo mortal con circunstancias que no eran constitutivas de delito se registró durante la mañana de ayer en Dalcahue. Sin embargo, a diferencia de lo sucedido el miércoles en calle Caguach de Castro, con la muerte de una vecina que permaneció más de 12 horas en el lugar, esta vez el procedimiento operó con mayor celeridad, al igual que el levantamiento del cadáver.
Se trató del deceso de Ciro Arcadio Barría Ojeda (39), un conocido poblador que se encontraba en situación de calle y que fue detectado en un paradero de la locomoción colectiva emplazado en calle Lautaro con Ramón Freire. Permanecía en el suelo con un golpe evidente en la cabeza.
Hasta el sitio del suceso se constituyó personal de la Tenencia de Carabineros y efectivos del Cuerpo de Bomberos dalcahuinos que comenzaron a prestar los primeros auxilios a la víctima, que se mantenía sin signos vitales aparentes.
Posteriormente, las maniobras en el lugar fueron realizadas por un equipo de reanimación del Servicio de Atención Médica de Urgencia (SAMU) que llegó desde la capital chilota. Sin embargo, el oriundo de Castro no logró salir del paro cardiorrespiratorio.
Maniobras
Como indicó el jefe de este organismo en Chiloé, Gonzalo Baeza, fueron contactados por un paciente que permanecía en la vía pública, ya que no existía disponibilidad de ambulancia local.
"Al llegar la persona estaba en maniobras de reanimación por bomberos y carabineros. Continuamos nosotros pero el paciente nunca regresó a circulación espontánea, no volvió a funcionar su corazón", apuntó el kinesiólogo, añadiendo que Carabineros continuó con el dispositivo por el deceso.
Igualmente, el profesional detalló que en la intervención del SAMU "dejamos el registro que el paciente se buscó reanimar, pero que quedó fallecido en el lugar".
De esta forma, los funcionarios policiales siguieron con el operativo, fijando el sitio del suceso, cortando la calle y tapando la garita.
Según lo informado por el teniente Víctor Osses, jefe de la unidad local, alrededor de las 11 horas se constató el fallecimiento del isleño.
"La principal hipótesis que se maneja es que esta persona se cayó y golpeó en la cabeza. Se verificó con la revisión de cámaras de seguridad en el sector y siempre permaneció en solitario en el lugar, sólo en compañía de unos perros", explicó el oficial.
Con la abogada asistente de la Fiscalía de Castro, Pamela Saldivia, se tomó contacto por parte de los carabineros, quienes dieron cuenta que no existían rasgos de violencia externa, tanto en el cadáver como en el lugar.
No hay delito
Así fue ratificado desde el ente persecutor, donde se señaló que por no existir evidencia de intervención de terceros o de un suicidio, procedía la certificación médica de la muerte para la entrega del cuerpo a la familia. Al no existir sospecha de delito se actuaba de esta forma, el mismo escenario que se vio en el sector alto de Castro con el caso de Julia Teca.
En el Cesfam de Dalcahue se solicitó la certificación, como sostuvo el teniente Osses, añadiendo que "se tomó contacto con la esposa de la víctima, quien fue la encargada de realizar estas diligencias. Ella fue quien respondió". Agregó que la funeraria levantó el cuerpo del lugar, lo cual se materializó en menos de dos horas desde que se constató el deceso de Barría Ojeda.