Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Deportes
  • Servicios
  • Clasificados
  • Estrellas
[tendencias]

Alertan sobre el riesgo oculto de los niños contagiados con covid

De diferentes edades, los menores tienen altos niveles de virus en su cuerpo sobre todo los dos primeros días de contagio.
E-mail Compartir

CI / EFE - Medios Regionales

Un estudio realizado en dos hospitales de Massachusetts, Estados Unidos, indicó que los niños pueden ser "portadores ocultos" del nuevo coronavirus y desempeñar un papel mayor de lo pensado en la propagación del covid-19, según un artículo que publicó esta semana la revista científica Journal of Pediatrics.

"Me sorprendieron los altos niveles de virus que encontramos en niños de todas las edades, especialmente en los primeros dos días de la infección", dijo Lael Yonker, directora del Hospital General de Massachusetts (MGH, por sus siglas en inglés) y autora principal del estudio, quien acotó que "no esperaba que la carga viral fuese tan elevada".

"Una piensa en el hospital y en todas las precauciones tomadas para tratar a los adultos enfermos gravemente, pero las cargas virales de estos pacientes hospitalizados son significativamente más bajas que las de un 'niño sano' que anda por allí con una carga elevada de SARS-CoV-2", agregó.

El riesgo de contagio es mayor cuanto más elevada sea la presencia del virus, y aun cuando los niños puedan mostrar los síntomas típicos de covid, como fiebre, descarga nasal y tos, estos a menudo coinciden con enfermedades infantiles comunes como la gripe y el resfriado.

Yonker explicó que esto confunde un diagnóstico acertado.

Además del nivel de carga viral, los investigadores, que incluyeron expertos del Hospital General para Niños de Massachusetts, examinaron la expresión del receptor viral y la respuesta de anticuerpos en menores sanos, pequeños con infección aguda de SARS-CoV-2 y un número más reducido de niños con síndrome inflamatorio de multisistema.

reaperturas

Los resultados y conclusiones obtenidos de estas investigaciones tienen implicaciones en lo que se refiere a la reapertura de las escuelas, los centros de cuidado infantil y otros sitios donde se congregan menores y existe una interacción cercana con maestras y el personal de las escuelas.

"Los niños no son inmunes a esta infección y sus síntomas no se correlacionan con la exposición y la infección", señaló Alessio Fasano, director del Centro de Investigación de Inmunología y Biología Muconasal en el MGH.

"Durante esta pandemia de covid-19 hemos examinado principalmente a pacientes con síntomas y por ello hemos llegado a la conclusión errónea de que la gran mayoría de los infectados son adultos", sumó.

"Pero nuestros resultados muestran que los niños no están protegidos contra el virus", añadió. "No deberíamos descartar a los niños como propagadores potenciales del virus", recalcó.

Aunque los pequeños con covid-19 no son tan propensos a enfermarse tan gravemente como los adultos, como portadores sin síntomas o con pocos síntomas que concurren a las escuelas pueden propagar la infección y llevar el virus a sus hogares.

El artículo apuntó que esto es causa de preocupación particularmente para las familias en los grupos socioeconómicos golpeados duramente por la pandemia, y los hogares en las cuales los adultos mayores, que son más vulnerables, conviven con ellos.

El estudio encontró que el 51% de los niños con infección aguda de SARS-CoV-2 proviene de comunidades con ingresos bajos, comparados con el 2 % en las comunidades con ingresos más altos.

La última comida de un reptil prehistórico: uno de cuatro metros

E-mail Compartir

Los fósiles esconden secretos, muchas veces sorprendentes e inesperados, como el hallazgo de un equipo de paleontólogos al suroeste de China: un fósil de un animal de cuatro metros dentro del estómago del esqueleto casi completo de un reptil marino gigante, similar a un delfín y conocido como ictiosaurio.

Ese segundo esqueleto, según los investigadores, pertenecía a un reptil acuático, esta vez parecido a un lagarto y conocido como thalattosauro, y es uno de los fósiles más largos que se han encontrado en el estómago de un reptil marino prehistórico.

Aunque los científicos no pueden decir con seguridad si el thalattosauro fue carroña o presa, este trabajo podría ser la más antigua evidencia directa de que los reptiles marinos del Triásico, como los ictiosaurios, que antes se creía que se alimentaban de cefalópodos, eran superpredadores.

Los hallazgos aparecen en la revista iScience, en un artículo que firman, entre otros, científicos de la Universidad de Pekín y la Universidad de California en Davis.

"Si se mira a través de todos los reptiles marinos similares que vivieron en la era de los dinosaurios, en realidad nunca hemos encontrado en sus estómagos algo articulado parecido a esto", asegura Ryosuke Motani, de la Universidad de California.