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Cabo de Hornos no halló rastros y ahora robots realizan la rebusca de la Katrina

Buque exploró la zona donde se habría hundido la lancha con tres quelloninos.
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Pedro Bárcena González

Con apoyo tecnológico de punta, pero sin poder lograr resultados hasta ahora se desarrolla una nueva búsqueda de los tres quelloninos que se encuentran náufragos, después del hundimiento de la lancha a motor Katrina. 42 días de incertidumbre, pese al despliegue del buque Cabo de Hornos y dos robots subacuáticos.

La embarcación oceanográfica de la Armada estuvo realizando maniobras el lunes al oeste del golfo Corcovado, con el objeto de hallar vestigios de la nave siniestrada, en la cual se encontraban navegando Adán Almonacid Díaz (35), Juan Legue Concha (30) y Jaime Veloso Hernández (43), en faenas de extracción del erizo.

Un barrido del fondo marino llevó a cabo la unidad especializada, con el fin de encontrar algún registro que contribuya a determinar la ubicación de elementos que hayan quedado depositados en el sector.

Así lo especificó el jefe de Planes de la Quinta Zona Naval, con asiento en Puerto Montt, Jaime Álvarez, añadiendo que las pesquisas se concentraron en la boca del Guafo.

"Se efectuó rebusca submarina en el área establecida con sonar multihaz a una profundidad promedio de 200 metros, con lo que se realiza un barrido completo del área de interés", aclaró el capitán de fragata.

Detalles

De este modo, agregó el oficial, lo que se busca "son anomalías en el fondo marino que correspondan a elementos que se contrastan. El sonar, a esa profundidad es capaz de discriminar elementos desde los 3 metros cuadrados, por lo que es altamente probable la detección de la lancha si es que estuviera en esta área".

Como principales barreras en el operativo, la fuente detalló que "las fuertes corrientes podrían haber arrastrado a la embarcación a otro punto muy lejano". Una hipótesis que se instala con fuerza ante los nulos resultados.

Altas expectativas estaban cifradas en el trabajo de este buque entre los familiares de los hombres de mar desaparecidos. Incluso, bregaron con fuerza en el concurso de este medio, solicitando su presencia ante altas esferas de la Armada.

De acuerdo a Carolina Concha, hermana mayor de Juan Legue, "el buque estuvo realizando las diligencias, revisando la zona donde podría haber estado la Katrina, usando el sonar, pero no se hallaron pistas. Es raro, ¿dónde más los podemos buscar?".

El área comprendida entre bahía Low (Guaitecas, Aysén) y la roca Canoitad (al sur de isla San Pedro, Quellón), poco más de 37 kilómetros lineales, fue apuntada por cercanos a las víctimas para la exploración.

Por su parte, Nicole Leuquén, quien fue criada por Jaime Veloso, también lamentó la falta de respuestas tras el dispositivo del Cabo de Hornos. Sin embargo, no pierde la esperanza que a través de dos robots que finalmente lograron desplegarse -tras dos intentos fallidos- se puedan encontrar evidencias.

"Ayer (lunes en la tarde) se embarcaron para buscar desde temprano (ayer). Ojalá podamos saber qué pasó, ya que hay tantas versiones sin que se logre tener alguna respuesta", explicó la isleña.

Cooperación

Igualmente, la fuente fue crítica ante el nivel de desamparo que viven a diario los pescadores. Un escenario que quedó en evidencia con el drama de la Katrina.

"Todos los días se tienen que mover quedando a la deriva, ya que no tienen seguro ni respaldo. Ahora muchos salieron al último día (de la extracción) del erizo (22 de julio) y pasó esto. Es de esperar que la gente nos ayude, contar con más respaldo", advirtió la quellonina, aguardando por algún antecedente que acerque el paradero de estos tres colegas desparecidos.

Agotar las instancias

En las lanchas San Sebastián I y Don Eduardo zarparon cercanos a los extraviados y los dos robots. Dentro del grupo de búsqueda se encuentran el esposo y dos hijos de María Soledad Díaz, madre de Adán Almonacid, uno de los náufragos. Hasta el cierre de la edición, no existían respuestas positivas del dispositivo enfocado en las proximidades de Puerto Lobos (Aysén). "Si no pasaba nada se tiraban a (las islas) Guamblín e Ipún (archipiélago de los Chonos), donde nadie ha ido a buscar... Estamos haciendo todo lo posible para saber qué pasó con ellos, ya es mucha la desesperación, tortura para uno", aclaró la vecina, sumando que pese a la larga distancia de estos otros dos sectores, esperan agotar todas las instancias y aprovechar al máximo los equipos tecnológicos.

42 días se cumplen del hundimiento de la lancha que zarpó para extraer erizos.

200 metros de profundidad cubrió el sonar del buque haciendo una "huella acústica".