columna de opinión seamos indiferentes
No guardemos silencio, no
La contingencia nos ha permitido exportar a nivel nacional un seminario con pertinencia territorial y que nace en nuestra Región de Los Lagos: "El Abordaje del Abuso Sexual Infantil". Una realidad que no se detiene ante la crisis y que es una pandemia en sí misma.
Positivamente el escenario que vivimos, se transformó en la instancia para unirnos por una causa que debe buscar todas las alternativas para ser relevada, tanto en las agendas sociales, de salud, educación y en la base estructural de toda política pública.
Durante dos días, más de cinco mil personas, entre ellas, sociedad civil, fundaciones, organizaciones sociales, autoridades locales y nacionales, nos reunimos entorno a este seminario. La iniciativa nace desde nuestra Secretaría Regional Ministerial de Desarrollo Social y Familia en un afán de incentivar la reflexión, conocer experiencias, estudiar los mecanismos de prevención más avanzados y permitir ponerlos a disposición de todos. Un seminario gratuito que buscaba centrarse en nuestro contexto social, mirando de cerca especialmente nuestra cultura, dispersión geográfica, islas, zonas rurales y nuestras ciudades en las que al mismo tiempo se desarrollan las historias de niños.
Quisimos analizar y evidenciar, como es que en pleno siglo XXI aún existe la idea normalizada del padrinaje, el incesto u otras prácticas que flagelan la infancia de un niño y el futuro de ese ser como individuo.
Si trabajamos la temática, nos motiva o empatizamos con el dolor del abuso, es sin duda el escenario más positivo, pero si no pasa aquello y al menos lográramos entender que cuando eso ocurre, además del trauma en sí mismo, se está a su vez afectando la psiquis y el desarrollo de una sociedad completa por generaciones, ya justifica en gran medida su realización.
Esta gran convocatoria, evidencia la necesidad y la urgencia de dar visibilidad a un problema social y cultural tan grave del que no se tiene precedente ni real medida.
No obstante, cualquiera sea el modo en que se aborde, ya partimos en desventaja, pues estamos nombrando y hablando de algo que - no quisiéramos que exista - eso provoca muchas veces que el colectivo, también lo niegue.
Los invito a sumarse desde donde estén, del rol que les compete, para establecer las bases de un nuevo proyecto de sociedad, que respeta seria y sinceramente a su alter ego más frágil. Sólo quien se respeta a sí mismo como individuo, ve el germen de lo que este cuidado implica en su vasto alcance.
Que todo este tipo de acciones se multipliquen y que en su conjunto sean el escenario donde se refunde con fuerza una sociedad que alza la voz por los sin voz.
No guardemos silencio, no seamos indiferentes.
Tenemos que asegurarnos de que todos comprendan la urgencia del tema. Mayor inversión en el apoyo a las familias, desde los ingresos a mujeres, pasando por más tiempo en familia y sistemas de alerta eficientes, bien articulados, que permitan identificar a tiempo una vulneración, todo ello en búsqueda de un sistema que permita abordar una real prevención. Detectar, prevenir y educar de forma permanente y sostenida.
Todo lo que se haga en temas de infancia no es una inversión a la que puedas poner una placa y señalar con el dedo como es el caso de un edificio nuevo, el trabajo con las familias y sus hijos es lento y difícil de mostrar, no obstante, es esencial y primordial para el desarrollo de las sociedades sanas, que se construyen bajo cimientos sólidos.
Adultos responsables, dejemos huellas, pero que esas huellas sean de amor, confianza y libertad para nuestros niños.
Prendamos la luz y comencemos a cambiar la historia de tantos miles de niños que ya no serán abandonados, abusados... porque tú, no lo vas a permitir.
Soraya Said, Seremi de Desarrollo Social y Familia de la región de Los Lagos