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Embarazadas en pandemia: cómo cuidar el rostro y evitar esos molestos efectos

Hay rutinas de limpieza y alimentación que pueden ayudar a mejorar muchas de las consecuencias hormonales.
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Pamela Serey Á. - Medios Regionales

El estrés, la alimentación y el uso de mascarilla, entre otros factores, afectan directamente a la piel de todas las mujeres y en especial las embarazadas, que además cuentan con una alta dosis de hormonas en su cuerpo. "He pasado por varias etapas, al comienzo estaba ultra alérgica, porque de la nada se me inflamaba el párpado, por ejemplo. Tenía reactividad a todo. No entendía, porque estaba usando las mismas cremas y después pasé a una piel más luminosa", relató la conductora de televisión Valeria Ortega, quien tiene cinco meses de embarazo.

Según explicó la médica cirujana especialista en estética Ariana Sánchez, "cuando una está embarazada pueden pasar muchas cosas, desde granitos, aumento del sebo, hasta quienes tienen brotes de acné y aumenta mucho la reactividad al sol".

Por lo mismo aconsejó, primero, cuidar la alimentación. La profesional recomendó la ingesta de alimentos ricos en antioxidantes como la palta, los arándanos, el chocolate negro y la zanahoria, que protege del envejecimiento de las células causado por los radicales libres.

Agregó que la vitamina A "ejerce un papel esencial en la renovación de la piel" y se puede encontrar en alimentos de origen animal como hígado, grasas lácteas (queso y mantequilla), yema de huevo y lácteos completos. También está presente en verduras crucíferas como el brócoli, bruselas y el rábano, que también contiene minerales, carotenoides y glucosinolatos, sustancias que pueden regular el estrés.

Sin embargo, nada de esto es tan productivo en el cuidado de la piel si es que no se realiza una rutina de limpieza diaria. Por ello, recomendó que lo primero que se debe lavar es la cara todos los días, en la mañana y en la noche.

Según Sánchez, lo ideal es usar un gel o jabón suave para su tipo de piel y limpiar con movimientos circulares, hacia arriba, activando siempre la circulación de la zona.

"Una rutina de limpieza es indispensable para sacar las impurezas que se adhieren a nuestra piel, el uso de tecnologías como un cepillo facial puede ayudar a que sea más profunda y efectiva. Una buena limpieza es la base y evita muchos problemas posteriores", contó. Entre ellos, recomendó "los cepillos faciales como Luna 3 de Foreo, pues favorecen la extracción de suciedad.

Hidratación

Después de tener la piel limpia, es necesario aplicar alguna crema suero que hidrate la piel y que sea apta para la persona que la utiliza.

"Puede ser un serum que sea antioxidante con vitamina C y con ácido hialurónico, porque estamos siempre frente a la pantalla o al celular que generan una luz que irradia a la piel. Entonces, hay que prevenir el daño que provocan estos dispositivos", subrayó.

La especialista aseguró que aunque sea dentro de casa, por la pandemia, no se debe olvidar el uso, siempre, de bloqueador solar.

Para el 45% de las mujeres el sexo es importante en la mediana edad

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Una creencia popular es que las mujeres pierden el interés en el sexo después de cierta edad. Sin embargo, un nuevo estudio en el que participaron 3.200 representantes del sexo femenino lo desmiente.

El sondeo, publicado en la revista Menopause: The Journal of the North American Menopause Society, también identificó qué factores influyen en una posible pérdida de interés en la vida sexual.

"En contraste con la literatura anterior que informa que la importancia del sexo disminuye a medida que las mujeres avanzan hacia la mediana edad, encontramos que, para una cuarta parte de las mujeres, el sexo sigue siendo muy importante", dijo la autora principal del estudio, Holly Thomas, de la Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos.

Entre los factores que influyen en el interés de las mujeres por el sexo figura el estado de la menopausia, al igual que las hormonas, síntomas de depresión, estrés, uso de antidepresivos, orientación sexual, satisfacción sexual, dolor pélvico, sequedad vaginal y sofocos.

Con base en este análisis, los investigadores identificaron tres trayectorias distintas en la importancia del sexo con el envejecimiento.

Para casi la mitad (45%) el sexo resultó ser importante al comienzo de la mediana edad y lo fue menos con el tiempo.

Para aproximadamente una cuarta parte (27%), el sexo siguió siendo muy importante durante la mediana edad, y para otra cuarta parte (28%), el sexo tuvo poca importancia durante esa misma época.

Otras variables incluyeron mujeres con síntomas de depresión, que eran más propensas a ver disminuciones en la importancia del sexo.

Una mejor satisfacción sexual se asoció con el mantenimiento de altos niveles de importancia del sexo a lo largo del tiempo, al igual que la educación superior, aseveraron.