Compuestos bioactivos: las plantas que benefician la salud
No son tan conocidos como otros nutrientes, pero su consumo tiene propiedades antioxidantes que, según expertos, podrían ayudar incluso a prevenir enfermedades como el cáncer.
Ignacio Silva
Pocas veces se considera, pero la evolución ha hecho que las plantas y vegetales desarrollen organismos capaces de protegerlos ante las amenazas del entorno y que, al consumirlas, también benefician la salud de los seres humanos. Uno de esos organismos son los compuestos bioactivos.
"En general llamamos así a cualquier compuesto que al ingerirlo o al ser insertado en un organismo provee de una actividad que antes no estaba en ese organismo", define Igor Pacheco, doctor en biología vegetal y docente del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile (INTA).
"Estos compuestos ocurren naturalmente y tienen distintas funciones dentro de la planta. Por ejemplo, protegerse frente a patógenos. Si lo piensas, las plantas no se pueden mover. Un arbustito está en el patio y tiene que ser capaz de aguantar las heladas, tiene que ser capaz de aguantar el exceso de radiación UV y todo sin arrancarse. Para eso están estos compuestos", apunta el especialista.
Dentro de los compuestos bioactivos presentes en las plantas se suelen reconocer cinco grandes clases: fenoles (o polifenoles), terpenoides, alcaloides, glucosinolatos y betalaínas. Aunque se diferencian en sus estructuras químicas y se pueden encontrar en distintas proporciones según el alimento vegetal, todos tienen efectos positivos para la salud.
"El principal efecto positivo es el antioxidante. Esa función antioxidante está asociada a la prevención de enfermedades como la diabetes, la hipertensión y otros componentes de los síndromes metabólicos o las llamadas enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes tipo 2, el síndrome metabólico, etcétera", asegura Pacheco, que da como ejemplo las antocianinas, fenoles que dan el color y las propiedades antioxidantes al vino tinto.
Según el especialista, ese efecto es el más estudiado en estos compuestos, pero no el único. Hay estudios, de hecho, que han revelado sus propiedades antihipertensivas, antiinflamatorias e hipocolesterolemiantes.
"Aunque la función antioxidante es tan importante porque consiste en neutralizar sustancias que son dañinas para nuestro organismo. Estas son sustancias que oxidan componentes de nuestros tejidos, como el DNA, que al oxidarse va a crear mutaciones y si esas mutaciones caen en lugares clave, puede generar cáncer", dice Pacheco. "Entonces por eso digo que la función antioxidante, o sea, proteger al organismo de estos oxidantes malos, estaría evitando la incidencia del cáncer, indirectamente", acota.
Dónde encontrarlos
Aunque los compuestos bioactivos se pueden encontrar en algunos alimentos de origen animal, en harinas integrales e incluso en cápsulas que en los últimos años han ganado popularidad, es en los alimentos vegetales donde tienen mayor presencia.
"Principalmente en frutas y vegetales frescos", apunta Pacheco. "Tenemos varios frutos nativos de acá que son muy poderosos en su función antioxidante. Se conoce el caso del maqui, pero también hay otros frutos que tienen esta propiedad, como el calafate y la chaura, que es un arbusto silvestre que se da desde la novena región para abajo", agrega.
-¿Es recomendable consumirlos a diario? Si es así, ¿en qué porciones?
-Si el compuesto o si el beneficio está en los alimentos frescos vegetales, yo no tendría ninguna aprensión si el consumo es en niveles normales. O sea, si voy a comerme una uva negra que tiene estas antocianinas que son las que le dan el color, yo me voy a comer un racimo, una porción dentro de los estándares culturales normales. Ahí me pararía. Otro alimento como el café tiene otros tipos de fenoles, los ácidos fenólicos, el chocolate también los tiene, pero si nos tomamos 10 espressos en la mañana no nos hace bien. Entonces es posible caer en el exceso, pero ese exceso radica en que se nos pase la mano en las dosis normales de cualquier alimento, sobre todo para los compuestos fenólicos. Hay algunos compuestos fenólicos, como los taninos, que pueden ser antinutricionales. Algunos tienen la capacidad de secuestrar y dejar no disponible el hierro, ponte tú, y causar anemia. Pero eso es cuando nos comemos dos kilos de caqui.
-No se habla tanto de estos compuestos como de otros nutrientes que se pueden encontrar en la comida. ¿Por qué será eso?
-Bueno, yo creo que va por la esencialidad del nutriente. Por ejemplo, para nosotros es esencial consumir hidratos de carbono porque son una fuente de energía directa. Sin hidratos de carbono nos desmayamos, o sea nos da fatiga, empezamos a ver estrellitas y todo eso. Proteínas también, porque todas las funciones estructurales, masa muscular, transmisión de los impulsos nerviosos a los músculos, son dadas por las proteínas. Las sales minerales también. Entonces todos estos nutrientes que te menciono se llaman macronutrientes porque tienen que ser consumidos en una buena cantidad, por eso son tan importantes. Estos otros ni siquiera sé si llamarlos nutrientes, porque no son esenciales, si bien nos ayudan y nos protegen. Las aspirinas hacen súper bien, pero si nosotros no nos tomamos una aspirina al día no pasa nada, no nos morimos. Eso es lo que pasa con estos alimentos. Es una cosa de necesidad primaria en el cuerpo, yo creo que por eso la gente no está tan familiarizada como con otros tipos de nutrientes reales, que son los minerales, proteínas, hidratos de carbono y grasas. En ese sentido son más un complemento, un complemento que funciona.
"La gente no está tan familiarizada con esto como con otros tipos de nutrientes reales, como minerales".
Igor Pacheco,, doctor en biología vegetal INTA.