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Transporte de pasajeros vive momento crítico en Chiloé

No hay servicios interprovinciales desde hace más de ocho meses y medio, con el consiguiente golpe a las empresas del rubro. Además, gremio de la locomoción colectiva denuncia que no ha recibido ayuda de parte del Gobierno.
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César Cárdenas Ruiz

"Hay gente que en un principio tuvimos que despedir y otras también que por haber pasado mucho tiempo se han retirado de la empresa porque no ven ninguna salida", manifiesta Hugo Godoy, gerente general de Queilen Bus Ltda., firma chilota de viajes interprovinciales que desde antes de la pandemia cubría rutas entre Santiago y Punta Arenas. Actualmente han completado 8 meses y medio sin volver a transitar.

Como él hay varios dueños de buses y de conductores que se muestran ya impacientes porque desde marzo, cuando el covid-19 aterrizó en Chiloé, están paralizados o mermados, especialmente los que se dedicaban a los servicios interprovinciales, inexistentes prácticamente en toda esta pandemia, al igual que los vuelos comerciales.

Y pese a que el Gobierno ha autorizado la apertura de fronteras, y desplazamientos interregionales en algunos puntos del país, este permiso solo será válido para las comunas que se encuentran en las fases 3, 4 y 5 del Plan Paso a Paso. Si bien es cierto, hay comunas del territorio insular que han alcanzado la etapa de preparación (etapas 3), estos traslados entre regiones cuentan con limitantes, entre ellas la no autorización de traspasos por cordones sanitarios. Este último punto involucra directamente al Archipiélago, dado que al contar con este tipo de controles se impide el acceso de personas por trámites normales y en cierto modo el ingreso de turistas de forma fluida.

Esto ha provocado que el transporte público se vea gravemente afectado por la caída en picada del número de pasajeros y la reducción de la demanda de viajes a raíz de las restricciones impuestas por la Autoridad Sanitaria, además de las preocupaciones individuales por evitar las aglomeraciones públicas.

"Estamos muy preocupados porque ya llevamos 9 meses sin poder trabajar y sin poder hacer la conectividad de la Isla Grande hacia el continente; el cordón sanitario que hay en Chacao y también el que está en Avellanal piden que las personas que salen de la Isla tienen que hacer cuarentena 15 días, y lo mismo si vienen desde fuera, y eso es uno de los grandes problemas que tenemos", acusa el empresario queilino, sumando Godoy que "nosotros como empresa estamos esperando que ojalá en algún minuto se pueda trabajar".

sin diferencias

A lo anterior se suman las palabras de Fredy Arroyo, presidente provincial de la Asociación de Dueños de Buses (Adobus), quien fue tajante al indicar que la batería de acciones que busca resguardar la movilidad de las personas en espacios públicos viales y en el transporte público no contempla las diferencias territoriales como lo es el caso del cordón sanitario. Incluso en muchas comunas en Chile en cuarentena o fase 2 igual hay servicios que hoy no existen en Chiloé.

"Mientras no se saquen esas medidas arbitrarias que existen, nosotros no podemos hacer nada", denuncia. Asimismo, la fuente lamenta el poco apoyo que ha habido hacia el sector en medio de la contingencia de parte de las autoridades: "En la parte interprovincial hasta ahora nosotros no hemos tenido ninguna ayuda de parte del Gobierno, ninguna; si vamos a hablar de los bancos, el préstamo covid está hecho para gente que deba plata, así de sencillo; si tú tienes deudas o un Dicom, por ejemplo, no eres nadie para el banco".

En el Archipiélago hasta iniciada la pandemia eran tres las empresas que prestaban este tipo de servicios de transporte público entre las regiones (también Cruz del Sur y ETM) y si bien todavía no se ha evaluado definitivamente, es muy probable que las repercusiones económicas del brote del virus en este sector sean muy graves.

apoyan demandas

Como la locomoción colectiva está directamente relacionada con el desarrollo económico local, es muy probable que la pérdida de ingresos sea muy compleja de recuperar. Es por ello que desde el gremio de los camiones también solidarizan con estos colegas. Así lo expresó Osvaldo Altamirano, presidente de la Multigremial de Chiloé y de la Asociación de Dueños de Camiones Castro.

"Ver cómo Chiloé empieza a tomar su ritmo normal de trabajo y para la normalidad es importantísima la movilización colectiva, ahí es donde están los buses rurales e interprovinciales, que son los que se han visto más afectados debido a esta pandemia", asevera.

El dirigente vislumbra que una eventual flexibilización del cordón sanitario de Chiloé aparece como una medida para la recuperación parcial de la economía de la provincia. "Lo importante es convencer a la autoridad de que flexibilizar el control en El Avellanal, ese es el que nos está creando problemas. En definitiva, Chiloé tiene que regirse por los movimientos interregionales, porque aquí dentro de la región no tenemos posibilidades de relacionarnos", arguye.

Similar opinión es la de David Barría, presidente de la Cámara de Comercio Detallista y Turismo de Ancud, quien aboga por la reapertura de los terminales terrestres aún cerrados y que retornen estos viajes, criticando las medidas restrictivas que hasta ahora se han establecido para los chilotes.

"El cordón sanitario se flexibiliza con un PCR o qué sé yo, pero para fin de año llegan y dicen 'se prohíben los viajes interregionales', o sea chuta, no le achuntamos a pero a ninguna. Se permiten los viajes interregionales pero menos donde haya cordones sanitarios; otra vez caímos en lo mismo", comenta con molestia.

"Piden que las personas que salen de la Isla tienen que hacer cuarentena 15 días, y lo mismo si vienen desde fuera, y eso es uno de los grandes problemas que tenemos".

Hugo Godoy, gerente, general de Queilen Bus.