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Implementan pionera técnica para traslado de un paciente con covid-19

Funcionarios del SAMU Chiloé concretaron la primera evacuación de una enferma por coronavirus en posición decúbito prono.
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Redacción

Por primera vez en la provincia, funcionarios del SAMU Chiloé habilitaron una ambulancia para trasladar a una paciente con requerimiento especial desde la Unidad de Paciente Crítico Covid del Hospital de Castro a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Regional de Puerto Montt.

La paciente, de 34 años, en situación crítica diagnosticada con neumonía grave por covid-19, neumotórax bilateral e insuficiencia respiratoria, requería traslado urgente en posición decúbito prono, es decir, acostada boca abajo.

Al respecto, el jefe de los médicos del Servicio de Atención Médica de Urgencia en Chiloé, Jonathan Zúñiga, explicó lo complejo que resulta el traslado de un paciente en esta postura, junto con destacar al equipo de turno integrado por el conductor Carlos Rojas, el técnico en enfermería de nivel superior Jonathan Guzmán y el reanimador y jefe provincial del SAMU, Gonzalo Baeza.

"Esta técnica es un tipo de ayuda que se realiza a algunos pacientes que presentan insuficiencia respiratoria aguda refractaria, denominada posición prono, que deja al paciente boca abajo en la camilla y permite lograr una mejor oxigenación de la sangre", detalló el facultativo.

Esta paciente, explicó el galeno, se encontraba grave con otras complicaciones además de la neumonía y la insuficiencia respiratoria aguda por covid, lo que hacía necesario su traslado en esa posición.

Si bien las ambulancias en general no cuentan con equipamiento específico para este tipo de requerimiento, los funcionarios adecuaron la camilla para efectuar esta evacuación hacia el continente.

desafío

El tens Guzmán reconoció que el desafío era "complejo y delicado", dado que la enferma se encontraba en ventilación mecánica, con neumotórax, trampa de agua y bombas de infusión continua. "La adaptación realizada permitió realizar el traslado de manera segura y exitosa, logrando llevar a la paciente a destino sin complicaciones, monitoreada en todo momento lo que fue destacado por el personal del Hospital de Puerto Montt que la recibió", mencionó.

La paciente durante su evacuación llevaba un ventilador mecánico, un catéter venoso central y además un tubo de pleurostomía.

José Cárdenas, director (s) del Servicio de Salud Chiloe, , destacó el "gran compromiso (de los funcionarios), demostrado esta vez al adecuar, innovar y mejorar por el bien del paciente, buscando las estrategias sin importar el horario ni los impedimentos que deben enfrentar al entregar traslados seguros".

"Permite lograr una mejor oxigenación de la sangre".

Jonathan Zúñiga, médico.

columna de opinión

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El Chile que deseo, que deseamos

El cardenal Raúl Silva Henríquez en noviembre de 1991 escribió una carta titulada "Mi sueño de Chile". Y en sentidos seis párrafos señala su sueño de Chile y en ellos habla de la persona, del hombre y de la mujer, del respeto, de la dignidad, de la lucha contra la pobreza, del derecho a la educación, del acceso a la salud, de tener un trabajo estable y de que este permita alimentar a su familia, "… y que cada familia pueda habitar en una casa digna donde pueda reunirse a comer, a jugar, y a amarse entrañablemente".

Palabras sencillas y, a la vez, plenas de significado; nada más y nada menos que dignidad, respeto.

Y solidaridad, la misma que dice brota a raudales en cuánta catástrofe natural que suele azotar a nuestro delgado y estirado territorio. Y hoy, sí, hoy, la pandemia del covid-19 no es menos. Esta catástrofe sí ha exigido, y habrá de exigir generosidad del que tiene más, del que sabe más, del que puede más. No solo se trata de donativos metálicos, sino de lograr equilibrios de mayor humanidad armónicos, sostenidos, con visos de permanencia, a gran y menor escala, en todo servicio, en toda organización, en toda comunidad de personas.

Es hora de tender lazos. Es hora de trabajo mancomunado. Es hora de aunar fuerzas, de ser más no-so-tros, que él, ella, o ellos, ellas. No se trata de hacernos ajenos, sino de allegarnos, de empatizar, es hora de que nos ocupemos de construir nostridad.

Ya finalizando el año 2019, le solicité a un grupo de jóvenes que redactaran un texto propio en el que expresaran su propio sueño de Chile. Y la verdad, sea dicha, no tuve que motivar mucho ni forzar intenciones. Lo hicieron, y sorprendentemente bien.

Un fragmento: "Deseo un país donde ya no tenga miedo cuando mi mamá o mi hermana salgan de nuestro hogar, me gustaría que no fuera solo mi caso, me gustaría que todas las mujeres puedan caminar sin miedo por una calle oscura,…".

Otro fragmento: "Quiero un país donde el sistema de salud, de verdad, se preocupe por los pacientes, un país donde la gente no muera esperando una hora de atención, donde los diagnosticados de cáncer tengan esperanza y no vean el diagnóstico como una condena. Un Chile en el que los medicamentos sean accesibles para todos. Quiero un país donde el sueldo mínimo alcance para vivir y no solo para pagar deudas, para luego endeudarse aún más".

"más conciencia"

Y uno más: "Deseo un país con más conciencia ambiental, donde se cuiden los espacios verdes, donde las industrias no dejen una huella que no podamos borrar. Deseo que miremos a cualquier animal con el mismo respeto y amor que ellos también se merecen, deseo que no haya más tortura y crueldad hacia ellos y, por supuesto, erradicar el especismo".

Y finalmente: "Quiero un Chile en el que reine el amor, el amor al prójimo; quiero un Chile en el que reine la paz, la solidaridad, el respeto, la bondad y la lista podría ser larga, porque como país, como pueblo, como personas, necesitamos todo lo bueno, todo lo positivo, lo merecemos,… Necesitamos renovarnos y formar un lugar feliz para todas y todos los chilenos, sea un recién nacido o un adulto mayor, sea hombre o mujer, mapuche o extranjero, sea del norte o del sur, sea de donde sea, todos lo necesitamos y anhelamos…".

Son solo cuatro voces jóvenes, como muchas, muchas más, como todas.

¿Será posible que más temprano que tarde todos nos tomemos de la mano y hagamos una gigantesca ronda? Tendríamos que animarla y programarla. Tengo la esperanza de que sí.

"Esta catástrofe sí ha exigido, y habrá de exigir generosidad del que tiene más, del que sabe más, del que puede más. No solo se trata de donativos metálicos, sino de lograr equilibrios de mayor humanidad armónicos, sostenidos, con visos de permanencia, a gran y menor escala, en todo servicio, en toda organización, en toda comunidad de personas".

Raúl Caamaño Matamala,, profesor de la Universidad Católica de Temuco