Mujer se orinó en el Hospital de Castro esperando la toma de PCR
Trabajadora del salmón y colegas debieron estar por largas horas en un pequeño espacio esperando el testeo sin poder ir al baño. Su abogado exige sumario en el Augusto Riffart.
Una peculiar situación en lo que va de pandemia se vivió al interior del Hospital Augusto Riffart de Castro, oportunidad en que una usuaria de dicho recinto asistencial esperaba poder realizarse un examen de PCR, procedimiento que había sido exigido por su empleador -la empresa Salmones Antártica-, luego de haber experimentado dolor de cabeza en su puesto de trabajo. Junto con ello existía un antecedente que indicaba haber tenido contacto hace una semana con una compañera de labores que posteriormente habría sido diagnosticada con covid-19.
De acuerdo a su relato, la empleada que pide resguardo de su identidad acusa malos tratos y amenazas por parte de uno de los guardias de seguridad del recinto asistencial. Según sus dichos, el vigilante en cuestión no le habría permitido ir al baño y, tras largas horas de espera, la afectada no pudo aguantar, orinándose en el lugar.
"Estuve más de 8 horas, como 10 horas sentada. De la empresa me mandaron para que me haga el examen, obvio que tenía que esperar, porque el guardia me amenazó que si nosotros nos íbamos, nos llamaba a Carabineros".
La afectada añadió que "pasaron las horas, y le digo 'guardia, necesito ir al baño, porque estoy mucho rato acá y no he ido al baño', me contestó y me dijo que no. Yo le dije 'voy a ir si o si' y me dijo 'no, cómo se le ocurre, usted no puede ir al baño'. Yo en ese momento ya no aguantaba más y me tuve que hacer pipí ahí, porque no alcancé a llegar al baño".
Desde el Augusto Riffart evitaron referirse mayormente al tema por ahora, a la espera de mayores antecedentes. Sí se informó que preliminarmente una de las medidas fue la desvinculación del mencionado guardia por parte de la empresa externa a la cual prestaba servicios.
"situación inaceptable"
A su vez, el abogado de la afectada y el grupo de los trabajadores, Ignacio Álvarez, calificó lo ocurrido como una "situación inaceptable desde todo punto de vista, desde lo jurídico hasta lo ético".
El profesional mencionó que "se trató de personas con sospecha de covid que concurrieron al Hospital de Castro para someterse a examen PCR y que se les hizo esperar en una sala de unos 5 metros cuadrados, en la que habían alrededor de 6 personas. No solamente estaban hacinados y sin respetar el distanciamiento social, si no que la situación se ve agravada por hacerlos esperar hasta 10 horas en algunos casos".
En esta misma línea, agregó que "como estaban con sospecha de covid-19, no se les permitía salir del recinto ni tampoco la sala tenía baño, por lo que hubo personas que no pudieron contener su esfínter por tanto tiempo. Es una situación denigrante que debe ser investigada en todas las aristas, desde lo administrativo hasta lo penal".
Álvarez adelantó que "ya se han presentado dos requerimientos para que se realice investigación sumaria o sumario administrativo, sin embargo, esto es solo el primer paso, pues estamos recopilando más antecedentes, ya que no descartamos ejercer acciones penales por tratarse de acciones que ponen en riesgo la salud pública".
Incluso el abogado lanzó en que "el hilo no se puede cortar por lo más delgado. Se debe buscar responsabilidad en los distintos niveles del hospital, pues, por ejemplo, no creo que sea un guardia quien determine cuál es el lugar que funciona como sala de espera. Eso lo deben determinar otras autoridades del hospital que también aparecen responsables en lo ocurrido".