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Los ecos del incendio que arrasó con 176 años de patrimonio

Se cumplieron 368 días del siniestro que destruyó la Iglesia San Francisco de Ancud. La herida sigue abierta en la comunidad, tanto por la causa penal contra el presunto responsable, como por la falta de respuestas para la reconstrucción.
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César Cárdenas Ruiz

Poco más de un año ha transcurrido desde que la Iglesia San Francisco de Ancud sufriera un incendio -22 de enero de 2020- de carácter intencional, que redujo a cenizas la estructura y con ello la pérdida de más de un siglo de historia.

Las llamas también alcanzaron parte de la Parroquia El Sagrario, la cual está ubicada a un costado del recinto católico, dejando con esto a decenas de feligreses sin un lugar de reunión.

El templo que data de comienzos del siglo XX, se encontraba en proceso de ser declarado Monumento Histórico, tras ser aprobado por el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) en el 2016. Este nuevo estatus fue dado a conocer en el Diario Oficial, que toma en cuenta la relevancia histórica y arquitectónica de la iglesia, que inició su construcción en 1845 y que fue reconstruida en tres ocasiones tras dos incendios y el terremoto de 1960.

¿Pero que ha pasado en este lapso? Horas después del siniestro, la Policía de Investigaciones (PDI) de Ancud, detuvo a un joven de 24 años por ser el presunto responsable de iniciar el fuego. Se le instruyeron exámenes psiquiátricos para resolver si podía enfrentar el proceso penal en su contra, al aducir su defensa una enfermedad mental para suspender la causa.

Sin embargo, el resultado de dichos exámenes descartaron cualquier patología psiquiátrica, determinando así la Corte de Apelaciones de Puerto Montt, la prisión preventiva para el principal sospechoso de lo ocurrido.

"Lo que sucede desde el punto de vista procesal es que la persona sigue privada de libertad, se ha revisado varias veces la prisión preventiva a petición de la defensa, pero se ha mantenido, lo que ha sido confirmado por la Corte de Apelaciones", señaló el fiscal jefe de Ancud, Javier Calisto.

Añadió el representante del ente persecutor que "desde el punto de vista de la tramitación procesal esta persona ya está acusada formalmente, hay una audiencia de preparación de juicio oral fijada para febrero".

En tal sentido, el abogado es claro al señalar que "se está solicitando una pena de 10 años y 1 día (de presidio) por el delito de incendio que abarcó no solamente la iglesia parroquial, sino que la casa parroquial".

Obispado

Dolorosos han sido los alcances de este siniestro, tanto para todos los fieles católicos y vecinos en general, quienes atesoran recuerdos del recinto religioso. Y es que gran parte del reconocimiento mundial que tiene Chiloé, se debe a sus singulares iglesias, cuya historia tiene su génesis con la llegada de los primeros jesuitas a Chile en 1608. Con el objetivo de evangelizar a los pueblos indígenas de la zona, los representantes de esta orden recorrían el Archipiélago. La misma comunidad de fieles, motivada por la celebración de fiestas religiosas y con el fin de recibir a los grupos cristianos, construyeron capillas.

"Para nosotros el año 2020 ha sido duro por la pandemia, pero también por este incendio en este templo que es un monumento nacional. Es una importante construcción e infraestructura que tenía acá Ancud, y estamos tratando de salir adelante", manifestó el obispo de la Diócesis San Carlos de Ancud, monseñor Juan María Agurto.

Asimismo, la autoridad eclesiástica de Chiloé, Palena y las Guaitecas destacó que "la comunidad se ha estado organizando para poder juntar fondos, para poder restaurar y reconstruir también la casa parroquial y el salón múltiple que va a ser ocupado como capilla. Pero también por esto de la pandemia se ha limitado mucho las iniciativas, las actividades, como todos lo sabemos".

Finalmente, el prelado comentó que "para el templo mismo todavía estamos a la espera que las autoridades se manifiesten, como han tenido en su momento la gentileza de solidarizar con nosotros y diciendo que estaban dispuestos a ayudar, bueno esperamos que esto se agilice lo antes posible".

Para Alberto Larraín, vicepresidente de la Fundación de Iglesias Patrimoniales de Chiloé, lo vivido con el incendio de la Iglesia San Francisco generó consternación en toda la comunidad ancuditana.

"De todas las pérdidas patrimoniales que se sufrió el 2020 a raíz de actos vandálicos, la pérdida de la iglesia de Ancud es la más importante en Chile, dice relación a que es la única donde la pérdida fue de un 100%, todas las demás quedaron con parte de la estructura, y además esta iglesia es relevante porque es el único monumento nacional que tiene la comuna de Ancud", indicó.

Referente al seguimiento de la causa en el ámbito judicial, detalló que "efectivamente hemos ido siguiendo todo el proceso, además es uno de los pocos hechos vandálicos que tiene un imputado que está formalizado y que ha ido siguiendo el curso legal respecto a lo que ha estado pasando".

Para el personero, la labor por estos días debe estar centrada en aunar todos los esfuerzos de las entidades correspondientes, para materializar una eventual reconstrucción del templo.

"Nuestra gran expectativa en el fondo tiene que ver con poder generar las condiciones que permitan que la iglesia se recupere para su comunidad. La Iglesia San Fracisco de Ancud no solamente es un referente para la comuna de Ancud, muy gráfico a raíz de su emplazamiento, tiene que ver con que la iglesia estaba instalada sobre una pendiente, entonces era visible desde varios puntos de la ciudad", especificó.

Sumó la fuente que "lo segundo tiene que ver con que de todas las comunidades de la diócesis, esta era una de las comunidades más activas, entonces efectivamente es bastante relevante para la comunidad la pérdida de la iglesia".

Tras los lamentables hechos al inicio del pasado año, vecinos y autoridades manifestaron su preocupación por saber qué pasaría con el recinto. Fue así que la propia ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés, se trasladó hasta Ancud el mismo día del incendio, para constatar en terreno los daños a la construcción indicando por aquel entonces que ya se trabajaba en el plan de reconstrucción de la infraestructura religiosa.

En este contexto, el diputado de la zona, Alejandro Bernales (PL), solicitó a través de la Comisión de Cultura del Congreso Nacional que se oficie a la ministra Valdés, para que informe sobre los avances del mencionado plan de reconstrucción de la Iglesia San Francisco.

Bajo este escenario, Larraín hizo hincapié en que "efectivamente hoy en día hay un proyecto de resolución en el congreso, donde los parlamentarios de la zona solicitan la reconstrucción de la iglesia, y ese proyecto de ley fue votado favorablemente por unanimidad en el congreso, en la Cámara de Diputados, donde se le pide al Estado de Chile que se haga parte".

Adjuntó que "en el contexto del trabajo mancomunado con el ministerio, nosotros tenemos hoy día una mesa de trabajo que a raíz del covid se retrasó bastante su inicio, pero que hoy día está funcionando semanalmente y las últimas reuniones que hemos tenido, tienen que ver con como activamos las posibles vías de financiamiento para poder generar el diseño de la iglesia".

Igualmente, el profesional explicó que "lo segundo tiene que ver con que ningún proceso de reconstrucción, ni en el caso de que se quisiera hacer algo distinto, tiene que pasar por lo que la comunidad quiere, y en el contexto de lo que ha vivido Chiloé con la pandemia, que ha sido una de las zonas más afectadas, ha habido poca posibilidad de reunir a la comunidad, para hacerla partícipe de que es lo que ellos quieren".

Ministerio

En respuesta a las solicitudes hechas al Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, la seremi de la cartera, Paulina Concha, destacó que tras los hechos de aquel 22 de enero, se puso en funcionamiento un plan de detección y combate de incendios para otorgar una protección más sólida a estos recintos religiosos.

"Al cumplirse un año del siniestro registrado en la iglesia de Ancud, nos parece relevante recordar los compromisos asumidos por el ministerio y la propia ministra: trabajar en la prevención de posibles incendios que signifiquen un daño a nuestro patrimonio, para lo cual se hizo una gestión directa con la Superintendencia de Electricidad con el fin de conocer el estado de las instalaciones eléctricas de cada una de las iglesias patrimoniales, donde al cabo de un mes y medio tuvimos los antecedentes necesarios y así trabajar sobre las medidas preventivas pertinentes en cada una de las iglesias", dijo.

La funcionaria incorporó que "el otro compromiso importante es empoderar y entregar las herramientas a la comunidad para que también esté al tanto y proteja su propio patrimonio en coordinación con Bomberos y Carabineros, este compromiso es más paulatino, pero hay que considerar la forma que teníamos de trabajar con la comunidad antes y con la pandemia, donde comunicaciones y conexiones no han sido tan fáciles de ejecutar".

Recalcando lo mencionado por el vicepresidente de la Fundación de Iglesias Patrimoniales de Chiloé, la seremi puntualizó que "entendiendo lo importante que es el trabajo coordinado, es que desde el Servicio del Patrimonio Cultural en la región se ha mantenido una comunicación constante con la Fundación de Iglesias Patrimoniales de Chiloé, realizando reuniones quincenales, acordándose en la última reunión de esta semana, que nos harían llegar por parte de la fundación los proyectos de especialidades y de presupuesto para ser revisados por el Servicio del Patrimonio". Bajo esta premisa, la abogada afirmó que se irá "vislumbrando cómo podemos obtener los recursos necesarios para la posible reconstrucción de la iglesia u otro que decida la comunidad, porque eso también es lo importante: saber qué quiere la comunidad en torno a su patrimonio, hay una resignificación del patrimonio en este caso con la perdida de esta iglesia patrimonial o realmente la comunidad desea que se reconstruya el mismo templo o en similares características".

Historia

La más antigua información gráfica de dicho templo católico data de 1835, en un dibujo efectuado por Claudio Gay, sumando luego los de Conrad Martens y Eduard König, posteriormente en el año 1836 se señala que el Obispado de Ancud la certifica como "Parroquia El Sagrario" emplazada en calle Errázuriz.

El templo perteneciente a la escuela chilota de arquitectura en madera se empezó a construir en 1845, pero a raíz de un incendio tuvo que reconstruirse, por lo cual se inauguró en 1851. Luego, en 1925, otro incendio destruyó tanto la iglesia como el convento ubicado en el mismo terreno, según reportes del Consejo de Monumentos Nacionales. Entre 1925 y 1933 finalmente se construyó la edificación que se mantenía hasta la actualidad, la que pasó a ser Sede Episcopal tras destruirse la catedral producto del terremoto de 1960.

"De todas las pérdidas patrimoniales que se sufrió el 2020 a raíz de actos vandálicos, la de la iglesia de Ancud es la más importante en Chile".

Alberto Larraín, vicepresidente de la Fundación de Iglesias Patrimoniales de Chiloé.