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Piden mayor control por ruidos molestos e ingesta de alcohol a las afueras de feria

Una de las esquinas de la "Ex Yumbel" se ha convertido en el albergue de un grupo de personas que altera la tranquilidad de vecinos y locatarios. Pese a las fiscalizaciones, siguen sus reuniones en plena cuarentena y en toque de queda.
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Gabriela Mayorga Oyarzo

Su preocupación manifestaron vecinos aledaños a la Feria Alcalde José Sandoval Gómez de la comuna de Castro, por los constantes problemas que provoca un grupo de personas que se junta en las afueras del recinto a beber alcohol. Incluso durante el período de cuarentena y en horario de toque de queda, lo que acusan, altera la tranquilidad en este sector.

La esquina de las calles Alcalde Manuel Muñoz y Yumbel, es el punto de reunión, espacio en el que hace algún tiempo se cerró un acceso a la feria, en otoño de 2020.

Verónica Téllez tiene un local en este establecimiento, en el sector donde estaba la puerta que ya no funciona. "Antes con la puerta abierta al menos los podíamos echar, pero de cuando se cerró y no sale para afuera nadie, hacen sus necesidades ahí mismo, a la luz del día. Están con camas, se quedan ahí a dormir, el cemento está todo rayado. Si usted viniera al local de nosotros, para afuera el olor es horrible", relató.

Según su apreciación el que se vuelva a abrir el acceso podría ayudar a que estas personas se alejaran, ya que a pesar de que Carabineros y la Armada fiscalizan, insisten en volver a reunirse en el lugar.

"Yo creo que el problema se solucionaría abriendo las puertas. Ahora no se puede hacer eso. Ojalá se abriera de nuevo la puerta para nosotros mismos sacarlos a ellos, ya que ni Carabineros ni los marinos han podido sacarlos", observó.

Riesgo

Para quienes viven alrededor urge una solución concreta, pues consideran es también un riesgo para la salud de otras personas. Uno de los comerciantes del lugar, que prefirió resguardar su nombre, así lo expresó.

"La verdad he llamado a Carabineros del cuadrante y ellos dicen que no pueden hacer nada porque son personas en situación de calle y no hay donde albergarlos. Entonces yo digo ¿de qué se trata el confinamiento y de qué se trata la mascarilla, y todo esto si ellos tampoco acatan la ley? Por eso es que la otra gente también desobedece. Si no hacen caso a los carabineros y marinos, estos los corren de ahí y al momento se dan la vuelta, ellos vuelven", expuso.

La búsqueda de un albergue para estas personas, plantea, sería una solución. "Lo más indicado sería conseguirles un albergue donde ellos no pasen frío, porque hambre no pasan. La camioneta del Hogar de Cristo les deja desayuno, almuerzo, toda la gente les colabora, les da plata. Lo único que da pena es que cuando llueve, se quedan ahí sin amparo, sin ayuda del gobierno. Debieran ponerse más la mano en el corazón", dijo.

Dado el temor a represalias, una vecina comerciante del sector también pidió resguardar su nombre, comentando que el ruido y desorden que generan estas personas es muy molesto.

"En la noche se llama a Carabineros porque a veces como a la 1 o 2 de la mañana, en toque de queda, ellos tienen parlantes, ponen música y están tomando igual. Hay gente en situación de calle, pero no todos. Algunos son agresivos, tienen mal comportamiento", contó.

Desde la Segunda Comisaría de Castro se reconoció que en el sector se hacen constantemente fiscalizaciones. Sin embargo, desde el cierre del albergue 24/7 el año pasado, el problema se intensificó, sostuvo el jefe de la unidad base Gustavo Guajardo.

El oficial agregó que "el día 5 de noviembre fue cerrado el albergue 24/7, entonces eso a nosotros nos permitía tener esta situación relativamente controlada en coordinación con la municipalidad y redes de ayuda, pero desde que cerraron, esta gente en la actualidad no tiene donde estar".

Remarcó el comisario que "esto lo informamos a la municipalidad con fecha noviembre de 2020, remitimos un oficio, donde solicitábamos a la autoridad comunal tramitar alguna dependencia o reubicar a estas personas donde pudieran dormir, pero mientras eso no se produzca, escapa a nosotros".

También desde la Gobernación Marítima de Castro, el teniente Daniel Ramírez, explicó que las detenciones de personas no prosperan. "Ejecutamos detenciones de estas personas en primera instancia, las pusimos a disposición de la Fiscalía, pero dada la condición de calle, que no tienen domicilio ni nada, son casi inimputables y, por lo tanto, a esas personas hacerles un procedimiento policial, posteriormente queda nulo", aclaró.

Reinserción

Por su parte, desde la Dirección de Seguridad Pública del municipio de Castro, su encargada, Lorena Barría, sostuvo que se fortaleció el cuidado de la feria, con tres guardias en el perímetro del recinto, además de la existencia de cámaras de televigilancia.

"Se ha estado haciendo un trabajo social con las personas en situación de calle, con las cuales es viable y posible de desarrollar reinserción en la vida familiar; que acaten las normas sanitarias que rigen con la pandemia. También comenzará a regir la ordenanza de ruidos molestos. Todo lo que sea el orden público durante el día estamos dispuestos como municipio a apoyar y durante la noche le corresponde a las Fuerzas Armadas, después del toque de queda", aclaró.

"Se quedan ahí a dormir, el cemento está todo rayado. Si usted viniera al local de nosotros, para afuera el olor es horrible".

Verónica Téllez,, locataria de la feria.

"Solicitamos a la autoridad comunal tramitar una dependencia o reubicar a estas personas".

Gustavo Guajardo,, comisario Carabineros Castro.