columna
Pandemia y sus consecuencias en la salud oral
Durante la pandemia, especialmente en los períodos de cuarentena y en las primeras etapas de desconfinamiento, la atención odontológica se restringió solo a las urgencias para retomar con posterioridad aquellos tratamientos electivos priorizados, debido a la forma de transmisión del virus y la particularidad del ambiente odontológico en relación a la generación de aerosoles.
Para la atención de forma segura, se establecieron recomendaciones y protocolos. Sin embargo, se produjo la postergación de muchos tratamientos, más allá del esfuerzo desplegado por los equipos de salud para mantener la continuidad de la atención, aprovechando el uso de herramientas tecnológicas para consulta remota y realizando procedimientos no invasivos, entre otras acciones implementadas.
Sin duda que la disponibilidad reducida del servicio, durante este período, afectará negativamente tanto su aceptabilidad (pacientes temerosos al contagio), como a la salud oral de las personas (mayor prevalencia de patologías), con efectos a mediano y largo plazo, sobre todo en las comunidades más vulnerables.
La evidencia indica que la pandemia se ha comportado de manera desigual en las comunidades más desfavorecidas socialmente, siendo estas las más dañadas. La naturaleza sindémica del covid-19 ha profundizado las inequidades ya existentes de las enfermedades crónicas y los determinantes sociales de la salud, y la salud oral no está ajena a este efecto.
Es así como la odontología comunitaria, el trabajo interdisciplinario, la promoción de la salud y la prevención de enfermedades cobran relevancia, siendo esta una oportunidad para pensar en cómo podemos continuar entregando salud bucal, más allá de lo curativo dentro del box dental, durante una pandemia.
Elizabeth López, directora de Control de Calidad, Fac. Odontología, UNAB