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frenar el espiral delictivo en ancud.-

Preocupados están los vecinos de Ancud por el esperial delictivo que se observa en distintos puntos de la comuna. Los dirigentes sociales acusan desprotección en algunos barrios de la ciudad y piden mayor vigilancia policial por parte de Carabineros para contrarrestar la escalada de robos y asaltos que ocurren en alunos sectores cuando cae la noche.

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No podemos hacerlo solos

La trágica realidad del COVID-19 golpeó duramente al Hogar de Cristo en Chiloé a comienzos de este año, la sorpresiva muerte de tres usuarios: dos personas en situación de calle que asistían a la Hospedería de Quellón y una adulta mayor del Programa de Atención Domiciliaria Adulto Mayor (PADAM) de Ancud. Junto con el dolor que esto nos causa, apelamos a que estos fallecimientos no se queden en la indiferencia, pues probablemente sus experiencias de vida en marginalidad, pobreza y/o abandono contribuyeron a que se contagiaran, enfermaran y murieran. Ya la pandemia nos ha demostrado que el coronavirus hace estragos entre quienes tienen menos y son más vulnerables.

Lejos de desalentarnos, la partida de Víctor Cofián, Arturo Muñoz y María Ida Alvarado fortalece aún más nuestro compromiso inspirado en san Alberto Hurtado quien nos llamó a estar donde más nos necesitan. Al igual que muchas organizaciones de la sociedad civil y que los servicios públicos, el Hogar de Cristo es un actor más del tejido que se ha construido para enfrentar la pandemia. No trabajamos en solitario sino dentro de una red en la que hemos aportado ideas, estrategias y recursos humanos llenos de experiencia en el mundo de la pobreza.

La desigualdad social y la extrema marginalidad son responsabilidades colectivas en las que el rol del Estado es fundamental. Nosotros como Hogar de Cristo nos ponemos a disposición con amor y profesionalismo en la tarea diaria que efectuamos en hospederías, residencias y programas de acompañamiento para los adultos mayores más necesitados de la isla, siguiendo todos los protocolos sanitarios para prevenir los contagios.

El proceso de vacunación nos llena de esperanzas para que este 2021 se recuerde como el año que superamos la pandemia, sin embargo, nos aflige pensar que una vez que esta crisis de salud termine, volvamos a la "antigua normalidad", donde los procesos de cambios significativos de la realidad de quienes son más vulnerables, vuelvan a caer en el olvido y el desinterés. Tenemos que preguntarnos en forma crítica si en Chiloé y en todo Chile estamos haciendo lo correcto para cambiar en forma permanente la vida de tantas personas que quieren superar la otra pandemia: la de la indiferencia, el individualismo y la falta de solidaridad.

Antonio Cortés, Jefe de Operación Social Territorial Hogar de Cristo Chiloé