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Arresto domiciliario para el sargento imputado por muerte de malabarista

Fiscalía lo acusó de disparar seis veces, el último de forma "injustificada" cuando la víctima ya no era una amenaza.
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Diego Gotelli C.

Por más de 7 horas se extendió la formalización contra el sargento segundo de Carabineros Juan González Iturriaga, quien enfrentó a la justicia acusado de dar muerte a un malabarista en Panguipulli.

El Ministerio Público lo encausó como presunto autor del delito de homicidio simple, sindicándolo según la investigación, de haber baleado a Francisco Martínez, a quien le hizo un control de identidad en la tarde del viernes, operativo que culminó con seis disparos de bala, el último de estos calificado como "injustificado".

El tribunal lo dejó con arresto domiciliario total a petición de la Fiscalía, ratificando que el último disparo, el letal, fue innecesario y "un uso excesivo de la fuerza".

Según la reconstrucción de los hechos realizada por el ente persecutor, el operativo ocurrió pasadas las 15 horas, cuando el imputado junto a dos colegas patrullaban por el centro tras custodiar el proceso de vacunación en un Cesfam.

Los tres uniformados llegaron dos días antes a la localidad de Los Ríos, para reforzar la dotación por el Plan Verano.

El jefe la Quinta Comisaría les encomendó apoyar con controles a mochileros y quienes piden dinero, pues habrían recibido quejas de turistas.

En ese grupo, el oficial les habló de un malabarista que usaba machetes, según declararon los acompañantes de González.

Los seis disparos

En el patrullaje el sargento era el jefe de ronda. El rancagüino, trasladado desde Concepción, fue quien según la indagatoria decidió controlar a Martínez por portar las cuchillas de 60 centímetros que usaba para su show.

En la audiencia el fiscal Marcelo Leal usó testimonios y videos para detallar el operativo. Narró que el sargento le pidió el carnet al malabarista, este se negó y le dijeron que lo llevarían a la comisaría. Al acercarse, el artista levantó sus cuchillos, el sargento sacó su arma y al no responder a sus llamados de bajar los implementos disparó al suelo.

Luego el malabarista se habría acercado al policía, cuchillos en mano, haciéndole retroceder 15 metros, tras lo cual el imputado le disparó dos veces. Una bala dio en su pie.

Tras ser herido, relató el fiscal, la víctima se habría abalanzado sobre el sargento, recibiendo tres disparos más. El último, el letal, lo alcanzó en el corazón. Ese proyectil es el que le cuestiona el Ministerio Público, pues afirman que en ese entonces el malabarista ya había perdido el equilibrio por los impactos y estaba cayendo, dejando de representar una amenaza.

"El último disparo es innecesario. No hay necesidad racional de la defensa. Pasa a ser injustificable", enfatizó el fiscal regional Juan Meléndez.

Los abogados querellantes instaron a elevar el delito a un homicidio calificado, solicitando dejar en prisión al imputado. El abogado de la familia, Rodrigo Román, argumentó que existió "alevosía", mientras que el INDH añadió que los policías no estaban realmente en riesgo pues las armas no tenían filo, y que en un comienzo no los amenazó pues las tenía cogidas desde la cuchilla y no por el mango.

El defensor Pablo Ardouin insistió que el actuar de su representado fue en "legítima defensa"; que él trató de evitar disparar pero "no le quedó otra alternativa"; que la "exaltación" de la gente impidió que lo auxiliaran; y que el sargento cumplió el protocolo. "Él vino a servir a Panguipulli. Nunca quiso esto", dijo.

Más temprano el Presidente Sebastián Piñera dijo que el tribunal tendrá que resolver si el operativo se ajustó al marco legal. Junto con lamentar la muerte, el mandatario defendió a Carabineros y al control de identidad.

"Es un instrumento útil y necesario para proteger el orden público", acotó.

Abren indagatoria por presunto suicidio dentro de comisaría

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Con una breve declaración, Carabineros confirmó ayer la muerte de un detenido al interior de la 51 comisaría de Pedro Aguirre Cerda.

De acuerdo a la institución, el joven "por razones que se investigan" se habría suicidado en un calabozo. El hecho habría ocurrido la tarde del domingo, y se abrió un sumario para esclarecerlo.

El fallecido fue identificado como Camilo Miyaki, joven de 27 años que según la versión de su familia, recogida por el Observatorio de Derechos Humanos Anexppsa, fue arrestado junto a su pareja tras infringir la cuarentena que regía ese día en la comuna.

En un comunicado la agrupación aseguró que ella fue liberada al poco tiempo, pero él se mantuvo retenido al ser reincidente, y que fue trasladado a una celda que, acusan, no era captada por las cámaras del recinto. A las pocas horas se notificó que se habría suicidado.

"Su pareja indica que Camilo no tenía enfermedades de salud mental y en ningún caso mostró ideas suicidas. Tenía planes y proyectos", afirma el texto, donde calificaban de "extraña" su muerte.

La Fiscalía dijo que tras periciar cámaras y otros antecedentes por ahora se descartaría la acción de terceros, aunque esperan la autopsia.