Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Deportes
  • Servicios
  • Clasificados
  • Estrellas

Emprendedores agrícolas y artesanos retoman feria en Plaza de Armas de Ancud

Actividad se realiza los martes y jueves de 8.30 a las 14.30 horas.
E-mail Compartir

Gabriela Mayorga Oyarzo

Todos los martes y jueves, mientras las condiciones del tiempo y aquellas derivadas de la pandemia lo permitan, se realizará la feria de emprendedores en la Plaza de Armas de Ancud, la cual se reanudó este martes.

La actividad, que se desarrolla entre las 8.30 y 14.30 horas, es liderada por la Dirección de Turismo y Fomento del municipio y tiene como objetivo apoyar a usuarios de diferentes programas que ejecuta la entidad, además de algunos productores vinculados a las oficinas consistoriales de Asuntos Indígenas y de la Mujer.

La directora de Turismo y Fomento, Leonor Herrera, destacó que estas jornadas son una oportunidad para los pequeños productores agrícolas que no han tenido mayor oportunidad de comercializar sus productos debido a la contingencia del coronavirus. "Fundamentalmente estamos hablando de hortaliceras, artesanos y artesanas. Gente que produce envasados como conservas, ese tipo de alimentos van a poder ser expendidos. Entendemos que hay mucha gente que producto de la pandemia está teniendo dificultades económicas y como municipio estamos preocupados de eso", sostuvo.

Para el cuidado de los expositores y de la comunidad se dispone de medidas sanitarias en el espacio. "La idea es que los vecinos que quieran apoyar, compren y se retiren del lugar. Tenemos dispuesto mascarillas, alcohol gel, hacemos recambio de mascarillas cada dos horas a las personas que están trabajando en la feria, cuidando todos los aspectos sanitarios; y facilitando la posibilidad de vender en las mejores condiciones y que el público que va a comprar tenga la certeza y seguridad que se corre el mínimo riesgo", sumó la funcionaria.

Marisol Alarcón es una de las participantes de la feria. Ella hace algún tiempo ideó maceteros para plantas que ofrece al público. "Hace cuatro meses estoy comenzando haciendo maceteros de concreto y piedra. Gracias a Dios, me ha ido súper bien y estoy conforme con mis ventas", expuso.

A su vez, Marisol Levie vende arándanos que se producen en el sector rural de Cogomó. "Damos las gracias al alcalde por la oportunidad de abrir esta feria y a la Oficina de la Mujer. Estamos viviendo un tiempo tan difícil con este virus que no se va y ya hace algunos días tenemos la posibilidad de vender nuestras cositas", expresó.

Rotación

Los expositores de la feria rotarán para dar la posibilidad a distintos hortaliceros, artesanos y productores de vender durante cada semana que se lleve a cabo la feria. El municipio trabaja con alrededor de 900 vecinos de distintos sectores, aunque no todos comercializan su producción.

Prodesal, PDTI, Mujeres Jefas de Hogar, Fomento Productivo, Oficina de Pesca, OMIL, Asuntos Indígenas, Oficina de la Mujer son algunas de las reparticiones o programas que también han colaborado invitando a los productores locales para que ofrezcan sus artículos cada martes y jueves en el paseo cívico.

cronica@laestrellachiloe.cl

columna de opinión

E-mail Compartir

Inmigración: ¿problema u oportunidad?

Hoy la migración constituye un tema de debate y conflicto en muchas partes del mundo y nuestro país no es la excepción. ¿Quién habría imaginado que nuestro país sería un destino atractivo para muchos hombres y mujeres provenientes de países principalmente de América Latina?

Durante la segunda mitad del siglo XX la palabra inmigrante era un concepto que los chilenos no teníamos muy internalizado, más bien era algo ajeno que sucedía en Europa, en Estados Unidos o, en general, en los países ricos. Por ser parte de la categoría de países pobres, lo normal para nosotros era hablar de los compatriotas que partían -emigrantes- que eran los que salían de Chile en busca de mejores horizontes.

También están los miles de compatriotas que se vieron obligados a dejar el país durante la dictadura de Pinochet.

Los flujos migratorios hacia un país determinado dependen en parte de su realidad interna, del atractivo de su situación económica, estabilidad y paz social. Pero también dependen de lo que ocurra en otras realidades como la existencia de territorios donde se desatan conflictos sociales, persecuciones políticas, étnicas u otras que llevan a que un número importante de personas huyan en busca de una vida mejor.

A pesar de la explosión del fenómeno migratorio hacia Chile a partir del año 2015, el número total de inmigrantes que viven hoy acá es relativamente bajo si lo comparamos con países desarrollados de Europa, Estados Unidos, Australia o Canadá. Ni siquiera es tan diferente al gran flujo migratorio ocurrido aquí a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX.

La inmigración hacia nuestro país, según el profesor Roberto Méndez, distingue tres fases bien definidas: una histórico-constante hasta el 2010, con un número que varía entre los 5.000 y 6.000 nuevos extranjeros cada año. El período comprendido entre fines del 2010 y que va hasta el 2014, en que el número de inmigrantes ingresados por año fue de 49.000 personas; y la etapa que parte el año 2015 hasta hoy, en que el ingreso de extranjeros por años se ubica por sobre las 200 mil personas.

De acuerdo con las estimaciones del INE, se calcula que a fines de 2019 en Chile había un millón y medio de extranjeros que constituyen el 8% de la población total. Hoy la población de extranjeros en Chile es muy superior, comparada con el resto de los países de América Latina y con países de menores ingresos en otras partes del mundo.

paralelo

Sin embargo, comparada con otros países de la OCDE, de la cual Chile es miembro, la población de extranjeros sigue siendo baja. A modo de ejemplo, en Francia los extranjeros representan más del 12% de la población; en España, el 13%; en Italia, el 10%; en Suecia, sobre el 17%; Noruega, 15,1%, y en Dinamarca es el 11,5%.

La masividad en la llegada de extranjeros ha provocado cambios importantes en nuestra sociedad. Por ejemplo, el promedio de edad es inferior al nacional, generando un efecto demográfico positivo al retrasar el envejecimiento y aumentar la capacidad laboral.

La llegada de extranjeros y la forma de enfrentar el fenómeno migratorio representan un gran desafío para las autoridades de nuestro país y para nosotros como nación. Tenemos la oportunidad de tratar a los inmigrantes como personas con derechos humanos o definitivamente verlos como inferiores con derechos restringidos, que pueden llegar a ser objeto de discriminación y que no tienen derecho a vivir con sus familias.

La construcción de una sociedad diversa e inclusiva es una tarea de toda la nación y todos debemos aportar para ello.

"La llegada de extranjeros y la forma de enfrentar el fenómeno migratorio representan un gran desafío para las autoridades de nuestro país y para nosotros como nación. Tenemos la oportunidad de tratar a los inmigrantes como personas con derechos humanos o definitivamente verlos como inferiores con derechos restringidos, que pueden llegar a ser objeto de discriminación y que no tienen derecho a vivir con sus familias".

Cozut Vásquez González,, investigador asociado del Centro de Estudios del Desarrollo (CED)