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Advierten alza en muertes violentas de pudúes isleños en las últimas semanas

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Distintas organizaciones en Chiloé piden aunar esfuerzos para proteger al pudú (Pudu puda). Esto ante las muertes de esta especie, situación que ha visto un alza en el último tiempo.

El tranquilo estilo de vida de uno de los ciervos más pequeños del mundo, que habita en diversos sectores del centro-sur de Chile y algunas áreas de Argentina, teniendo en el Archipiélago uno de los lugares con mayor cantidad de avistamientos, se ha visto seriamente afectado por el impacto del hombre, especialmente por atropellos, el efecto de perros abandonados o asilvestrados e incluso las personas que buscan obtener alguna fotografía de ellos.

También existen otras amenazas para este cérvido como la caza ilegal y la pérdida de hábitat, incluyendo la depredación del bosque nativo y los incendios forestales.

Para los activistas isleños la fauna silvestre del territorio insular se encuentra desprotegida, principalmente por la falta de fiscalización, políticas articuladoras inexistentes, ausencia de recursos e infraestructura pertinente para enfrentar el tema.

De acuerdo a algunas cifras proporcionadas por las distintas organizaciones no gubernamentales que abogan por este tema, desde el 2017 un 41% de los ejemplares que fallecen en forma violenta es a causa del ataque de canes, mientras que un 29% perece por atropellos; en tanto, su nivel de recuperación en los centros de rehabilitación no supera el 35 por ciento.

Asimismo, se estableció que cerca de 40 pudúes mueren al año en estas circunstancias. Una cifra que este 2021 podría ser mucho mayor, pues desde el pasado 23 de febrero al 8 de marzo se tiene registro de fallecimientos de diez animales, 9 por el impacto de vehículos motorizados a ejemplares que intentan cruzar caminos y otro ciervo por mordedura de canes. Es decir, un cuarto del promedio anual de individuos muertos se concentró en apenas dos semanas.

Centro de rehabilitación

Actualmente en Chiloé solo existe un centro de rehabilitación para animales silvestres, heridos o débiles, en su mayoría traídos por personal del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) y también por particulares. Se trata de Centro de Conservación de la Biodiversidad Chiloé-Silvestre, idea que nace de la entidad que lleva el mismo nombre; partió en el 2009 creando una organización comunitaria, con los objetivos específicos de educar en relación a la fauna silvestre nativa y sus problemas de preservación, rehabilitar fauna silvestre dañada como una manera de mitigar el impacto antrópico y realizar investigación en la misma para apoyar en medidas de conservación.

Desde el 2013 la ONG trabaja en un terreno propiedad de Sernapesca en Nal Bajo, que corresponde a la Reserva Marina de Pullinque, ubicada en la península de Lacuy, comuna de Ancud.

Así lo relata Javier Cabello, médico veterinario y presidente de Chiloé-Silvestre. "La verdad es que en el último año (2020) se dispararon los casos ingresados de pudúes por ataques fundamentalmente de perros, esa es la principal causa de ingreso de estos animales al centro. Es triste, es lamentable, da bastante rabia porque es una causa directa netamente de las personas. Estos animales llegan mordidos, a veces con fracturas, infecciones y recuperarlos es bastante difícil", lamentó.

El experto añadió que "un gran porcentaje de estos animales que ingresa por esta causa fallece, incluso a veces en el trayecto (previo), otras veces al día siguiente; entonces es un problema bastante complejo que nosotros vemos para la especie y quizás no es de tan difícil solución, porque como digo es responsabilidad netamente de las personas. En segundo término, también están los atropellos; ha habido bastantes pero a nosotros como centro de rehabilitación no nos llegan los animales porque se mueren".

Precisamente sobre los último es frecuente observar individuos a orillas de caminos y carreteras alimentándose y desafortunadamente muchos atropellados. En relación a algunos análisis, se pueden especificar a tres sectores principales de riesgo de atropellos: Butalcura, Puntra y Mechaico, especialmente en la Ruta 5 Sur.

"Este último tiempo hemos tenido montones de fotos de atropellos en la zona de Butalcura, creo que hubo dos atropellos en la misma semana y en el mes a lo mejor cuatro o cinco", puntualizó Cabello.

Si bien se efectúan denuncias por fauna silvestre dañada en la zona insular, por ahora ningún organismo del Estado hace eco a estos problemas de forma rígida. Así lo manifestó el ambientalista, quien además hizo hincapié en la labor de las autoridades locales para tales efectos: "Hay varias cosas que deberían hacer, en Chiloé somos 10 comunas, hay 10 municipios, y yo creo que en algún punto tienen que ponerse de acuerdo para este tipo de cosas; cosas tan sencillas como cambiar los letreros que hay en la carretera, porque aparece un ciervo que no tiene ninguna forma de pudú, lo sacaron de otro país. Letreros actualizados y que diga 'zona de pudúes', 'disminución de velocidad' (son necesarios)".

Adicionó que "en cuanto a legislación, existe la Ley de Tenencia Responsable de Mascotas, que lo que indica es que el dueño se haga responsable del daño, pero no especifica el tipo de sanciones en caso de que el perro haga algún daño".

red de fauna

Para las organizaciones es vital enfrentar esta problemática, articulando al sector público y la sociedad civil. Entre las iniciativas que han surgiendo, se encuentra la denominada "Red de Fauna Accidentada de Chiloé", la que ha llegado a sumar más de 60 denuncias de fauna silvestre herida en los últimos meses. Entre los gestores de esta instancia está Joel Peña, joven de 20 años oriundo de Chaitén pero radicado en Quellón, quien además dio origen a la ONG Chiloé Protegido. Él también forma parte de Fridays for Future Chile, versión criolla del movimiento que en Suecia fundó la activista Greta Thunberg, con quien ha compartido presencialmente.

"Creamos una iniciativa llamada Red de Fauna Accidentada de Chiloé, que básicamente es para rescatar, trasladar y registrar a la fauna nativa que se accidenta en Chiloé, por atropello de vehículos, ataque de perros, etcétera. Nosotros con el tiempo nos dimos cuenta que mucha gente publicaba (hecho) en grupos de compra y venta o pedía información; no existía un canal donde se pudiera colaborar o ayudar a esos animales", manifestó.

Peña subraya que hacía falta "por otra parte, obtener más datos, entonces mucha información se perdía. También tiene que ver con el colapso institucional que hoy día vive el SAG, donde se le asignan muchas funciones a un equipo pequeño. Eso hace que muchas veces no se pueda cumplir con las atenciones para rescatar, trasladar y registrar todo esto que sucede", recalcando que se trata de un trabajo colaborativo con distintas organizaciones funcionales y la propia Chiloé-Silvestre.

Bajo esta premisa recalcó que "nosotros empezamos a recibir mucha denuncia que nos permitieron constatar el problema, y uno de los casos más enigmáticos es el pudú, que es un animal que está muriendo en demasía. Hoy día la situación es crítica, no sabemos la razón de por qué cada vez están muriendo más pudúes, peros sí sabemos las principales causas".

La fuente describió que el rescate de fauna silvestre debe realizarse bajo el alero de políticas públicas que sean mucho más rigurosas. "Tiene que ver por muchas razones; por una parte, si bien falta legislación, la legislación que hay tampoco es fiscalizada, entonces no sé si una ley sin fiscalización, como ocurre, venga a solucionar el problema. Cuando se han querido endurecer las medidas de tenencia responsable respecto a especies introducidas, como lo que es un perro o un gato, finalmente lo que hemos tenido son manifestaciones en Santiago de grupos rescatistas de perros y gatos", arguye.

Joel acusó que "eso es algo que conversamos con Javier Cabello de Chiloé-Silvestre; cuando se intentó poner al perro como una especie introducida para el control de la misma, lo primero que se hizo por parte de los grupos animalistas fue hacer una protesta afuera de los diversos servicios para que esto se anulara, y la solución fue hacer más esterilización. Entonces cada vez que se ha intentado endurecer una medida en torno a la tenencia responsable, nos hemos encontrado con las mismas personas que entrampan el proceso".

En tanto, Juan Carlos Viveros, del Movimiento Defendamos Chiloé, comentó que es una "verdadera tragedia" la que afecta a estos cérvidos, una especie fundamental para la continuidad de los ecosistemas y la biodiversidad insular. "Es un tema relevante para nosotros, puesto que el pudú, uno de los ciervos más pequeños del mundo, se ha convertido en todo un símbolo de la biodiversidad chilota. Junto a otras ONG del Archipiélago estamos trabajando en levantar una propuesta común con las principales acciones que debiésemos proponer a las autoridades y servicios públicos de manera de disminuir al máximo los riesgos de atropellos y perros", acentuó el ancuditano.

SAG

Desde el SAG en la Región de Los Lagos se indicó que sus equipos concurren a atender la afectación de un animal de la fauna silvestre protegida cada vez que conoce de un accidente que le provoque daños.

En este sentido, Eduardo Monreal, director de dicha repartición, enunció que "la participación de la comunidad es esencial al informar del lugar en que ha ocurrido, por ejemplo, el atropello u otro accidente que limite el bienestar de un pudú u otra especie protegida".

De acuerdo a la base de datos de SAG, "el año 2020 se recibieron y atendieron 31 denuncias por fauna accidentada en Chiloé, de las cuales 8 (25%) correspondieron a pudúes. En este sentido, se destaca que todas las denuncias son atendidas una vez que son conocidas por el servicio. Así, dependiendo de la evaluación de la condición en que se encuentra el ejemplar, este puede ser liberado o derivado a un centro de rehabilitación y rescate, donde recibe los cuidados de especialistas para que quede en condiciones de ser liberado lo antes posible", enfatizó.

Sin embargo, el personero reconoció que en ocasiones "las personas deciden no dar aviso de un atropello, pues piensan que tendrán algún tipo de sanción. Si bien la Ley de Caza aplica sanciones a quienes cazan o capturan animales protegidos, es importante señalar que un accidente (como un atropello) no constituye infracción a la ley y, por lo tanto, no hay sanciones que aplicar. Por esto, se hace un llamado a la comunidad a dar aviso al SAG cuando una situación como la señalada ocurre".