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Schick: "Debemos abogar por un modelo de desarrollo productivo para Ancud"

El personero retorna a la arena política en busca de un lugar en el Concejo Municipal de Ancud.
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César Cárdenas

El ex concejal de la UDI por dos periodos en Ancud, Sergio Schick, se embarcó nuevamente en el desafío de competir por una concejalía en la comuna del Pudeto, luego de algunos años alejado de las lides políticas.

El actual secretario general de la Corporación Municipal de Educación y Servicios Ramón Freire de Dalcahue, aseguró que dado el llamado que le hizo su correligionario y candidato a alcalde en Ancud, Aliro Caimapo, sumado a la situación que a su juicio ha debido enfrentar esta ciudad en los últimos años, decidió volver a una elección popular, la que en este caso se desarrollará los días 10 y 11 de abril.

-¿Cómo se da la posibilidad de volver a competir por uno de los sillones edilicios de la Municipalidad de Ancud?

-Varia gente lo sabe, no es que yo haya estado alejado del tema político, siempre voy a estar mentalizado y siempre voy a participar. Aliro Caimapo, candidato a la alcaldía de Ancud, me solicitó específicamente que yo lo pudiera acompañar como candidato a concejal; acompañarlo en esta ruta que él se ha trazado y que básicamente consiste en recuperar Ancud para los ancuditanos, es el eslogan de mi campaña, pero refleja una realidad que mucha gente lo siente.

- ¿Cuáles son las principales carencias y necesidades que actualmente tiene la comuna?

-Básicamente el tema de que no hay un modelo de desarrollo productivo para nuestra comuna, hoy día como se dice "hay muchos palos de ciego", en el sentido de que no existe claridad respecto de hacia dónde apunta el desarrollo de nuestra comuna, no hay una línea de trabajo real, concreta, exacta, que sobre todo en esta última administración se hizo muy patente. Aquí todo el mundo habla del turismo, de que Ancud es una ciudad turística, si efectivamente tenemos los parajes, tenemos las condiciones naturales para transformarnos en una gran ciudad turística, sin embargo, el apoyo que se necesita para estas iniciativas no se ha dado.

-¿Cómo proyecta una eventual concejalía en medio del escenario adverso con el que se van encontrar, en términos sociales y económicos producto de la pandemia?

-El próximo escenario que se nos presenta es uno de los más adversos de la última década, no solamente por el tema de la pandemia que vino a acrecentar y colocar una lápida a todo lo que eran las posibilidades de crecimiento y desarrollo de nuestra comuna; el estallido social del 18 de octubre, y además en el caso nuestro los altos déficit que maneja la municipalidad, sobre todo en áreas tan sensibles como es la educación ¿Esto cómo puede revertirse?, básicamente con una buena gestión. Primero hay que traer mucho recurso, mucha inversión pública, la inversión privada también es interesante y necesaria, pero tenemos que partir por la inversión pública.

-En elecciones anteriores, Sergio Schick ha triunfado con buenos números en Ancud. ¿Por qué la ciudadanía debería inclinarse nuevamente por este candidato?

-Debo agradecer porque siempre la comunidad de Ancud me ha tratado muy bien y con cariño, eso demuestra que uno ha hecho algo positivo por la gente. En estos días de campaña, la recepción ha sido bastante positiva de la gente, entonces yo les agradezco de que siempre me hayan privilegiado como uno de los candidatos que ha obtenido las más altas mayorías, y espero sinceramente -a pesar de que habemos tanto candidato, son 37- pero ojalá la comunidad considere mi postura. Mi único objetivo que tengo como concejal es ayudar a mi comuna.

columna de opinión

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Un Sistema de Seguridad Social fundado en la Solidaridad

El año 2019 una profesora jubilada antofagastina interpuso un recurso de protección para retirar sus ahorros previsionales y así poder pagar un crédito hipotecario.

Dicha acción vino a encender aún más el debate sobre las características del modelo de pensiones chileno, permitiendo discutir el tema de fondo, vale decir, la necesidad de caminar hacia un sistema de seguridad social como el que existe en gran parte de los países y cuyo componente fundamental es la solidaridad.

Nuestro sistema previsional de capitalización individual está en crisis. Las bajas pensiones para la mayoría de las personas, las discriminaciones contra la mujer, las suculentas ganancias de las AFP, las altas pensiones de las Fuerzas Armadas, de Orden y Gendarmería, son algunas causas de la escasa legitimidad ciudadana respecto de un sistema impuesto por la dictadura y que es símbolo de abusos.

Nuestro sistema de pensiones evidencia serias dificultades estructurales que, difícilmente, se podrán corregir con ajustes marginales.

En el año 1980, durante la dictadura cívico-militar, en nuestro país se transitó de un sistema de pensiones basado en el reparto a un sistema de ahorro individual gestionado por entidades privadas (A.F.P.), que fueron plasmadas en la Ley N°3.500. Se impuso un financiamiento de tipo individual, a partir de los ahorros de cada trabajador durante toda su vida laboral, con el objeto de costear sus prestaciones previsionales, a diferencia del antiguo sistema en que los recursos iban a un fondo común suministrados por los aportes del empleador, trabajador y el estado en el cual eran gestionados por cajas previsionales.

El cambio de sistema contemplaba la promesa de pensiones con tazas de reemplazos superiores al 70% del promedio de los últimos sueldos de la vida laboral del trabajador, promesa que no se cumplió.

El sistema de pensiones actual, se aleja de los criterios internacionalmente recomendados por la OIT y aceptado por múltiples gobiernos referente a cotización tripartita. En contraste con las economías de altos ingresos de la OCDE, organización de la cual nuestro país es parte, que mantienen sus sistemas de reparto y a las que se les han ido introduciendo ajustes atendiendo a factores como por ejemplo, el demográfico, en nuestro país existe un sistema de pensiones fuertemente privatizado, aunque apuntalado por el estado a través del Pilar Solidario, que busca compensar las carencias del sistema de cuentas individuales.

Una transformación del sistema, requiere establecer la libertad de elección de los cotizantes respecto a qué pilar contributivo desea pertenecer. Un nuevo sistema de previsión debe ser parte de un sistema solidario y recíproco, como el que caracteriza a muchos sistemas de seguridad social en el mundo y que también existió en nuestro país.

Se necesita de transformaciones sistémicas orientadas a restablecer principios de solidaridad intergeneracional e intra-generacional que caracterizan a un genuino sistema de seguridad, aumentando su base financiera, hoy afectada, por el no pago de contribuciones por el sector de empresas.

Desprivatizar la seguridad social es el camino necesario para constituir un genuino sistema de seguridad social que eleve las pensiones, elimine el rentismo, las altas comisiones que afectan a los pilares de capitalización privada, entre otros.

El Estado debe asumir una responsabilidad gravitante en el manejo del sistema previsional, transformándolo en una responsabilidad pública y no en lo que ha sido hasta hoy, un negocio privado.

"Nuestro sistema previsional de capitalización individual está en crisis. Las bajas pensiones para la mayoría de las personas, las discriminaciones contra la mujer, las suculentas ganancias de las AFP, las altas pensiones de las Fuerzas Armadas, de Orden y Gendarmería, son algunas causas de la escasa legitimidad ciudadana respecto de un sistema impuesto por la dictadura y que es símbolo de abusos".

Cozut Vásquez González,, Investigador Asociado Centro de Estudios del Desarrollo, CED