Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Deportes
  • Servicios
  • Clasificados
  • Estrellas

Ambientalistas piden proteger áreas de avistamiento de ballenas en la zona

Estudios indican que el alto tráfico de embarcaciones en todo este perímetro, la sobreexplotación de su hábitat y la constante contaminación de las aguas producto de la actividad de la industria acuícola, amenazan seriamente la supervivencia de los cetáceos.
E-mail Compartir

Redacción

Diversas organizaciones medioambientales vienen advirtiendo desde hace años el preocupante abandono que presentan las áreas de avistamiento de ballenas en el territorio insular, lo que implica una serie de enormes riesgos para su conservación. Recalcan que la olvidada "ecorregión chilota", que contempla desde Maullín hasta la península de Taitao, incluyendo los golfos Coronados, Ancud y Corcovado, Butachauques y los archipiélagos de Chiloé, está absolutamente desprotegida y carente de un marco regulatorio, situación que pone en peligro a estas especies marinas. Expertos señalan que la ballena azul, las jorobadas y las francas australes son los ejemplares que con regularidad frecuentan estos espacios marítimos.

Nuevos monitoreos científicos están revelando sus hábitos de alimentación, sitios preferidos y los mayores riesgos que enfrentan estos cetáceos, principalmente la ballena azul, en las aguas del sur de nuestro país.

Los investigadores reconocen la riqueza biológica en términos de productividad que tiene toda el área del Corcovado, lo que realza su valor como ecosistema. Los científicos estiman que unas 700 ballenas azules se alimentan en la zona de Chiloé cada año, debido a que su área de alimentación tiene características muy singulares, ya que se combinan aportes de nutrientes del mar y de los ríos. A esto se suma la abundancia de diatomeas (un tipo de alga unicelular), que son el plato preferido del krill, que a su vez es el único alimento de las ballenas azules. De ahí -recalcan los ambientalistas- la importancia de conservar y proteger estos espacios marinos. Desafortunadamente, estudios indican que el alto tráfico de embarcaciones en todo este perímetro, la sobreexplotación de su hábitat y la constante contaminación de las aguas producto de la actividad de la industria acuícola, amenazan seriamente su supervivencia.

estrategias

Para Rodrigo Hucke, presidente de la ONG Centro Ballena Azul, es fundamental proteger estas zonas de avistamientos y fomentar un marco regulador, ya que estos grandes cetáceos son importantes en los ecosistemas marinos. "Los cetáceos fertilizan la zona fótica de los océanos al defecar heces líquidas en superficie. Por eso se hace urgente proteger estos ecosistemas que aportan a capturar carbono atmosférico, que se transforma en una solución basada en la naturaleza ante el cambio climático", recalcó.

En esta misma línea, Juan Carlos Viveros, integrante del movimiento "Defendamos Chiloé", recalcó que pese a toda la evidencia científica que existe en torno a que las ballenas azules prefieren las aguas australes, aún no se pueda construir con seriedad una estrategia de conservación y puesta en valor, desde lo científico hasta lo turístico en toda la "ecorregión chilota", en la Patagonia Norte.

"Cuesta creer que teniendo un santuario natural de ballenas no podamos construir una estrategia de preservación para estos gigantes marinos. En los alrededores de las comunas de Ancud, Queilen y Quellón existen cuatro áreas de alimentación y avistamientos de cetáceos, que cualquier país quisiera tener. Urge abogar por un modelo de desarrollo sostenible, que fomente con políticas concretas el cuidado del medio ambiente y que vayan de la mano con el fortalecimiento del turismo en todo el territorio insular", subrayó el profesional.

Turismo

El turismo de observación de ballenas ha crecido sustancialmente en los últimos años. Así lo afirma Marx Bello, experto en políticas públicas oceánicas de Misión Blue, quien resaltó que, si se logra concretar un marco regula torio para proteger la "ecorregión chilota", se puede fortalecer el "turismo ballenero" y hacer que sea más distributivo para las comunidades.

"El avistamiento de ballenas es una de las actividades que más ha crecido en el ecoturismo en los últimos años, la observación de ballenas es de particular importancia para los países en desarrollo. Por ejemplo, en Argentina, México y Nueva Zelanda, las comunidades costeras se están beneficiando directamente del avistamiento de ballenas, lo que aumenta significativamente el apoyo popular para la protección de estos cetáceos, proyectando el turismo a gran escala. Se requiere implementar políticas de mitigación y estrategias de protección para velar por los cetáceos y fortalecer el turismo ballenero en Chiloé", dijo.

cita

Finalmente, Viveros indicó que estas organizaciones están gestionando para este mes una reunión con la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, con la finalidad de implementar medidas de conservación en estas áreas, poner en valor la biodiversidad de la "ecorregión chilota" y establecer un marco de protección legal en este maritorio que permita resguardar la conservación y protección de cetáceos a largo plazo.

"Se requiere concretar un marco regulatorio para proteger la 'ecorregión chilota', para fortalecer el 'turismo ballenero'".

Max Bello,, experto en políticas públicas oceánicas de Mission Blue.

Sectores

Juan Carlos Viveros, del movimiento "Defendamos Chiloé", quien por años ha estudiado el comportamientos de estos cetáceos, recalcó que el entorno geográfico y las condiciones que se dan para que estos cetáceos prefieran buscar zonas de alimentación en mares interiores, son factores que ayudan fortalecer el turismo ballenero en gran parte del territorio insular. De acuerdo a últimos estudios, el golfo de Ancud y la costa noroeste de Chiloé -sobre todo la zona de Puñihuil e isla Metalqui- son los escenarios favoritos de las ballenas azules. Tanto así, que es la zona con mayor concentración de estos cetáceos en todo el hemisferio sur.