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Aprueban tres santuarios para la protección de las turberas

Se trata de la primera red de su tipo en el país y considera territorios en las comunas de Quemchi, Chonchi y Quellón, totalizando una superficie de 278 hectáreas.
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Carolina Larenas Faúndez

A espacios de pomponales ubicados en las comunas de Quemchi, Chonchi y Quellón corresponden los tres santuarios de la naturaleza aprobados ayer por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad, territorios que consideran una zona cercana a las 278 hectáreas.

Con ello, el proyecto apoyado por el Centro de Estudios y Conservación de Patrimonio Natural (Cecpan) e impulsado por los cuatro dueños de estos terrenos está a la espera de la firma del decreto por parte del Presidente Sebastián Piñera.

La iniciativa, la primera en su tipo para proteger a los pomponales y enmarcada en la Red de Turberas de Chiloé, consideró la aprobación de los santuarios Turberas de Aucar -en Quemchi- con una extensión de 27,5 hectáreas; Turberas de Púlpito -en Chonchi- con 243 hectáreas, y Turberas Punta de Lapas -en Quellón- con 7,5 hectáreas.

Del mismo modo, este proyecto forma parte del Plan Nacional de Protección de Humedales 2018-2022 en Chiloé y que tiene como objetivo la conservación de estas áreas, claves para la entrega de beneficios para la comunidad y la biodiversidad.

Segundo Aquintuy es quien aportó a que parte de su campo fuera considerado como santuario de la naturaleza, lo que aseguró que "no es para mí, es para las futuras generaciones".

En este sentido, el vecino del sector Aucar, en Quemchi, indicó que "para mí es excelente (la declaratoria), siempre fui de la idea de conservar un espacio y que llegara alguna vez a ser un santuario. La verdad es que estaba muy ansioso, pero quizás la espera se debió también a esto de la pandemia".

Desde hace ya algunos años que el vecino quemchino viene trabajando en temas de preservación, por lo que incluso construyó senderos en su terreno, a los que llegan miembros de colegios y otro tipo de instituciones a aprender de la biodiversidad.

"Uno siempre espera que ojalá se sume más gente en este tema de la conservación y que también haya instituciones que se sumen en esta tarea", describió.

Junto con Aquintuy, los otros propietarios que se sumaron a esta iniciativa de conformar una red de protección de las turberas son Nora Martínez y Hermes Vera de Púlpito, en Chonchi, y Marcos Ojeda de Punta Lapas, en Quellón.

Para Jorge Valenzuela, miembro de Cecpan, institución que apoyó el proyecto, la decisión de los vecinos es vital para la conservación de estos espacios que hasta la fecha no contaban con protección pese a la importancia que tienen para Chiloé.

"Corresponden a espacios de pomponales que dejaron las familias para protegerlos, que vieron que en la explotación no está el futuro y ahora van a pasar al Sistema de Áreas Silvestres Protegidas", argumentó el biólogo.

Entre los objetos de conservación presentes en estas áreas destacan la red hidrobiológica superficial y subterránea asociada a las turberas; las comunidades de musgos, líquenes y hepáticas, y especies de flora como coihue y mañío.

"Estas áreas ubicadas en tres comunas de Chiloé representan una muestra relevante del ecosistema de turberas situado en el Archipiélago, que se traduce en la entrega de importantes beneficios para las comunidades locales como son la provisión y purificación del agua, y a nivel global las turberas constituyen ecosistemas muy eficientes en la captura y almacenamiento de carbono", mencionó Carolina Schmidt, ministra del Medio Ambiente.

Por su parte, la seremi (s) de la cartera, Bárbara Herrara, manifestó que "nos alegra saber que gracias a la aprobación de tres nuevos santuarios de la naturaleza por parte del Comité de Ministros para la Sustentabilidad, vemos fortalecida la Red de Turberas de Chiloé, aportando en forma importante a la protección del recurso hídrico de Chiloé contenido en estos valiosos ecosistemas".

"Uno siempre espera que ojalá se sume más gente en este tema de la conservación".

Segundo Aquintuy, aportó parte de terreno en la comuna de Quemchi.

Historia

Las turberas se crearon producto de un proceso de miles de años. Hace 13 mil años, luego de la glaciación, grandes masas de agua acumuladas con musgo del género Sphagnum permitieron que la materia orgánica se convirtiera en extensas turberas. Su principal componente es el musgo Sphagnum magellanicum, llamado comúnmente como pompón o pompoñ.

4 son las familias que aportaron parte de su tierra para el desarrollo de estas iniciativas.

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estos ecosistemas son claves para la acumulación de agua dulce en la provincia.
SEBASTIáN BELTRáN GAETE/AGENCIAUNO
SEBASTIáN BELTRáN GAETE/AGENCIAUNO
en tres comunas se ubican los terrenos donados.
carolina schmidt es la ministra de medio ambiente.
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