columna
Beneficios, bonos y empatía
La pandemia del covid-19 ha traído consigo importantes consecuencias no solo en materia de salud, sino que, en muchos otros ámbitos de nuestra vida, principalmente en la forma que tenemos de relacionarnos con nuestro entorno.
El empleo ha sido una de las esferas más golpeadas por estas externalidades, dejando importantes consecuencias en la economía familiar de los habitantes del país y de nuestra región.
Pese a las dificultades para realizar sus labores producto de las restricciones y arriesgando su propia salud y la de los suyos, los trabajadores encargados de la recolección y transporte de residuos domiciliarios han seguido desempeñándose sin interrupciones, resguardando el bien superior de la comunidad.
Año a año y a partir del 2014, este importante gremio recibe un bono estatal producto de su esfuerzo, monto que para este año supera el millón de pesos para cada trabajador o trabajadora.
Para tales efectos, la Subsecretaría de Desarrollo Regional inyectó 17 mil 950 millones de pesos, que tienen por objeto apoyar a más de 16 mil 500 hombres y mujeres de esfuerzo.
El espíritu de esta iniciativa y su objetivo principal es que se vea traducido en una ayuda directa. Y en ese sentido, atendiendo al actual contexto de crisis sanitaria y económica que atraviesa el país, es que esperamos el mayor de los compromisos y la buena disposición de las autoridades.
La buena gestión y el criterio son fundamentales, sobre todo en tiempos convulsionados, allí es donde se requiere de un mayor grado de empatía por el prójimo, cuyo verdadero nivel de dificultades muchas veces se desconoce.
Por ello insistimos en que el "Bono Aseo" comprometido por el Gobierno y transferido de forma directa a 269 municipios cuyo servicio de recolección de basura se encuentra externalizado, no se fraccione y se entregue de una sola vez a quien verdaderamente pertenece: a los trabajadores.
Alejandro Santana Tirachini,, diputado por Chiloé y Palena