Redacción - Medios Regionales

No era fácil la tarea de Nicolás Jarry: tras haber estado en el puesto 38 del ranking ATP y haber sido el número uno del tenis chileno, perdió todo tras dar positivo en un examen de dopaje. Estuvo suspendido por 11 meses y a finales de 2020 volvió a las canchas con cero punto, sin posición en el ranking, y debió empezar como cuando tenía 18 años: jugando torneos menores.

Tras perder en tres primeras rondas, recién pudo celebrar en febrero de este año cuando superó en el debut del Challenger de Concepción al argentino Ugo Carabelli, pero cayó en el segundo partido. Y así siguió hasta que llegó a Ecuador, donde se convirtió en una máquina.

Seguidilla

La semana pasada compitió en el Challenger Salinas 1 y ganó en primera ronda, y en segunda, y en cuartos de final. Incluso ganó la semifinal y la final el mismo día, con pocas horas de diferencia, para quedarse con el torneo, el primero desde su regreso y el que le dio confianza para lo que venía después.

También le dio un avance impresionante en el ranking ATP, pues le permitió subir cerca de 300 puestos y presentarse esta semana en las mismas canchas en el puesto 370°. Y sigue imparable: ayer sumó su novena victoria consecutiva. Fue en la semifinal del Challenger Salinas 2 en la que superó al argentino Agustín Velloti por 6-1 y 6-2 para llegar a su segunda final consecutiva.

Hoy el jugador nacional buscará repetir el título de la semana pasada, cuando se enfrente con el ecuatoriano Emilio Gómez (204°), quien venció en su partido de semifinales al argentino Thiago Tirante.

El duelo definitorio se disputará a partir de las 17 horas de Chile.