"Hay que apostar a que la nueva Constitución fomente un desarrollo regional integral"
El postulante considera que las autoridades locales deben poseer mayores atribuciones y que las grandes empresas tienen que tributar dentro de la región.
Juan Luis Ossa Santa Cruz (38) es doctor en Historia Moderna por la Universidad de Oxford, Reino Unido, y candidato a constituyente por el distrito 26. En los últimos meses ha participado activamente del debate político, promoviendo los postulados de su libro "Chile constitucional".
El investigador del Centro de Estudios Públicos (CEP) postula como independiente en cupo de Renovación Nacional en la lista Vamos por Chile para el distrito 26. "El resultado es incierto y no está garantizado; de hecho, han surgido voces de izquierda que buscan cambiar las reglas del juego con el fin de modificar lo ya resuelto por una amplísima mayoría", sostiene sobre los comicios de este sábado 15 y domingo 16 de mayo.
Ossa confía, sin embargo, "que los sectores democráticos se impondrán y que, más temprano que tarde, tendremos la Constitución que todos anhelamos".
descentralización
-¿De qué forma se lograría en la nueva Constitución lo que usted ha llamado como una "descentralización inteligente"?
-Proponemos que las regiones reciban mayores recursos económicos y políticos con el fin de que las autoridades locales tomen sus decisiones de forma autónoma. ¿Cómo hacerlo? Primero, dando mayores atribuciones a nuestros alcaldes, concejales y gobernadores. Segundo, incentivando a que las grandes empresas paguen sus impuestos dentro de la región. De lograrlo, estaríamos en condiciones de reinvertir esos recursos en obras públicas y políticas sociales de gran envergadura. El resultado sería un desarrollo regional integral, a eso hay que apostar, un desarrollo integral que escuche a nuestros vecinos y vecinas y termine, de una vez por todas, con la exclusión territorial.
-Usted ha sostenido que la Constitución debería integrar el "derecho a la vivienda digna e integral". ¿A qué se refiere?
-El derecho a la vivienda ha sido uno de los grandes ausentes de la Constitución actual, un vacío que debemos llenar en la futura ley fundamental. Para hacerlo, debemos primero tomar en cuenta que las demandas habitacionales no son siempre las mismas. Tomemos el caso del distrito 26: nuestras casas varían muchísimo dependiendo si vivimos cerca del mar, en la ciudad, en las montañas o en el campo. Por supuesto, la Constitución no entrará en el detalle de cada uno de los tipos de vivienda. Sin embargo, una cuestión es clara: la propuesta constitucional debe ser suficientemente flexible para abarcar la mayor cantidad de formas de vida, tanto en los centros urbanos como en las zonas rurales y extremas. Además, es relevante que este derecho contemple una visión integral del 'buen vivir': con escuelas, áreas verdes y centros de salud cercanos a nuestros hogares.
-Una de las principales preocupaciones de los votantes de nuestro distrito es el cuidado del medioambiente. ¿En qué -se diferencia su propuesta de la de los demás candidatos?
-Muchos candidatos analizan este tema en blanco y negro, es decir, defienden a ultranza el crecimiento económico sin pensar en los distintos ecosistemas que existen en el distrito 26. En nuestro caso, apostamos al equilibrio. Debemos fomentar el desarrollo, pero nunca a costa del medioambiente. Es vital proponer estrategias sustentables que promuevan una economía circular que vaya más allá de la producción y el desecho. Asimismo, no hay que olvidar que una buena manera de cuidar nuestro entorno es mediante una educación que se enfoque en la protección del medioambiente y la biodiversidad, para lo cual debemos concentrarnos sobre todo en nuestros niños y jóvenes.
Anécdota
-Durante este período de campaña hemos visto a muchos candidatos prometiendo todo tipo de cuestiones. Según su percepción, ¿qué puede hacer un constituyente y a qué está llamada la próxima Constitución?
-Déjeme comenzar con una anécdota personal: hace tres meses le prometí a mi hija de nueve años que no ofrecería cosas imposibles de cumplir por el mero hecho de ganar votos. Por eso he planteado muchas veces que las constituciones no eliminan las filas en los hospitales, no acaban con la delincuencia ni menos disminuyen los índices de narcotráfico. No: las constituciones están llamadas a organizar los poderes del Estado y a darnos derechos, libertades y algunos deberes. Debemos, entonces, combatir con fuerza a quienes utilizan la Constitución como una herramienta para conseguir popularidad o iniciar una carrera política.
Me atrevería a señalar una cosa más. Hemos visto distintas candidaturas difundiendo propuestas monotemáticas y que se enfocan únicamente en temas específicos, como si las constituciones tocaran una o dos cuestiones. Es ahí donde quiero apuntar. Los constituyentes tendrán que opinar sobre diversas problemáticas, para lo cual es urgente que los representantes estén preparados para debatirlas en toda su complejidad. Los habitantes del distrito 26 se merecen que sus representantes sean protagonistas durante todo el proceso, y no tan solo en la semana en que un tema específico se discuta en la Convención. Humildemente, creo estar preparado para cumplir dicho rol.