columna de opinión
¿Teletrabajas o estudias en la cama? Conoce los riesgos para tu salud
Cuando el frío y la pandemia parecen no dar tregua, muchos de los que están en casa estudiando o teletrabajando en sus computadores optan por realizar estas actividades acostados en la cama. Sin embargo, pese a lo atractiva y agradable que resulta esta acción, puede tener una serie de repercusiones para la salud, sobre todo si se transforma es una costumbre recurrente.
El hábito de trabajar o estudiar en la cama utilizando un computador puede causar dolor cervical (cuello y hombros), lumbar (espalda, cintura) o en las extremidades superiores (brazo, antebrazo, codo, muñeca y mano), entre otros malestares, principalmente por adquisición de posturas erráticas sostenidas en el tiempo.
Al usar el computador se requiere el alcanzar un gesto motor y postura idónea, con mantención de columna erguida, respaldo posterior con soporte, codos apoyados en todo momento y muñecas en posición neutra, posturas que son imposible de alcanzar en un elemento blando como una cama, por lo que no es un buen espacio para trabajar o estudiar.
Durante la pandemia y sobre todo en los días más fríos, esta costumbre se ha masificado tanto en niños como en adultos, además por la falta de condiciones ergonómicas en los espacios hogareños, los que no estaban preparados para ser transformados en aulas y oficinas de un día para otro debido a la virtualización de muchas actividades.
Si una persona de forma recurrente opta por quedarse en cama con el computador para trabajar o estudiar, puede sufrir consecuencias a futuro, como alteraciones estructurales en la linealidad de la columna, inflamación articular producto de la mantención errónea de la postura de brazos y muñecas (tendinitis, síndrome del túnel carpiano), además de desbalances musculares notorios.
Para evitar estas dolencias es importante realizar siempre el trabajo en un espacio fijo adecuado y con condiciones ergonómicas propicias. Para aquello se recomienda un escritorio o mesa en el que se pueda posicionar el computador a una altura correcta (pantalla de frente a los ojos con la cabeza erguida), silla en lo posible ergonómica (con apoyo para brazos y que los pies toquen el suelo). El mouse y el teclado también deben ser ergonómicos. La ventilación y la luz también son importantes, privilegiando espacios aireados y luz natural.
Acostados
evitando el frío
Y para quienes ocupan la excusa de trabajar acostados para evitar el frío, aquí van algunos consejos: junto con la vestimenta abrigadora habitual para la temporada invernal, utilizar aquellas denominadas primera capa, indumentaria que permite mantener una temperatura corporal constante y retener el calor; también evitar el uso de pantuflas, prefiriendo el calzado tradicional y calcetines de fibras naturales, como lana y algodón.
Finalmente, recordar hacer una pausa en el trabajo o estudio cada una hora y media, parándose del escritorio para cambiar de posición y actividad, efectuando ejercicios de elongación (10 minutos), los que favorecen la circulación sanguínea en las extremidades, evitando el frío y las dolencias corporales por permanecer por períodos prolongados en una misma postura.
"Durante la pandemia y sobre todo en los días más fríos, esta costumbre se ha masificado tanto en niños como en adultos, además por la falta de condiciones ergonómicas en los espacios hogareños, los que no estaban preparados para ser transformados en aulas y oficinas de un día para otro debido a la virtualización de muchas actividades. Si una persona de forma recurrente opta por quedarse en cama con el computador para trabajar o estudiar, puede sufrir consecuencias a futuro".
Rodrigo Beltrán, kinesiólogo y magíster en Docencia Universitaria en UDLA.
Rodrigo Beltrán, director de carrera de Kinesiología de Universidad de Las Américas, Sede Viña del Mar

