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Club Deportivo Leonel Sánchez de Chonchi ya cuenta con nueva cancha de fútbol

El moderno recinto deportivo cuenta con pasto natural, cierre perimetral y drenaje de aguas lluvias con pozo absorbente.
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Redacción

Con una inversión que bordeó los 59 millones de pesos, provenientes del Programa de Mejoramiento Urbano (PMU) de la Subdere, fue inaugurada la cancha del Club Deportivo Leonel Sánchez de Quilipulli, que cumplió 52 años de vida. A la actividad asistieron el alcalde de Chonchi, Fernando Oyarzún, concejales y dirigentes deportivos, quienes destacaron la relevancia del recinto para el desarrollo del deporte en la comuna.

La cancha cuenta con pasto natural, cierre perimetral y drenaje de aguas lluvias con pozo absorbente, que permitirá jugar pese a las intensas precipitaciones que se registran en la zona durante el invierno.

Este es el tercer proyecto de estas características que la Municipalidad de Chonchi entrega a la comunidad, anteriormente fue la cancha del sector Nalhuitad y también la de Rauco.

El Club Deportivo Leonel Sánchez de Quilipulli fue fundado el 23 de febrero de 1969 y actualmente participa con su serie adulta en la Liga Campesina de Chonchi, que reúne a toda la comunidad.

apoyo

Durante la ceremonia, el alcalde Oyarzún, junto con agradecer el importante financiamiento por parte de la Subdere, sostuvo que "este tipo de iniciativas vienen a dignificar el deporte en la zona rural, más aún cuando se trata de un club deportivo tan antiguo como éste -fundado en 1969- con tanta historia, donde está presente el esfuerzo importante de sus dirigentes y de sus antepasados que siempre soñaron poder ver lo que hoy ya es toda una realidad".

Al respecto, Víctor Barrientos, presidente del Leonel Sánchez de Quilipulli, agradeció las gestiones efectuadas por el municipio por medio del alcalde y su equipo para que se pudiera materializar este anhelado proyecto.

"Bueno, para nosotros como club, como socios y en general como comunidad estamos muy agradecidos del municipio porque era un anhelo de años de nuestros antepasados y de quienes formamos parte actualmente, porque este tipo de proyectos vienen a realzar nuestro club como también la liga campesina, por lo que estamos muy agradecidos, porque sin el apoyo del municipio no hubiese sido posible este sueño", aseveró el dirigente.

En tanto, Juan Panichini, dirigente del club deportivo Leonel Sánchez, coincidió en señalar que "este era un sueño de muchos años que tenían como institución de poder contar con una hermosa cancha de fútbol y su respectivo cierre perimetral, donde este terreno lo pudimos adquirir hace más de 20 años con aportes de nuestros socios y jugadores con mucho esfuerzo, pero nos faltaba un recinto así que cuente con estas características para la mejor práctica del deporte".

columna de opinión

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Fomentar con fuerza la inclusión tecnológica

La pandemia evidenció que la vida de todos quienes tenemos hijos en edad escolar está organizada en torno a la escuela, como espacio físico. Las rutinas familiares, la posibilidad de muchos padres de trabajar en condiciones óptimas está supeditada a la atención que se realiza en las escuelas. Las familias debieron organizarse para enfrentar un nuevo escenario y valoraron más que nunca el profundo esfuerzo que hace los docentes, pre y post pandemia. Por otro lado, para la escuela se volvió esencial el apoyo de la familia en el hogar, para en conjunto mantener el proceso educativo de sus hijos.

Los profesores debieron descubrir las bondades de la tecnología, que muchos antes no consideraban, tratando de construir nuevas propuestas y en principio sin conocer a cabalidad el verdadero acceso a dispositivos y conectividad que poseían sus estudiantes, entendiendo que ahora se dependía de ello para educar.

Tuvimos que enfrentar una pandemia para que como sociedad advirtiéramos algo fundamental: no hay educación justa en la actual sociedad digital, sin docentes y estudiantes que no están incluidos tecnológicamente.

Como escuela hemos dado nuestro mayor esfuerzo llegando a una mayoría de estudiantes por medio de educación virtual, pero nos produce un gran pesar la minoría, compuesta por estudiantes que viven en zonas rurales, en islas aledañas, que han debido irse obligados al cuidado de los abuelos que viven en zonas aisladas, para que los padres puedan seguir trabajando, o aquellos estudiantes que pertenecen a familias vulnerables donde un teléfono celular no es suficiente para sostener la calidad de la educación que se quiere, más si son dos o tres hijos que necesitan conectarse a clases. Esto demuestra que hacen falta de forma urgente políticas educativas que permitan balancear estas enormes diferencias sociales. Como Escuela Básica Dalcahue, hemos realizado todos los esfuerzos por disminuir la brecha que se acentúa al no contar con conectividad, entregando hasta ahora más de 100 dispositivos tecnológicos a nuestros estudiantes y docentes, e intensificando hoy los esfuerzos para reunir fondos que nos permitan entregar conectividad y de esta forma un acceso inclusivo a la tecnología, manteniendo el vínculo con nuestros estudiantes.

Además, como institución hemos aprendido que mucho más que usar la tecnología para enseñar y aprender, podemos usarlas con profundo sentido social. Tenemos la certeza que es la oportunidad de reinventar la educación y la escuela porque el mundo ya ha cambiado y no podemos volver a clases presenciales y simplemente dar vuelta la página, sino que incentivar la inclusión digital, en docentes y estudiantes, esto implica acceso a dispositivos, conectividad, capacitación en su uso, pero por sobre todo utilizarlas a favor de una educación más humanizadora y de encuentro social.

Se hace clave abandonar las clases expositivas y transformar el aula virtual en espacios motivadores, que incentiven a los estudiantes a encender su cámara o su atención y que, sin duda, los motive a retornar al aula física. Fomentar vínculos amorosos de forma remota, sobre todo considerando que estos espacios virtuales son parte inherente de la manera de socializar de los niños y jóvenes de hoy, quienes antes que nosotros, los adultos y educadores, y antes de la impensada pandemia, los utilizaban como espacio cotidiano para vincularse con sus pares, ya sea en juegos en línea o redes sociales. El desafío de nosotros como adultos es incorporar este espacio vincular, reconocer el fenómeno digital que nos rodea y reinventar nuestras prácticas de enseñanza, que deben ir por el camino del encuentro, la colaboración, el diálogo, la ayuda gratuita y solidaria, tal como lo hacían nuestros ancestros en una minga o medan, pero incorporando esta nueva forma de relacionarnos en un doble escenario, físico y virtual, y con experiencias de aprendizaje acompañado, entre pares, educadores y familia.

"Como Escuela Básica Dalcahue, hemos realizado todos los esfuerzos por disminuir la brecha que se acentúa al no contar con conectividad, entregando hasta ahora más de 100 dispositivos tecnológicos a nuestros estudiantes y docentes, e intensificando hoy los esfuerzos para reunir fondos que nos permitan entregar conectividad y de esta forma un acceso inclusivo a la tecnología, manteniendo el vínculo con nuestros estudiantes".

Yasna Soto, directora Escuela Básica Dalcahue