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Chilotes alegan por fuertes alzas en productos de primera necesidad

Desde los combustibles para vehículos y calefacción hasta los alimentos, pasando por materiales de construcción, el segundo año de pandemia quedará en la memoria no solo por el covid, sino también por el encarecimiento de la vida.
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César Cárdenas Ruiz

Para muchos vecinos de Chiloé, sobre todo de localidades más apartadas, llegar a fin de mes se ha vuelto una verdadera odisea, porque a las bajas remuneraciones que para algunos bordean los 300 mil pesos y fracción -prácticamente el sueldo mínimo-, se suma el encarecimiento del costo de la vida, fenómeno que se ha agudizado en medio de la pandemia, fundamentalmente a la hora de hablar de algunos de los productos y servicios más consumidos por la población.

Nos referimos, por ejemplo, de alimentos y combustibles, bienes básicos dentro de la canasta familiar, los cuales han presentado una inflación superior al promedio general en los últimos meses. Del último grupo están el gas licuado, la bencina y la leña, fundamentales en nuestra zona de bajas temperaturas en gran parte del año y donde la movilización de personas o de mercadería es imprescindible en una agreste geografía.

Esta situación se vuelve crítica en el caso de la comida, donde en algunos artículos se dobla o se triplican las cifras respecto a otros años, golpeando fuerte en los bolsillos de los consumidores. De hecho se pueden hacer comparaciones a nivel sudamericano: si en nuestro país el litro de leche se puede encontrar a 734 pesos en ciertas regiones, en Brasil está a 444 pesos, mientras que en Argentina el mismo producto se puede comprar por 584.

Pero ciertamente un ítem que ha dolido en el presupuesto de los isleños de manera sostenida son los hidrocarburos, los que han visto incremento en sus precios por trigésima primera semana consecutiva, nuevo aumento que está incidido por la variación internacional del valor del petróleo y un dólar alto.

Según informó la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP), las bencinas de 93 y 97 octanos se incrementaron el jueves en 6,2 pesos por litro, lo mismo que el diésel.

La última vez que el precio de la bencina de 93 octanos cayó fue en la cuarta semana de noviembre del año pasado, mientras que el valor de la de 97 octanos y el diésel solo ha bajado una vez desde comienzos de diciembre de 2020. De esta forma, desde hace siete meses, la gasolina de menor octanaje suma una escalada de 218,8 pesos en el país; la de 97, de $174,3, y el diésel, de 165,3 pesos. Es decir, un alza de 186,1 pesos por litro en promedio.

Además, en servicentros del centro y el sur de la Isla la bencina de mayor octanaje ya superó los mil pesos por litro y el petróleo incluso sobrepasó los $700 en Queilen.

transportistas

Entre las muchas personas que ven con preocupación el incremento sostenido de estos insumos están aquellos dedicados a la locomoción colectiva. Aseguran que sus ganancias se han visto drásticamente afectadas en pandemia. El futuro para ellos es incierto, dado que muchos ni siquiera son dueños de los vehículos que manejan y deben cumplir con dividendos diariamente, ya sea para pagar al propietario del vehículo que manejan o para abastecerse de hidrocarburos.

Así lo manifestó Braulio Soto, conductor de colectivo y conocido dirigente social ancuditano. "Todo esto es bastante malo porque todas las semanas sube el combustible, y uno no puede subir los precios de la locomoción. Cada vez se pone más difícil transitar en el centro porque la gente compra más vehículos", expuso evidenciando otro problema de esta comuna: el parque automotor. Añadió que "eso nos genera más demora y más gasto de combustible".

Otro rubro fuertemente golpeado por la subida permanente del precio de bencinas y petróleos es el transporte de carga. Desde la mirada insular, Heidi Stange, conductora de vehículos de carga pesada en el Archipiélago, manifiesta que "aquí quien se ve afectado es el dueño del camión porque los valores de los fletes son inferiores a los que hace dos o tres años atrás; el valor del cheque va bajando, en vez de ir subiendo. El petróleo va subiendo, el diario vivir va subiendo, todo el costo de estar vivo va subiendo".

Adicionó la presidenta del Primer Sindicato Interempresa de Conductores de Camiones de la Zona Sur de Chile que "el dueño del camión se ve muy afectado, y nosotros como conductores de cierta forma también, porque nosotros igual (ganamos) en base a lo que va facturando el camión, a lo que deja el camión. En gran parte de los lugares a nosotros nos pagan un sueldo base, más una comisión de la rentabilidad; entonces si las rentabilidades son bajas, tampoco nosotros como conductores estamos teniendo un sueldo razonable".

insumos ferreteros

Un alza de los costos de la construcción, derivada de la pandemia, según se indica, está presionando a esta industria en Chiloé, fenómeno que también se observa a nivel nacional.

Se han producido quiebres de stock de distintos materiales de construcción, debido, por una parte, a una mayor demanda, pero principalmente a problemas en la producción y la logística en un contexto de crisis sanitaria mundial. Esto, además, ha ralentizado muchas faenas, con retrasos considerables. Asimismo, en el Archipiélago se observa que los pequeños ferreteros, con problemas para abastecerse de estos productos, los agostan en las tiendas grandes de cadena y, obviamente, los venden al detalle más caros.

Emprendedores apuntan a aumentos sobre el 10% en el precio de la mayoría de los materiales de construcción a partir del segundo semestre del año pasado. De acuerdo al Índice de Precios de Materiales e Insumos de Construcción (Ipmic) que elabora el INE (Instituto Nacional de Estadísticas), a nivel nacional los costos de los materiales e insumos de la construcción exhibían en febrero pasado un crecimiento promedio en 12 meses de 6,0%, donde sobresalieron las subidas en el costo de los productos metálicos de uso estructural (7,0%), la madera aserrada (10,8%), los tableros de madera (11,8%), el hormigón premezclado (12,0%), los productos de hierro y acero (9,8%), los productos de plástico (11,2%) y el cemento, cal y yeso (6,4%).

Se podría seguir largamente comparando precios pero las cifras son concretas. Para Israel Cumicheo, creador y reparador de combustiones lentas, quien hace poco comenzó con su negocio independiente -RR. CC. Estufas a Combustión Lenta-, este fenómeno es grave porque agudiza otros problemas que afectan al bolsillo de los isleños.

"Para empezar es un exceso, por lo mismo uno tiene que también subir de precios y, lamentablemente, para costear los gastos de consumo. Yo como fabricante también trabajo con un período de entrega y agendas; yo agendo a la gente uno o dos meses después, y el tema es que dentro de esos meses también me suben los precios y, la verdad, es que me los han subido bastante", compartió.

El ancuditano consignó que "más encima en la barraca donde a todos nos hacían un descuento, desde el año pasado cuando empezó la pandemia ya no se hacen más, pero siguieron subiendo los precios. Una plancha que antes me salía 109 mil pesos, hoy me está saliendo 152 mil pesos, y en dos semanas subió a ese precio, entonces es excesiva el alza".

agrupación

Tal negativo escenario es reafirmado por la presidenta de la Asociación de Consumidores y Usuarios de Chiloé, ChiloéActivo. "Es algo que nos afecta a todos por igual", subrayó Diela Alarcón, acotando que "se ha encarecido la vida de todos los habitantes, porque vemos que todos los productos se encarecen de manera abrupta y siempre en progresiva alza. Hablamos de alimentos básicos, hablamos de materiales de construcción, hablamos de servicios, entonces cada día tú te das cuenta que tus ingresos te alcanzan para cubrir menos cosas".

La dirigenta tildó que "es grave porque en la práctica no hay ninguna legislación o algo que de alguna manera esté frenando estas alzas, las alzas están desbocadas hacia arriba y el Gobierno no pone ningún pare al asunto en el sentido de regular al menos los servicios básicos, los alimentos y todo lo que es de primera necesidad, como sí se han hecho en otros países" durante esta emergencia sanitaria planetaria por el covid-19.

Alarcón incluso cree que el panorama podría ser peor aún una vez que se instalen los anunciados dos peajes en la proyectada doble vía de la Panamericana.

Ahora bien, respecto a los valores del metro de leña, la publicación de una reciente nota en nuestras diversas plataformas generó amplio debate al dispararse los precios desde el verano a la fecha. Usuarios postearon que incluso algunos proveedores venden el principal combustible de calefacción en el sur de Chile a más de 50 mil pesos.

También se alegó que muchos no respetan el volumen convenido, no dan boletas (no pagan impuestos) ni acreditan el origen de la madera trozada. Otros repararon en que hay comerciantes que prefieren trabajar con "bolsas" y no con el tradicional metro repartido a domicilio. Tema aparte es que mucha se vende verde, contaminando con ello, y que aún son pocos los productores de leña seca en la Isla.

explican causas

Otro isleño que también conoce de cerca lo que significa el costo de la vida en la provincia es Óscar Becker, gerente general de la Sociedad Agrolácteos de Chiloé S.A. Referente al alza de precios en pandemia, el profesional esgrime que "sin desmentir que deben existir inescrupulosos aprovechando esta adversidad social de la que vivimos, no deja de ser cierto que la regla que impera es que los tres retiros de 10% consecutivos y una serie de bonos universales han generado una inyección de 'papel' al mercado nacional; una cifra que bordea los US$50 mil millones, números que se acercan a lo que es el presupuesto de la nación en un año o una quinta parte de nuestro PIB".

Adjuntó el ingeniero civil en obras civiles que "el dinero es un sistema intangible y convenido para conseguir productos o servicios a cambio. Es ahí donde pone en práctica la ley de la oferta y la demanda, que al no existir la oferta necesaria para responder esta 'demanda' de parte del consumidor, debido que el mundo productivo y servicios se encuentran restringidos en su normal funcionamiento, obligará a empujar al alza de los precios. Y en consecuencia, el valor del dinero se devaluará".

El empresario hace hincapié en que la generación de medidas preventivas para evitar la propagación del covid-19 "ha repercutido que el sistema productivo baje sus niveles de stock, en otras palabras, 'oferta'. Y esto ha hecho que surta efecto inflacionario. Creer que controlando y fijando precios podrá contener el efecto inflacionario de los precios solo creará, más temprano que tarde, un 'seudo-mercado negro', al que solo unos pocos y con mayores recursos podrán acceder a suplir sus necesidades".

Es por ello que Becker postuló que "la única modalidad que vayamos retomando nuestra normalidad y los precios de los productos y servicios se ajusten es que se normalicen las actividades económicas previas a la pandemia y se fomente el regreso a nuestras actividades".

Para Cristian Lecaros, experto financiero, CEO (chief executive officer, director ejecutivo) de Inversión Fácil, el fenómeno de incremento en el valor de materiales de construcción, por ejemplo, se fundamenta entre otros factores por el emplazamiento geográfico que tiene el Archipiélago.

"Lamentablemente, dado por la ubicación que tiene Chiloé desde el punto de vista de los costos de construcción, el movimiento de transporte que siempre va a estar arriba y por los procesos del mundo respecto a la inflación que está creciendo, el costo de varios insumos de construcción que también están al alza producto de la pandemia, no veo que en el corto plazo se pueda mejorar", advirtió.

Para el profesor de la Escuela de Economía y Negocios de la Universidad de Chile los consejos que avizora son "el cambio de ciertos vehículos a eléctricos, el uso de otros medios de transporte que yo sé que es complejo de solucionar en el corto plazo, y claramente empezar a cambiar materiales de construcción por otro tipo construcciones más ecológicas; no veo que en el corto plazo eso baje, tanto gasolina como la subida de varios insumos".

Si bien el horizonte no se observa con mucha claridad para los pobladores insulares, el fundador de Lecaros Group enfatizó que "cuando a veces los costos suben es donde empieza la innovación, y ahí es donde empieza la energía eólica y otro tipo de cosas, no estoy diciendo particularmente para Chiloé, pero sí buscar nuevas fórmulas más baratas y menos agresivas con el ambiente".

"Todo esto es bastante malo porque todas las semanas sube el combustible, y uno no puede subir los precios de la locomoción. Se pone más difícil transitar en el centro".

Braulio Soto,, colectivero.

"El dueño del camión se ve muy afectado y nosotros también. (...) En gran parte de los lugares a nosotros nos pagan un sueldo base, más una comisión de la rentabilidad".

Heidi Stange,, camionera y dirigenta gremial.

"Una plancha (metálica) que antes me salía 109 mil pesos, hoy me está saliendo 152 mil pesos, y en dos semanas subió a ese precio, entonces es excesiva el alza".

Israel Cumicheo, creador y reparador de estufas de combustión lenta.

"Es grave porque en la práctica no hay ninguna legislación o algo que de alguna manera esté frenando estas alzas y el Gobierno no pone ningún pare al asunto".

Diela Alarcón,, presidenta de ChiloéActivo.

"Cuando a veces los costos suben es donde empieza la innovación, y ahí es donde empieza la energía eólica y otro tipo de cosas, no estoy diciendo particularmente para Chiloé, pero sí buscar fórmulas".

Cristian Lecaros,, profesor de la Universidad de Chile.

"Sin desmentir que deben existir inescrupulosos (...), los tres retiros de 10% y una serie de bonos universales han generado una inyección de 'papel' al mercado nacional".

Óscar Becker,, gerente general de Chilolac.

Más de mil pesos cuesta el litro de bencina de 97 octanos en bombas del centro y sur de la Isla.

En Queilen el petróleo diésel ya sobrepasó la barrera de los 700 pesos el litro.

Más de $30 mil ha llegado a costar en ciertos lugares la carga de 15 kilos de gas licuado.