Estudio lo confirma: los retos físicos no modifican la conducta en los niños
La psicóloga de crianza, Maribel Corcuera, llama a hacerlo desde lo positivo y solo así lograr buen comportamiento.
Camila Infanta S. - Medios Regionales
Los castigos físicos no son efectivos para corregir los comportamientos de los niños e incluso incrementan a largo plazo algunos de sus problemas, según un estudio publicado por la revista The Lancet realizado en menores de 62 países.
La publicación recoge una revisión de hallazgos en esta materia de un total de 69 estudios que pretende informar tanto a los profesionales relacionados con la educación y la infancia como a los poderes públicos de los efectos de aplicar castigos físicos a menores.
Según el análisis entregado ayer, que recoge datos de Unicef, el 63% de los menores de todo el mundo de entre 2 y 4 años (unos 250 millones de niños) son sometidos regularmente a algún tipo de castigo físico por sus cuidadores.
Y concluye que el castigo físico puede aumentar los problemas de conducta infantil con el tiempo y no está asociado con la obtención de resultados positivos en el desarrollo del menor.
Además, el castigo físico aumenta el riesgo de tener que recurrir a los servicios de protección infantil y, lo que parece más importante, puede empeorar la conducta del menor en el futuro, por lo que resulta dañino en todos los aspectos analizados.
En Chile, dice la psicóloga experta en crianza Maribel Corcuera, este tipo de prácticas ocurre mucho más de lo que se piensa: "Lo veo todo el tiempo en la consulta, a veces lo cuentan los niños y en otras ocasiones los mismos padres bajándole completamente el perfil".
Y en este punto la psicóloga es categórica: "Los castigos físicos no tienen ningún efecto positivo, al contrario, te enseña que así se trata a la gente, que a ti te pueden tratar así a lo largo de tu vida. Un padre que golpea a su hijo hace que el niño le tenga miedo y el miedo no es respeto".
Y ejemplifica asegurando que uno de adulto no aceptaría que un jefe le tire la oreja o le dé una cachetada, entonces por qué habría que hacerlo con un niño.
"Otra consecuencia a largo plazo son extremos: que ejerzan la conducta violenta como primera reacción o tener tanto, pero tanto miedo a que le peguen que terminan siendo una figura invisible en la vida", cataloga.
Padres estresados
La pandemia ha estresado a todos en diferentes aspectos y el temperamento de padres y tutores puede estar un poco más propenso al autodescontrol y cometer errores en la crianza de los niños. Para ello, la psicóloga es enfática en exponer que el adulto debe saber autoleerse y entender que un padre estresado no cría correctamente, por eso recomienda todo tipo de apoyo y de pedir ayuda cuando sea necesario.
Por ello, apunta que en vez de castigar a un niño se debe hablar en positivo. "No le digas el castigo, es mejor darlo vuelta. No le digas que si no va a ordenar, no jugarás más, mejor decirle que al ordenar seguirá jugando", aconseja.
Para los casos donde ya ocurre un tipo de violencia física en la crianza, Corcuera especifica que se puede revertir, pero únicamente con psicoterapia familiar. "Y la verdad es que como el cerebro de los niños es tan plástico, eso puede revertirse, pero es un trabajo", define.
"Los castigos físicos no tienen ningún efecto positivo. Te enseña que así se trata a la gente".
Maribel Corcuera,, psicóloga infantil.