la cocina de don tinto
Alcachofas para picar
Es cierto, aunque ya es la época, no se han visto tantas alcachofas en ferias, supermercados e incluso puestos callejeros en comparación con el año pasado. ¿Será esto también producto del covid-19? Vaya a saber uno, pero ojalá que la cosa cambie en las semanas que vienen, porque las alcachofas son relativamente económicas y muy sabrosas.
Los chilenos solemos consumir esta planta (porque es una y también se le llama alcachofera, alcacil o alcaucil) en esa típica entrada en que se sirven frías -previamente cocidas- y uno le va sacando sus hojas -una a una- para luego untarlas en un aliño a base de limón, vinagre o derechamente en mayonesa (cosa de gustos).
Y como premio final, se consume el corazón de la alcachofa. Es muy rica esta forma de comerla, pero lo cierto es que hay muchas más maneras.
De hecho, en este mismo espacio, en años anteriores, hemos compartido recetas en que la alcachofa se usa como insumo para guisos, sopas y arroces.
Incluso más, en la mayoría de los países donde se consume la alcachofa esto se hace en recetas calientes durante los meses de invierno, lo que deja a nuestra modalidad de comerlas frías y deshojándolas una a una en una costumbre que solo es popular en países como Chile y Perú.
Pero ya que estamos en fechas cercanas a las vacaciones de invierno y con mucho fútbol que ver a través de la televisión, también se podría sugerir usar las alcachofas como parte de un picoteo.
¿Es posible? Claro que sí y por lo mismo es lo que se propone en la receta de hoy, una manera distinta de consumir alcachofas y de paso se deja en evidencia que lo que uno pica mientras mira la tele o simplemente flojea puede ser también saludable.
por Álvaro Peralta / @dontinto
Ingredientes
(Para cuatro personas)
-5 alcachofas cocidas
-4 huevos
-1 pan rústico
-1 diente de ajo pelado
-1 limón
-sal, nuez moscada
-aceite de oliva
Deshojar cada alcachofa y -con una cuchara- sacarles toda su carne y reservarla. En un bol grande, batir los huevos y agregarles una pizca de sal más solo un toque de nuez moscada recién rallada. Mezclar los huevos con la carne de las alcachofas y calentar un sartén de superficie antiadherente con aceite de oliva. Cocinar la tortilla cuatro a cinco minutos por lado (ayudarse con un plato para darla vuelta), ya que la idea es que quede algo cremosa en su interior. Ya lista, dejarla reposar y mientras tanto tostar rodajas gruesas de pan. Refregar las tostadas con el diente de ajo y ponerle encima a cada una un trozo de tortilla más unas gotitas de limón. Bonus track: reservar los corazones de alcachofa (no usarlos en la tortilla) y servirlos después rellenos con salsa tártara más un chorrito de aceite de oliva y unas gotitas de jugo de limón.