Catastro revela que más de 3 mil personas se dedican a la poda del pompón en Chiloé
El 60% de los recolectores son mujeres jefas de hogar que obtienen su sustento en una labor que se extiende por varias generaciones en el Archipiélago.
Trabajadores que viven de la poda del pompón se reunieron en el sector Mocopulli, comuna de Dalcahue, para participar de una cita informativa que fue convocada por la Agrupación de Recolectores de Musgo de la Provincia de Chiloé (Aremu) y a la cual fue especialmente invitado el diputado Alejandro Santana (RN).
En una asamblea que cumplió con los protocolos sanitarios y respeto del aforo del lugar, Ricardo Pujado y Daniel Cárdenas, presidente y vocero de la agrupación de recolectores, respectivamente, realizaron una presentación que partió diferenciando la labor de poda del musgo versus la extracción de la turbera y el real impacto que esta actividad tendría sobre el medio ambiente.
"Los podadores de musgo no trabajamos en el subsuelo, no drenamos las pomponeras, y es un trabajo renovable y sustentable porque perdura en el tiempo, al podar el musgo éste crece por sí mismo y perdura. En cambio, con la extracción de turbera se hacen drenajes de hasta 2 metros de profundidad, por lo que no existe recuperación de suelo y eso mata nuestro trabajo como agricultores", dijo Daniel Cárdenas.
La agrupación presentó en la oportunidad un registro de las personas que se dedican a la poda del musgo en las 10 comunas de la provincia de Chiloé, que a la fecha superan las 3 mil personas, de las cuales un 60% son mujeres jefas de hogar. "No es un trabajo de pocas personas como se dijo en la Cámara Baja y además para poder obtener este producto, este es el único trabajo agrícola donde hay que aprobar un curso o capacitación y luego pasar un examen", recalcó Cárdenas.
Por su parte, el diputado Santana reconoció que esta es una labor que se realiza por generaciones en el territorio. "Yo quiero agradecerles por el compromiso de proteger un trabajo que es de las familias comunes y corrientes de la pequeña agricultura, y donde hay muchos en Chiloé, y que lo han hecho por generaciones, como hemos conocido historias de vida por más de 30 años", contó.
escasez hídrica
En cuanto a los cuestionamientos que vinculan a la poda del pompón con la actual crisis hídrica en la provincia, desde la agrupación de recolectores presentaron antecedentes que descartarían cualquier efecto ambiental relacionado con esta actividad.
"Se nos culpa de problemas que vienen de años, con plantaciones de eucaliptus, cambio climático, el déficit de las aguas lluvias que entre 1960 al 2020 llegó a un 20% y eso se condice con aumento de población de un 15,6% en sectores rurales si se comparan los censos de 2002 y 2017. En atención a estos argumentos, la crisis hídrica en Chiloé en ciertos sectores pasa porque no se han finalizado proyectos de extensión de Agua Potable Rural (APR) para familias que han llegado a repoblar zonas aisladas", mencionó Daniel Cárdenas.
A modo de antecedente, se ejemplificó con que los habitantes de Chiloé (de 168.185 habitantes según el último censo) consumen en promedio 140.434.475 litros diarios de agua aproximadamente, mientras que las 5.448 hectáreas de especies exóticas plantadas en el territorio, como los eucaliptos, llegan a utilizar al día un promedio de 784.512.000 litros de agua aproximadamente.
"Indistinto de los estudios que hemos conocido, el sentido común nos dice que si una actividad ha durado por más de 30 años es porque es sustentable. No me imagino que las familias busquen que el recurso no sea renovable porque sino sus fuentes de trabajo se terminan", enfatizó el legislador.
Finalmente, Santana llamó a los recolectores del pompón a trabajar tranquilos, porque su derecho se va a resguardar en la ley y resaltó las amplias posibilidades económicas que sigue generando esta actividad en Chiloé.