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Senador Moreira y voto obligatorio: "Aspiramos a convocar con ideas y no con una ley que obliga"

El congresista aseguró que la baja participación electoral no se soluciona con esta medida, anticipando que votará en contra.
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Redacción

Fue en el año 2012 cuando entró en vigor el proyecto que reforma constitucional que establece el voto voluntario (tal como lo conocemos hoy) bajo el argumento que la obligatoriedad del sufragio es un proceso que contradice la democracia. Sin embargo, dada la baja participación en los comicios desde que se instauró esta medida, se discute en el Senado la restitución del voto obligatorio, luego de ser aprobado en la cámara de diputados.

En este sentido, el senador por la región de Los Lagos, Iván Moreira, dijo que votará en contra a este proyecto, asegurando que el problema de la baja participación electoral no radica en la obligatoriedad del voto, sino que obedece a un problema estructural relacionado a la carencia de educación cívica, junto con que los partidos políticos y candidatos no han logrado convocar a su electorado.

-¿Qué diagnostico hace respecto a escaza convocatoria de los procesos eleccionarios?

-No tengo dudas en que tenemos que buscar los mecanismos que incentiven la participación de la ciudadanía, pero no creo que la solución sea volver al voto obligatorio. Considero que hacerlo de esa forma es tapar el sol con un dedo y no reconocer el problema de fondo que está generando la baja participación en las elecciones.

-Pero los porcentajes de participación son preocupantemente bajos…

- Así es, en nuestra región, para la segunda vuelta de gobernadores regionales no se alcanzó el 13%, incluso para el plebiscito, con suerte se superó el 50% en el país. Es evidente que existe un problema serio, pero la solución no pasa por obligar a la gente a ir a votar, de hecho, lo profundizamos. ¿Qué opinará la ciudadanía de nosotros? Creo que simplemente pensarán que los políticos, incapaces de convocar, van a obligar; lo que aumentará aún más la brecha entre la percepción de la gente y el parlamento.

- ¿Se pone en riesgo la legitimidad de las elecciones cuando es baja la participación?

- La baja participación no coloca en duda la legitimidad de las elecciones ni de las autoridades electas, porque son cosas completamente distintas. Los procesos en Chile son ejemplares, reconocidos en el mundo, con resultados rápidos y transparente. Si nos preocupa el que la gente no acuda a las urnas, pero no creemos que ello deslegitime a quienes son electos.

- ¿Cómo cree que la ciudadanía evalúa este proyecto?

- Es un proyecto impopular, no tengo dudas de ello, especialmente cuando al voto obligatorio buscan sumar la inscripción automática. Es tan impopular que incluso sus autores no se atreven a proponer sanciones para quienes no voten. Los países más desarrollados cuentan con voto voluntario, lo que da cuenta que en el mundo el obligar a sufragar es una práctica añeja, nosotros debemos buscar la forma en entregar mayores niveles de libertad a las personas, y en esa línea, este proyecto va en la dirección contraria.

columna de opinión

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Altruismo, una máxima de vida

La palabra Altruismo tiene muchos significados, entre los cuales se destacan: humanidad, piedad, civismo, caridad y desprendimiento. Todos ellos involucran el acto generoso del dar, como una acción desinteresada de ayudar a quienes viven a nuestro alrededor y necesitan urgente la ayuda de su prójimo.

Hoy día el altruismo está divorciado del mensaje social de Justicia Social, muchos enarbolan la bandera de la ayuda a los más vulnerables, pero ni siquiera están dispuestos a meterse la mano al bolsillo para materializar ese discurso imperfecto. La realidad del llamado "servicio público" ha caído a un nivel de desconfianza tal alto, que muchos esperamos liderazgos vinculados al servicio social en concreto, actos prácticos de compasión genuina, señales concretas de amor al prójimo y renuncias significativas al lujo y al enriquecimiento desmedido. Hoy, muchos tenemos esperanza que las señales potentes que el pueblo ha expresado en las últimas elecciones, sean escuchadas por los que aún ostentan el poder Político, Social y Económico.

Altruismo, piedad y desprendimiento, son palabras sinónimas urgentes de ser escuchadas por todos y cada uno de nosotros, porque la sociedad actual ha vivido una de las mayores crisis sociales de los últimos 30 años. La Pandemia dejando una huella de dolor, incertidumbre y retroceso económico y educacional, el movimiento social ciudadano que estremeció la política y sus malas practicas, la realidad concreta de las desigualdades sociales y la mala noticia, que, debió pasar todo esto, para que las arcas fiscales fueran abiertas y liberarán recursos suficientes para sostener nuestra nación por ya casi 16 meses, lo que indica que pudimos habernos ahorrado tanto dolor, frustración y enojo de millones de chilenos, tan solo por una ausencia significativa de Altruismo, piedad y desprendimiento, principalmente en el corazón de los que nos han gobernado en los últimos 30 años.

Altruismo, humanidad y civismo, sinónimos de amor al prójimo, palabras urgentes y necesarias para los próximos hombres y mujeres que sean elegidos para legislar y gobernar nuestra nación, palabras que deberán estar presentes en los discursos y debates, propuestas y programas, pero mayormente en las convicciones y prioridades de quienes vayan detrás del voto popular. Efectivamente, palabras que deben estar en las convicciones de cada postulante, de manera que la corrupción, el engaño, la manipulación, los poderes fácticos y los negociados del sistema, no les doblen la mano a la hora de priorizar a los pobres, los débiles de esta sociedad, los vulnerables del sistema, los que aún anhelan dejar una linda huella en sus descendientes y también, a los que ya partieron y quedaron con la ilusión de la Justicia Social; aquellos que murieron esperando el resultado de esas promesas incumplidas.

Hoy día más que nunca, necesitamos de esos liderazgos altruistas que se han desprendido de sus propios bienes para ayudar a sus semejantes, personas que han adquirido deudas para financiar organizaciones que tienen un verdadero llamado a la compasión, personas que han abrazado la esperanza de una sociedad mejor, construida en el verdadero amor al prójimo, encarnando las verdaderas necesidades de las personas.

Una ruta segura para cambiar este Status Quo, es pedir al Dios de los cielos su intervención urgente mediante hombres y mujeres justas, para que gobiernen con equidad y sin discriminación, donde la Justicia Social no sea un eslogan, sino una realidad concreta, de tal manera que se cumpla lo que dice la Biblia: "Cuando gobierna el Justo el pueblo se alegra, cuando gobierna el impío el pueblo gime."

"Hoy día el altruismo está divorciado del mensaje social de Justicia Social, muchos enarbolan la bandera de la ayuda a los más vulnerables, pero ni siquiera están dispuestos a meterse la mano al bolsillo para materializar ese discurso imperfecto. La realidad del llamado "servicio público" ha caído a un nivel de desconfianza tal alto, que muchos esperamos liderazgos vinculados al servicio social en concreto, actos prácticos de compasión genuina, señales concretas de amor al prójimo".

Pastor Jairo Quinteros, fundador del Centro Integral de ayuda a la Familia y al Desarrollo Social La Viña.