N.L.G.

Escándalo total en el Arena Corinthians de Sao Paulo. A los cinco minutos de juego en el llamado "Clásico de América" entre Brasil y Argentina, ingresó a la cancha personal de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) brasileña junto a policía federal con la intención de sacar del partido a los cuatro seleccionados trasandinos que juegan en la Premier League de Inglaterra.

La Anvisa acusó que Emiliano Martínez, Emiliano Buendía, Cristian Romero y Giovani Lo Celso falsearon su información al ingreso al país respecto a si dentro de los últimos 14 días estuvieron en el Reino Unido. Según la normativa sanitaria de Brasil, quienes vengan de esos países dentro de ese lapso deben realizar cuarentena de 14 días.

Previo al pitazo inicial, Conmebol había acordado con la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) que los jugadores trasandinos podían jugar. El ingreso del personal sanitario desató una trifulca con agarrones y empujones que terminó con el plantel Albiceleste encabezado por Lionel Messi regresando al camarín, mientras los brasileños esperaban confusos en la cancha.

Dani Alves, amigo de Messi desde la época del Barcelona, trajo al "10" a la cancha para un diálogo junto a Neymar, el capitán Casemiro y los técnicos, Tite y Lionel Scaloni. No hubo forma de que Argentina volviera -se le habría pedido reemplazar a esos tres jugadores de la Premier que eran titulares, algo a lo que se negaron- y el árbitro venezolano Jesús Valenzuela suspendió el duelo.

"Si entra gente diciendo que se los querían llevar y los querían deportar, no podía permitirlo. En ningún momento se nos avisó que no podían jugar", acusó Scaloni.

Antonio Barra, presidente de Anvisa, confirmó a O'Globo que "los cuatro jugadores deben ser deportados de Brasil. Serán multados por infracciones sanitarias". Conmebol, por su parte, detalló que el encuentro fue suspendido y que la resolución quedará en manos de la FIFA. "Todas las decisiones que atañen a su organización y desarrollo son potestad exclusiva de esa institución", añadiendo que se entregará un informe "a la Comisión Disciplinaria de la FIFA, la cual determinará los pasos a seguir". Ahora FIFA debe determinar si el término se produjo por abandono o fuerza mayor. Esta segunda causa obligaría a su reanudación.

Tras consagrarse como el máximo ganador histórico nacional en unos Juegos Paralímpicos con tres medallas, el nadador chileno Alberto Abarza arribó ayer a Chile. El "Beto" agradeció el apoyo y se refirió a la importancia de poder realizar un buen trabajo para lograr cosas en el deporte.

"Solo queda agradecer el apoyo, el cariño que todos siempre me han dado, desde la Teletón en adelante y ese cariño se ha visto siempre y lo que soy es gracias a todos quienes han estado conmigo", dijo Abarza en el aeropuerto de Santiago.

El chileno logró primero la medalla de oro en los 100m espalda y luego dos de plata en 200m libre y 50m espalda, transformándose en el chileno con más medallas en unos Juegos Paralímpicos.

A nivel Team ParaChile, la delegación logró seis medallas, quedando en el puesto 45 del medallero.

"En todo deporte se necesita buena gestión, no solo se necesita dinero", dijo el nadador. "El solo hecho de intentarlo es válido. Yo veo a los chicos de los deportes convencionales y son tremendos deportistas y siempre tengo el apoyo de ellos. Siento que la calidad está, pero estar en los Juegos Olímpicos es algo distinto, por algo son cada cuatro años, entonces la presión es distinta", aseguró.