Chiloé en la historia de Chile
Los chilenos esperan reencontrarse esta semana con sus tradiciones, la música, el baile nacional y la gastronomía típica de septiembre, luego de más de un año en que las restricciones propias de la pandemia nos obligaron a vivir confinados, separados y protegidos en nuestros hogares. Hoy la realidad es muy distinta a la de hace un año y, si bien gozaremos de menores restricciones, debemos seguir cuidándonos y respetar en todo momento los protocolos que nos entrega la autoridad de Salud. Solo así podremos disfrutar con seguridad de un nuevo aniversario patrio, con motivo de conmemorarse 211 años de la Primera Junta de Gobierno.
Quienes participaron de aquella histórica sesión, un 18 de septiembre de 1810, no le dieron el significado que tiene hoy para nuestra generación. Entonces, los habitantes de Chile buscaban formar un Gobierno provisional, mientras durase el cautiverio del rey de España. No fue sino hasta el 12 de febrero de 1818 que se firmó el acta que estableció nuestra Independencia y que nos inició en la senda de la autodeterminación como pueblo.
Como entonces, muchas veces no vemos la real trascendencia de los acontecimientos que nos rodean día a día ni notamos el significado que tendrá en el largo plazo para nuestro desarrollo como nación. Hoy, por ejemplo, estamos siendo testigos de cómo se establecen los pilares de una nueva Constitución Política de la República, con opiniones, posturas y matices que podremos o no compartir, pero que en definitiva estaremos llamados a decidir entre todos los ciudadanos a través de un plebiscito.
En ese contexto, hoy estamos sentando las bases del Chile en el que queremos que nuestros hijos e hijas vivan mañana.
Mi generación fue testigo de múltiples acontecimientos que han marcado nuestra historia política en los últimos 30 años: a veces hemos avanzado, otras veces hemos retrocedido pero siempre han primado los consensos y las acciones pensadas por el bien de Chile.
Los chilotes hemos también sido protagonistas de hitos históricos que nos enorgullecen. Por ejemplo, a la vuelta de los festejos patrios, el 21 de septiembre, recordaremos la gesta heroica de aquellos valientes tripulantes que en 1843 navegaron en la Goleta Ancud para lograr la toma de posesión del Estrecho de Magallanes, anexando así a nuestro territorio lo que hoy constituye nuestro territorio austral.
La Goleta Ancud fue construida en astilleros de Chiloé por orden del intendente de la época, don Domingo Espiñeira Riesco, un joven comisario contador de marina. Así, el 22 de mayo de 1843 y junto a atronadores gritos de ¡viva Chile!, la goleta de guerra Ancud zarpó del muelle de San Carlos con 23 tripulantes y comandada por el capitán graduado de fragata Juan Guillermos (John Williams).
En medio de la algarabía patriótica, hoy volvemos a alzar la vista al horizonte que separa el cielo y el mar que circunda al Archipiélago de Chiloé para recordar la hazaña de estos 23 navegantes que ensancharon la soberanía nacional hasta casi tocar el confín del mundo, y en su honor volvemos a gritar ¡viva Chile!