Aborto: licencia para matar al niño que está por nacer
Esta semana, la Cámara de diputados aprobó en general la despenalización del aborto sin causal hasta la semana catorce de embarazo, lo que es básicamente una licencia para matar.
Quienes creemos en que la vida comienza desde la concepción, vemos como se avanza en favor de una cultura de la muerte.
Mientras los gritos de la calle ensordecen el llanto de aquellos que nunca verán la luz del día, de los inocentes que no tienen responsabilidad alguna, que serán abandonados a su muerte por una sociedad que avanza a pasos agigantados hacia la destrucción de la familia, al egoísmo y el narcisismo.
Esta es la mayor de la demostración de la inconsecuencia de la izquierda en la defensa de los derechos humanos, ya que concentra su defensa en los delincuentes que están en prisión por cometer delitos graves y no en los inocentes que esperan su destino fatal. Esto no tiene nada que ver con el patriarcado ni con la libertad de los cuerpos de las mujeres, ni menos con el machismo; sino con la defensa de la vida, sin excepciones ni atajos.
Hoy, en tiempos en que parece que solo se escucha al que grita más fuerte, en que el lobby visibiliza solo algunos temas, los defensores de la vida debemos seguir siendo la voz de esos inocentes, hacerlos visibles cuando otros quieren que sean invisibles, ser su soporte donde otros buscan el abandono, ser luz en medio de la oscuridad.
Como cristiano defenderé la palabra de Dios con fuerza en el Senado y en cada espacio que sea posible el principio básico de que la vida comienza desde la concepción y se extiende hasta la muerte natural, sin excepciones ni ambigüedades.