Mascarillas transparentes: avanza proyecto pero expertas advierten
La Cámara Baja aprobó iniciativa que obligará su uso para las personas que atienden público, facilitando la comunicación con quienes padecen sordera.
Leo Riquelme - Medios Regionales
La Comisión de Salud del Senado comenzará a analizar un proyecto de ley aprobado la semana pasada por la Cámara de Diputados, que busca exigir que las personas que atiendan público en instituciones públicas o privadas utilicen mascarillas transparentes para facilitar la comunicación con personas sordas.
La moción llega a la Cámara Alta tras ser respaldada por 131 diputados que aprobaron la incorporación de un artículo en la ley sobre igualdad de oportunidades e inclusión social de personas con discapacidad que obligue a usar estos dispositivos "para permitir la lectura de los labios" por parte de quienes no oyen.
Según el Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis), en Chile hay poco más de 712 mil personas con algún grado de problema de audición, de las cuales 179 mil tiene sordera total.
En la Universidad Católica del Maule (UCM) llevan un tiempo trabajando en este tema en la pandemia, y lo han hecho gracias a un proyecto del Fondo Nacional de Proyectos Inclusivos (Fonapi), del Senadis, que justamente consiste en la fabricación de barbijos transparentes que se ajusten a las necesidades de comunicación de las personas sordas, y que, además, sea un elemento de protección válido conforme a los lineamientos del Ministerio de Salud.
luego reemplazarla
Pese a ello, y consultada por este proyecto de ley aprobada en la Cámara, la jefa del Centro de Apoyo al Aprendizaje de la UCM, María de los Ángeles Opazo, explicó que estas mascarillas son recomendables para usarlas durante una conversación con personas que puedan tener una discapacidad de este tipo, pero aconseja "luego reemplazarla por una convencional (...) (porque) no es para utilizarla de forma permanente".
La microbióloga y docente de la carrera de Tecnología Médica de la U. San Sebastián, Karina del Campo, advierte que las mascarillas transparentes no tienen la misma efectividad de retención que una de tres pliegues, una KN y menos la de una N95, que son las más recomendadas para protegerse del coronavirus.
"Con las transparentes no pasa la figura de la retención por poro, sino que lo que busca es evitar el contacto de gotitas que puedan producirse cuando uno habla o estornuda, y esas gotitas puedan caer o quedar suspendidas por largo tiempo cuando una persona está hablando", compara la experta.
Del Campo añade que si el proyecto de ley avanza es necesario exigir que estas mascarillas transparentes tengan certificación y homologación, es decir, que sean vendidas como barbijos y no como protectores faciales.
"Estos escudos faciales se han masificado muchísimo y todos los hemos recomendado en algún momento, pero no son mascarillas", especifica, diferenciando que estas últimas son más seguras.
Proyecto senadis
Pero más allá de lo sanitario, es un hecho que el uso de mascarillas en la pandemia le ha dificultado la vida a las personas que padecen discapacidad auditiva y leen los labios de sus interlocutores.
"Se ha reducido nuestra independencia", lo resume Katherine Contreras, estudiante de segundo año de Pedagogía en Educación Especial de la UCM, quien padece esta discapacidad.
Esta realidad llevó al Programa de Apoyos y Recursos para la Inclusión a idear el proyecto de fabricación de mascarillas transparentes bajo los estándares exigidos por el Minsal, y que se entregarán a personas con este problema en el plantel y la región, además de funcionarios de la salud. La primera partida considera 200.
"Este tipo de mascarillas no solo va a beneficiar a las personas con discapacidad, sino que también a esta relación más personal en la comunicación. El dejar de mirarnos el rostro nos afecta a todos, las expresiones también comunican", recordó el rector de la UCM, Diego Durán.