"Cotta", la perrita que frustó asalto, se acoge a retiro
Producto de una enfermedad, la cabo primero colgó su capa tras múltiples servicios en Carabineros de Castro.
Tras cumplir más de 58 meses de servicio en la Segunda Comisaría de Carabineros de Castro, ayer se acogió a retiro la cabo primero "Cotta", perra adiestrada de la unidad que no solo ha sido reconocida por su labor de acercamiento a la comunidad, sino también por detener a un asaltante en pleno centro de la ciudad.
La ovejera alemán nacida el 1 de febrero del 2015 en la Escuela de Adiestramiento Canino de Santiago, en enero del 2018 logró frustrar un robo con intimidación a una joyería de calle San Martín. Junto a transeúntes redujeron al antisocial que huía con especies avaluadas en más de $800 mil. Un botín que logró ser recuperado.
Siempre junto a su guía, Osvaldo Orellana, este binomio recorrió las calles castreñas, abordó decenas de procedimientos y fue protagonista de numerosas campañas preventivas. Sin embargo, el paso de los años obligó a cortar esta exitosa dupla.
Un avanzado pannus (inflamación de las córneas) gatilló el prematuro retiro de la "Cotta", cuya labor fue reconocida en una ceremonia que se llevó a cabo en el Centro Cultural de Castro. Se despidió haciendo gala de su instrucción y simpatía, sacando risas y aplausos de los asistentes, en especial de los párvulos que terminaron fotografiándose con este ejemplar.
Lazo
Tal como explicó el cabo primero, desde que la perrita tenía 6 meses estuvo a su cargo. "Fue de inmediato un lazo especial", expresó, sumando que en los múltiples servicios policiales que realizaron "demostró su seguridad, interactuando con la ciudadanía y haciendo funciones como un carabinero más". Agregó que "contribuyó en el control del orden público, como también en el acercamiento institucional con toda la comunidad de la Isla".
Debido a su enfermedad, como precisó el uniformado, la cuadrúpeda funcionaria adelantó la entrega de su capa (a los 10 años los canes son llamados a retiro). Ahora está en tratamiento, como dijo Orellana, "para que pueda mejorar su visión y con ello su calidad de vida, en la nueva y principal misión que emprende, que es ser parte de mi familia y cuidarla".
Con su guía de siempre se quedará la "Cotta", descansando de la ardua labor emprendida en Chiloé; mientras tanto, en la Segunda Comisaría ya están en gestiones para contar con un nuevo guardián canino.
Así lo señaló el mayor Gustavo Guajardo, jefe de la unidad base, añadiendo que "tenemos caniles habilitados y queremos considerar dentro del menor lapso posible, tener un nuevo ejemplar canino que nos acompañe en los servicios policiales y la labor comunitaria, donde la 'Cotta' dejó una huella imborrable".