Columna de opinión
El cambio climático es una realidad presente hoy en las 16 regiones, manifestándose primordialmente a través de un profundo déficit hídrico en todo el país, provocando la sequía más grande de nuestra historia, la que afecta al menos el 72% del territorio nacional. Desde la perspectiva de la pequeña agricultura, entendemos que la escasez de agua es un desafío que nos seguirá acompañando en el futuro y, en consecuencia, nuestra prioridad es enfocar todos los esfuerzos en la adaptación permanente de los sistemas productivos a esta nueva realidad, ya que solo así el sector agrícola podrá seguir ejerciendo el importante rol económico, social y ambiental que cumple hoy en nuestra sociedad.
Actualmente en Chile hay 156 comunas en riesgo de desertificación y otras 138 comunas de las regiones de mayor productividad declaradas bajo emergencia agrícola por déficit hídrico. Actuar en estos territorios no solo es un desafío, sino un imperativo de nuestro tiempo, por ello, desde Indap hemos promovido el uso eficiente del agua como una prioridad, destinando recursos inéditos en materia de riego. Solo desde 2018 hasta la fecha hemos aumentado en un 129% el presupuesto destinado a riego, contando hoy con una cifra histórica de $32.652.085.000 que busca avanzar en mayor tecnología y en una mejor y más segura distribución del agua.
En la agricultura, el agua tiene un fin vital para el ser humano: producir alimentos. En este sentido, nos enfrentamos a un doble desafío, ya que los agricultores no solo deben hacerse cargo del cuidado y uso eficiente del agua, sino que además el exponencial aumento futuro de la población exige producir más alimentos en condiciones cada vez más adversas. En simples palabras, tenemos la difícil tarea de producir más alimentos con menos agua.
triplicar la superficie regada
En Indap estamos convencidos de que una de las medidas en que debemos avanzar es la aplicación de riego tecnificado, lo que nos permitiría triplicar la superficie regada con la misma cantidad de agua que utilizamos hoy. Este ha sido el foco de nuestro trabajo durante los últimos años, donde este 2021 llegaremos a tecnificar más de 2 mil nuevas hectáreas, lo que si bien representa cerca de un 30% del total de la pequeña agricultura, es la línea correcta por la que seguir avanzando.
La adaptación del agro a causa del cambio climático es evidentemente necesaria, y como todo desafío, también puede representar una oportunidad. Así lo hemos visto y promovido en ciertas regiones, donde familias campesinas han diversificado su matriz productiva hacia nuevos rubros más sustentables y rentables, debido a las variaciones del clima. Solo por dar un ejemplo, hoy podemos ver plantaciones de cerezos cada vez más al sur, como en zonas de La Araucanía, Los Lagos e incluso Aysén.
Las amenazas del cambio climático respecto a la escasez de agua y ciertos alimentos es real y seria, pero aún estamos a tiempo para tomar acción y evitar que ello ocurra. Tras el reciente Día Internacional contra el Cambio Climático, reforzamos nuestro compromiso con una agricultura más sustentable, apoyando con capacitación, programas y herramientas a los pequeños agricultores que buscan adaptar sus sistemas productivos para seguir cumpliendo con el trascendental rol de llevar alimentos a la mesa de los chilenos.
"Actualmente en Chile hay 156 comunas en riesgo de desertificación y otras 138 comunas de las regiones de mayor productividad declaradas bajo emergencia agrícola por déficit hídrico. Actuar en estos territorios no solo es un desafío, sino un imperativo de nuestro tiempo, por ello, desde Indap hemos promovido el uso eficiente del agua como una prioridad, destinando recursos inéditos".
Carlos Recondo,, médico veterinario.
Carlos Recondo Lavanderos, director nacional del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap)