María Consuelo Ulloa - El Llanquihue
La Ley Electoral contempla como metodología de elección el siempre cuestionado método D'Hondt, el cual -en palabras sencillas- prioriza entregar premio a la alta votación de listas más que de las individualidades. "Sistema de representación proporcional", también se le conoce.
El socialista Rabindranath Quinteros, en la senatorial, es un notable ejemplo de ello. En la competencia a diputados el fiscal regional Marcos Emilfork o Andrés Santana, exdirector regional de Sercotec, también podría contar los suyos.
"En la elección parlamentaria anterior (2017) -cuando debuta el sistema (antes estaba el binominal)- una treintena de candidatos a nivel nacional ingresa al Congreso con menos del 5% de votos. En la elección del domingo, cuatro parlamentarios tendrán su escaño con menos del 1% (en el país)", detalla Carlos Haefner, vicepresidente para Sudamérica el Instituto Euro-Latinoamericano de Políticas Públicas para América Latina.
"Ciertamente esto es una anomalía del sistema, porque tendremos parlamentarios que tienen una muy baja representatividad del electorado. En tiempos en que existe una crisis política importante derivada de la falta de representatividad y profunda desconfianza por parte de la ciudadanía, se hace urgente buscar consensos políticos que permita avanzar hacia modificaciones legales y evitar que candidatos con el 0,24 % de votos sea diputado", añade.
El senador Quinteros, quien pese a ser el segundo candidato más votado para la Cámara Alta, con 32 mil 390 votos (solo superado por su compañero de lista Fidel Espinoza, con 53 mil 661 sufragios), perdió su escaño en el Congreso. En su caso porque la votación de la lista de Chile Podemos + fue más alta que la de Nuevo Pacto Social y permitió que el gremialista Iván Moreira (31 mil votos) "arrastrara" a Carlos Kuschel de RN (27 mil votos).
"Quienes participamos de estos procesos tenemos claras las reglas del juego y, por lo mismo, no tiene sentido criticar el sistema que nosotros mismos aprobamos en el Congreso para poner fin al binominal", asegura.
"Todos los que somos candidatos trabajamos para ganar con la mayor cantidad de votos que sea posible, nadie compite para perder. En esta ocasión la comunidad tomó una decisión y yo la respeto, porque creo firmemente en la democracia y en que es la gente la que elige su destino través del voto", expone el exintendente.
Beneficia a poderosos
Gerardo González, director de la carrera de Administración Pública de la Universidad de Los Lagos y doctor en Ciencia Política expresa que "todas las candidaturas que sean independientes y que participan dentro de una formula D'Hondt tienen prácticamente nulas posibilidades de ser electos porque nunca van a alcanzar, en términos generales, el umbral que tienen aquellas listas y coaliciones que tienen más partidos y más candidaturas fuertes. Entonces, desde ese punto de vista es una fórmula que va a beneficiar a los partidos y coaliciones que tienen más fuerza".
Sobre si existe la posibilidad de cambiar este sistema, González apunta a que "los propios parlamentarios han puesto trabas para que no participe el mundo independientes, sino que compitan dentro de la misma reglas del juego de la fórmula D'Hondt. Por eso que existen, dentro de la Cámara de Diputados y el Senado, prácticamente puros representantes de partidos políticos".
¿Podría cambiarse? "Existe el sistema proporcional puro que, por ejemplo, se aplica en Uruguay y es un sistema que si bien es cierto no es 100% proporcional, sí da espacios para no tan solo partidos políticos, sino que hay movimientos sociales, y fuerzas alternativas", cierra el académico.