Acusan que familia vive hacinada con 30 perros y 15 gatos en sector rural
Organización animalista reveló los alcances de este caso con epicentro en Huenuco, Castro, enfatizando que las mascotas no reciben los cuidados necesarios.
La Fundación Asilvestrados reveló la insistencia de una familia del sector Huenuco, en la comuna de Castro, en prácticas irresponsables de tenencia animal, las que no solo afectan a los propios ejemplares, sino que pueden generar un grave caso de insalubridad. Se trata de una vecina y su hijo que albergan cerca de 30 perros y 15 gatos en estado de hacinamiento.
De acuerdo a lo señalado por María José Bertín, representante legal de la organización, los primeros antecedentes de esta situación "los obtuvimos "hace tres años mediante otra entidad que es Chiloé Solidario y fueron los vecinos quienes nos dieron más información de este caso".
Para abordar esta problemática, este colectivo animalista desde marzo de este año hasta la fecha, ya ha esterilizado a 17 hembras, sin embargo, estos pobladores son acumuladores de mascotas y van acogiendo día a día a más animales.
"Nos costó tres años convencer a esta familia para poder operar a los animales porque no llegaban a entender el problema que tenían", confesó Bertín.
Como se informó, las mascotas han ido falleciendo tanto por enfermedades, como por la acción violenta que se produce entre estos animales que viven en alto grado de estrés. De hecho, la fuente advirtió que durante las cirugías, se dieron cuenta que los animales estaban con baja de peso.
Síndrome de noé
Según señalan los vecinos de este sector de la península de Rilán, los animales viven en precarias condiciones con un espacio pequeño y algunos amarrados.
"Los cuidadores son dos personas, una madre y su hijo, pero ambos tienen problemas cognitivos y no se dan cuenta de la acumulación", indicó Bertín.
Según los expertos, este fenómeno tiene un nombre y es el Síndrome de Noé, una enfermedad poco conocida y, frecuentemente, mal explicada.
Para Nicole Aguilar, psicóloga clínica en adultos, esta conducta acumulativa se configura como una compulsión que tiende a disminuir la ansiedad y angustia de quienes lo padecen.
"Estas personas no han tenido la posibilidad de simbolizar o hablar sobre lo que le genera angustia. Y tampoco son conscientes del daño que les ocasionan a los animales, dado que en su mayoría, éstos carecen de cuidados básicos. Por tal motivo, se requiere pesquisar estos casos a tiempo para resignificar la vivencia traumática y evitar el maltrato hacia los animales", enfatizó la profesional.
Desde la Fundación Asilvestrados ya han logrado dar en adopción a 8 perros de este grupo. No obstante, la líder de este colectivo insistió en señalar que esto es un problema sanitario y social porque requiere de la intervención de trabajadores sociales y de algún servicio sanitario, ya que llegar a este tipo de personas es muy difícil.