¿Cómo saber si su hijo está perdiendo la ilusión de la Navidad?
Los niños empiezan a dar ciertas señales que alertan que para ellos estas fechas no son igual a años anteriores. Una de las más evidentes es hacer preguntas.
Natividad Espinoza R.
La Navidad tiene una magia muy especial para los niños, pero que lamentablemente dura pocos años. A veces, sin que los padres siquiera sospechen que algo está cambiando, uno de sus hijos lanza una afirmación tan incendiaria como: "El Viejito Pascuero no existe", sembrando también la duda en sus hermanos y otros pares.
No obstante, hay formas de prevenir que esto pase así de golpe y darse cuenta que un pequeño está perdiendo la ilusión de Santa Claus y que quizás esta sea su última Nochebuena esperando regalos desde el Polo Norte.
Respecto de las primeras pistas que indican que los niños ya no creen o están dejando de creer en Papá Noel, la psicóloga infantil Alejandra Goñi manifestó a este medio que "la señal más clara se relaciona con la conducta que tienen al momento de tocarles el tema".
"Si es que reaccionan de una forma menos animada que antes y no manifiestan una emoción evidente, puede que ya estén perdiendo la fe", sostuvo la profesional. Y es que cuando un niño cree a ojos cerrados, dicen los expertos, aproximadamente desde octubre empieza a hablarle a sus padres sobre escribir la carta al Viejito.
Otro indicador de que se está dejando de creer, destacado por la psicóloga infantil es que "cuando los niños están alejándose de esta figura navideña, suelen hacer muchas preguntas relacionadas con su existencia".
Respecto de qué responderles si las preguntas comienzan a ser muy recurrentes, la experta sostuvo que es decisión de los padres si decirles o no la verdad, pero siempre hay que tomar en cuenta la edad que tienen los menores.
¿a qué edad sucede?
De acuerdo con Goñi, generalmente los niños empiezan a tener dudas sobre la existencia de Papá Noel a los siete u ocho años. Sin embargo, esto depende de cada niño y, por ejemplo, de si se junta con niños mayores o si sus compañeros de curso ya saben o sospechan algo.
Hoy incluso hay padres que no hablan nunca a sus hijos del Viejito Pascuero, omitiendo esta figura.