Captan con GPS señales de que una falla está sísmicamente activa
Hallazgo muestra por primera vez una señal instrumental que logra explicar un sismo de magnitud 6,3 ocurrido el año pasado en la Cordillera de la Costa.
N.E.
La convergencia de las placas tectónicas de Nazca y Sudamericana es la responsable de gran parte de los sismos que ocurren en Chile. No obstante, hay también temblores que se originan en lo que se conoce como fallas geológicas.
"La más conocida es la falla de San Ramón en Santiago, pero existen numerosas en Chile poco estudiadas, porque la cartografía de ellas requiere de un mapeo geológico complejo, pero hemos avanzado", dijo Gabriel González, subdirector del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (Cigiden) y académico de Geología de la Universidad Católica del Norte (UCN).
Junto a un grupo de científicos, el experto publicó en Nature Scientific Reports un documento donde profundiza en el estudio de un seísmo ocurrido en el norte del país.
"Se trata de un sismo de magnitud 6,3 que ocurrió el 11 de septiembre del 2020 en la costa del norte de Chile, específicamente en la desembocadura del río Loa. La particularidad de este sismo es que el hipocentro se encontró dentro de la placa continental y no en la zona de subducción. La zona de ruptura que provocó el sismo está arriba de la zona de subducción y dentro de la placa continental, bajo la Cordillera de la Costa", dijo la fuente.
La investigación se concentró en estudiar cerca de 90 réplicas que produjo el sismo, y revisar los registros temporales de las estaciones de GPS instaladas en el norte. Esta información permite relocalizar el epicentro del sismo y sus réplicas, con una resolución espacial de cientos de metros.
Así, aclaró González, "pudimos delinear una estructura, una falla dentro de la corteza continental, que se activó con este sismo de magnitud 6,3".
Los datos mostraron que se trataba de la falla de Cerro Aguirre, ubicada al sur del tramo donde el río Loa desemboca en el mar. "Esta falla tiene una expresión en el relieve que produce un salto vertical de 300 metros de alto, ha estado geológicamente activa desde hace por lo menos 9 millones de años, y es la primera vez que se puede captar una señal que indica que la falla está sísmicamente activa", comentó.
Afortunadamente, complementó, al norte y sur de esta falla hay cuatro estaciones de GPS, por lo que se pudieron estudiar los desplazamientos de la superficie terrestre en una ventana de 10 años antes del sismo. "Quedamos perplejos al descubrir que los GPS ubicados al sur y al norte de la falla mostraban claramente que antes del sismo estas estaciones se estaban acercando a una velocidad de dos milímetros por año", añadió González.
Gracias a los profesionales, por primera vez hay evidencia de un acortamiento progresivo de la corteza que se resolvió en un sismo.