Marcelo Águila Sandoval

Vuelve al sorprender en Chiloé el avistamiento de un pudú albino en la provincia, otra vez en la zona de la costa oeste de la comuna de Chonchi, aunque esta vez se trata de un ejemplar juvenil y no adulto como ha sido captado otras veces.

Fue el pasado viernes, alrededor de las 8 de la mañana, cuando entre las localidades de Huillinco y Cucao se pudo ver a orilla de la carretera a un pudú de color blanco junto a su madre comiendo pasto, lo que llamó poderosamente la atención de quien lo registró en una fotografía.

Luis Mayer, autor de la imagen, indicó que "yo todos los días viajo a Cucao dos veces al día (cuatro viajes en total) por temas laborales y siempre veo pudúes, solo que este marcó la diferencia, por eso saqué la foto". Agregó que el pudú "estaba con su madre, ella estaba como a cinco metros, y cuando me estacioné pude acercarme y sacarle una foto. Al parecer, la madre estaba preñada porque tenía una gran barriga".

El hallazgo recuerda el avistamiento de otro de estos pequeños ciervos endémicos de los bosques andino-patagónicos del sur de Argentina y Chile. Fue un ejemplar macho adulto (tenía cornamenta) de color blanco que fue captado por una familia que paseaba por las cercanías de Cucao en diciembre de 2018.

Probablemente, este último ejemplar fue el mismo que murió el año pasado al caer al lago Huillinco tratando de escapar de perros que lo perseguían, según dio cuenta la organización no gubernamental Chiloé Protegido, la misma que ha difundida la imagen de la cría albina.

El presidente de la ONG Chiloé Silvestre, Javier Cabello, dijo que "el avistamiento no es primera vez que pasa en Chiloé, ya que hace dos años también hubo (...). Pero, lo que pasa es que es un albinismo, un cambio en la genética de los animales y que se da de forma aleatoria en cualquier especie como nos pasa a nosotros"

"En Chiloé se da la particularidad que el pudú, prácticamente, no tiene depredadores como en el continente con el puma, por ejemplo. Acá el único depredador ocasional viene siendo el zorro chilote, pero no es su principal fuente de alimento". En efecto, según la ciencia, la Isla Grande es el territorio que presentaría la mayor abundancia en el país, aunque su hábitat está amenazado por la destrucción de su hábitat y ataques de perros.

Tal profesional de la entidad que dispone del Centro de Rescate y Rehabilitación de Fauna Silvestre en Nal Bajo, en Ancud, acotó que a este lugar suelen llegar cérvidos lesionados, algún por acción de canes y otros atropellado por vehículos.

"Las principales causas de ingreso al centro de rehabilitación son por ataques de perros y los problemas que podría tener el pudú albino son los mismos que tienen otros pudúes. Además, los cuidados son la precaución por la carretera sobre todo en los sectores que son ya conocidos por tener avistamientos seguidos de pudúes como Degañ, Butalcura, Lechagua, Cucao, entre otros", expuso el médico veterinario.

El doctor en Genética de la Conservación detalló sobre lo último que "estos son lugares en que es frecuente ver pudúes en carretera y donde hay mucho atropello, y también hacer un llamado a la gente que sea responsable con sus animales y mantenerlos en recintos cerrados para que no vayan a los bosques a buscar presas".

Lo mismo reparó el autor de la fotografía, quien hizo un llamado a la protección de este animal y recalcó la importancia de difundir este tipo de situaciones. "Siendo sincero, camino a Cucao se ven muchos pudúes, pero no hay ninguna señalética o letrero de precaución para que los conductores tengan el resguardo adecuado hacia estos animales", confesó Mayer.

El pudú del sur (Pudu puda) es una de las dos especies de este género -el del norte es aún más chico y habita en Colombia, Ecuador y Perú-, reconocida por su tamaño pequeño aunque robusto, con una altura de unos 40 centímetros en los adultos. Está dentro de las categorías de amenaza de extinción, la de vulnerable. Se dice que su color café lo ayuda a camuflarse en los bosques, cualidad que evidentemente carece la cría albina.

"Yo todos los días viajo a Cucao dos veces al día (cuatro viajes en total) por temas laborales y siempre veo pudúes, solo que este marcó la diferencia, por eso saqué la foto".

Luis Mayer, captó al ejemplar.

2018: en diciembre de ese año una familia que andaba de paseo, también cerca de Cucao, fotografió a un pudú macho albino.