Acreditan reiteración en ultrajes contra niñita por parte de su propio padre
Sujeto que reconoció el delito de violación se expone a una pena de 15 años y un día de presidio por los aberrantes hechos perpetrados en Quellón.
Tanto el valiente y contundente testimonio de la víctima como la evidencia testimonial y pericias presentadas se convirtieron en las claves para acreditar la responsabilidad de un sujeto en las sistemáticas agresiones sexuales contra su propia hijita en Quellón. Una caso que terminó con una poco usual condena por violación impropia reiterada, ante lo cual la penalidad contra el autor es mayor. Se expone a 15 años y un día de presidio.
De forma unánime, la sala del Tribunal Oral en lo Penal de Castro presidida por la magistrada Angélica Monsalve decretó ayer su veredicto condenatorio. En la audiencia que se extendió por unas cuatro horas se entregaron detalles de la pesadilla que sufrió la niñita, quien entregó un relato claro que ayudó a desvirtuar la presunción de inocencia que amparaba a su papá.
A los 8 años comenzó a sufrir las vulneraciones la menor, las que se extendieron desde el 2013 hasta el 2017, en diferentes lugares, como al menos dos inmuebles de la comuna porteña. Una seguidilla de ataques que la mantuvo en un dramático silencio, hasta que se armó de valor para develar los ultrajes a su madre, lo que posibilitó judicializar la causa el 2019.
Tal como indicó la fiscal jefa de Quellón, Karyn Alegría, las diligencias estuvieron a cargo de detectives de la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales (Brisex) de Ancud, que entregaron informes sustanciales para determinar la dinámica de los hechos e identificar como posicionar los diferentes episodios de violencia.
La persecutora remarcó que durante la audiencia, para crear convicción en los sentenciadores, junto con las conclusiones policiales "se presentaron las declaraciones de la víctima, como de testigos, así también informes periciales, tanto sexológicos como sicológicos; además, se sumaron los peritajes de credibilidad del relato y daño".
Asimismo, la abogada valoró que se haya acogido la reiteración del delito, dentro de los cinco años en que se extendió el calvario de la pequeña. "Los datos entregados fueron contundentes y se establecieron a lo menos dos domicilios como lugares de las agresiones", insistió.
Junto a los cargos propios del carácter del ilícito, la representante del Ministerio Público sustentó el cuántum invocando la agravante del parentesco.
Por su parte, el defensor Daniel Fuenzalida busca que se rebaje en al menos un grado la pena contra su representado, quien se encuentra privado de libertad desde octubre del 2019. Para ello solicitó la concurrencia de dos atenuantes.
"El imputado desde antes de ser formalizado había manifestado su participación en los hechos ante la Policía de Investigaciones, en término de los elementos fundantes del delito. En ello basamos la colaboración sustancial", acotó el jurista, más allá que el encartado no entregó detalles del caso ante los jueces. Solo remarcó que mantiene su declaración inicial.
Continuado
Igualmente, el profesional sostuvo que "ponemos en duda" la reiteración de los hechos, enfatizando que se trataría de un delito continuado. "No se presentaron elementos de corroboración o complementarios a la versión de la denunciante, como testigos u otra evidencia, que permitan sustentar dicho carácter. Solamente se hablaron de fechas indeterminadas que no fueron contrastadas", puntualizó.
A la cooperación en la indagatoria el defensor sumó como aminorante objetiva la irreprochable conducta anterior del nacido en Hualaihué. Con estas circunstancias modificatorias espera una rebaja en la pena. Eso sí, no pidió una sanción específica, dejando abierta esta instancia al tribunal, aunque igual sostuvo que se tenga en cuenta el largo tiempo en que ha permanecido en la cárcel su representado.
Para el 7 de marzo quedó programada la lectura de fallo. Ya con la sentencia, Fuenzalida manifestó que "se analizarán los fundamentos entregados en la resolución para evaluar algún recurso de nulidad".
28 meses lleva en la cárcel por este delito de connotación sexual, el imputado de 43 años.