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Mitilicultores temen por la guerra: Rusia es el mayor comprador

Más de 17 mil toneladas de choritos chilenos se exportan anualmente al país más grande del mundo y más de 5 millones de kilos se despachan a Ucrania.
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Hoy es el séptimo día de la invasión rusia a Ucrania, guerra que no solo mantiene la máxima preocupación en Europa, sino que repercute a nivel mundial, incluyendo actividades económicas como la acuicultura chilota.

La Asociación Gremial de Mitilicultores de Chile (AmiChile) indica que este rubro exporta más de 17 mil toneladas de sus productos a Rusia, convirtiendo a este país en el principal comprador, lo que genera un escenario incierto.

En tanto, las exportaciones que se hacen a Ucrania son de más de 5 mil toneladas al año, "lo que también convierte a este país en un destino muy relevante para el sector", mencionó la entidad con sede en Castro, Chiloé.

"Como gremio lamentamos profundamente lo que está ocurriendo entre Rusia y Ucrania, todas las vidas perdidas y la incertidumbre que viven, sobre todo las personas que están siendo afectadas directamente, es algo realmente muy desolador. Solidarizamos con todas las familias que están sufriendo en este momento y esperamos que este terrible conflicto pueda encontrar una pronta solución", indicó Branco Papic, presidente de AmiChile.

Con respecto a la situación de los mitílidos, el líder de la organización gremial añadió: "Esta es una cadena que parte con pequeños emprendedores, quienes producen semillas y cultivan choritos, hasta grandes protagonistas industriales que también cultivan, procesan y comercializan el producto que ellos mismos elaboran".

Mayor riesgo

Papic mencionó igualmente que "hoy la industria se podría ver afectada con el conflicto y los que más riesgo corren son los más pequeños, porque si las plantas no pueden procesar los volúmenes comprometidos, se necesitará una menor cantidad de materia prima".

Chile es el principal exportador mundial de choritos o mejillón chileno congelado, por lo que el bloqueo a Rusia significaría un retroceso al esfuerzo de años para convertir este producto en un alimento cotizado por distintos países en el extranjero.

"Estamos evaluando la situación para poder obtener la mayor cantidad de antecedentes, y de esta forma buscar las soluciones más correctas y ágiles, junto a las distintas autoridades sectoriales, con la idea de no perjudicar a ningún eslabón en la cadena de los mejillones", concluyó el líder de AmiChile.

De acuerdo a la asociación, la industria nacional de los mitílidos genera 17 mil puestos de trabajo, 12 mil directos y 5 mil indirectos. Este sector productivo tiene un 99% de desarrollo en la Región de Los Lagos y un 75% en la provincia de Chiloé.

"Si las plantas no pueden procesar los volúmenes comprometidos, se necesitará una menor cantidad de materia prima".

Branco Papic,, presidente de AmiChile.

columna de opinión

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Crear comunidad educativa para fortalecer del retorno presencial

Se inicia un nuevo año escolar en que, después de dos años de iniciada la pandemia, estudiantes y docentes volverán a encontrarse de modo presencial, según las indicaciones del Ministerio de Educación y avance del plan de vacunación en Chile.

Este nuevo ciclo trae una serie de nuevos desafíos que enfrentar en lo educativo: acortar las brechas de aprendizaje ocasionados con la virtualidad, fortalecer la comunicación institucional, fortalecer la gestión escolar, mejorar las condiciones de la docencia, etcétera. Sin embargo, los años de virtualización han traído una serie de nuevas condiciones que debemos considerar.

Algunos aprendizajes de este período ponen foco en lo socio-emocional, tecnología e innovación en el aula, involucrar a las familias, cooperación y colaboración y aprendizaje fuera de la escuela. A mi juicio, uno de los aspectos que se relevaron es precisamente el de informar, dialogar y cooperar para que el retorno de las comunidades educativas sea un esfuerzo común y un compromiso institucional.

Los procesos educativos no son resorte de los docentes o de directivos, sino de la comunidad educativa. La pandemia nos enseñó el rol central que cumplen y deben cumplir los y las apoderadas. No es posible concebir la educación sin ese trabajo colaborativo, pero este no tiene relación con exigirle a las familias que realicen tal o cual tarea, sino incluirla en un proceso de trabajo colaborativo y cooperativo común en función de los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Esto cobra mayor importancia si le otorgamos valor al aprendizaje fuera de la escuela y cómo el propio rol de los y las estudiantes tiene relevancia en fortalecer su autonomía y su curiosidad en ambientes que sean colaborativos a su aprendizaje. No es posible mantener la cultura "laboral" de la escuela, en que los y las estudiantes salen de clases como terminando una jornada laboral y se vuelva un suplicio acercarse a cualquier ámbito que le recuerde a ella.

actores

La familia, docentes y estudiantes deben construir un proceso que cambie las lógicas que tradicionalmente se han desarrollado.

Fortalecer una cultura de comunidad educativa, participativa y colaborativa favorecerá procesos de enseñanza-aprendizaje y fortalecerá los lazos entre integrantes de la comunidad. La pandemia nos ha demostrado lo importante de generar sentidos de comunidad y en el ámbito educativo cobra más sentido. El desarrollo socioemocional no es una acción aislada de cada estudiante, es también fruto del esfuerzo de la comunidad por generar condiciones de desarrollo saludable y de bienestar a cada uno de sus integrantes.

El desafío de este nuevo año escolar y de este nuevo entorno educativo es dejar de mirarnos como grupos aislados al interior de las escuelas: docentes, familias, estudiantes, directivos, etc. Debemos reconocernos como una comunidad que tiene objetivos comunes, cada uno aporta desde su rol a ese objetivo. Dialogar, cooperar, compartir y desarrollar son claves para una comunidad educativa empoderada.

"Fortalecer una cultura de comunidad educativa, participativa y colaborativa favorecerá procesos de enseñanza-aprendizaje y fortalecerá los lazos entre integrantes de la comunidad. La pandemia nos ha demostrado lo importante de generar sentidos de comunidad y en el ámbito educativo cobra más sentido. El desarrollo socioemocional no es una acción aislada de cada estudiante, es también fruto del esfuerzo de la comunidad por generar condiciones de desarrollo saludable y de bienestar a cada uno de sus integrantes".

Juan Pablo Salinas,, secretario académico, en la USS.

Juan Pablo Salinas Cerda,, académico de Psicología,, Universidad Andrés Bello, Sede Concepción