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Exalumno de colegios chilotes habla desde Ucrania: "Si mi hijo no puede defender su tierra, entonces yo lo haré"

Marcelo Vargas afirma que permanece en algún lugar del invadido país junto a su esposa y su pequeño de tres años. Cuenta que la relación con Olena comenzó por redes sociales y que, una vez que la conoció en el país europeo, "no me dejaron volver". Sobre el devenir del conflicto comenta que los "diálogos no han ido por buen puerto".
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Julián Gesell Cárdenas

A más de 14 mil kilómetros, en un país en que ahora son 5 horas más, también hay un chileno estrechamente vinculado al Archipiélago que intenta sobrevivir en el país que reside, Ucrania, invadido desde hace ocho días por su gigantesco vecino, Rusia.

Es Marcelo Vargas Mansilla (32), quien dice que es complicado realizar videollamadas, lo que sí pudo hacer algunos días atrás con un canal televisivo nacional. "El espionaje tanto ruso como ucraniano está brígido", parte al momento de establecer la comunicación ayer desde algún punto de Ucrania.

Es que la situación es muy distinta a lo que es el sur de Chile y su infancia en Chiloé. Se halla en un país donde estableció familia y está dispuesto incluso a sumarse en combate de ser necesario.

El natural de Maullín, que es uno de los 33 chilenos que aún permanecería en territorio ucraniano, vivió prácticamente toda su infancia y adolescencia en la provincia insular, algo que no duda en decir, a lo contrario de su actual ubicación, la que debido a las restricciones no puede entregar, al igual que las fotografías, asevera: "Está prohibido hablar sobre las ciudades donde estamos".

Marcelo recuerda con cariño su Escuela Alla Kintuy de Quellón, lugar donde curso su enseñanza básica, y continúo la media en el Instituto del Mar Capitán Williams de Chonchi, centro educacional donde pudo adquirir habilidades en acuicultura, licenciándose el 2009.

"Bonitos recuerdos. Como dice el himno chilote, 'Chiloé es mi tierra querida con sus campos y flores sin fin'", señala con emoción por estos días.

Marcelo debió trasladarse al continente para continuar sus estudios superiores, sacando la carrera de Ingeniería en Acuicultura en el Instituto La Araucana de Puerto Montt, ejerciendo por más de cinco años en el rubro en la zona, hasta que conoció a Olena.

SU AMOR

"Me picó el bicho del amor", comparte, reconociendo que conoció a la ucraniana por redes sociales, a lo que no dudó mucho en marcharse del país a conocerla. "No lo pensé dos veces, y dejé todo. Y aquí estoy más de 4 años ya", menciona.

Con Olena, antes de migrar a Ucrania, mantuvo una relación por más de un año de manera virtual. "Y bueno, como ya sabía que quería viajar, tomarme unas vacaciones para verla o algo así, pero vine y no me dejaron volver", apunta entre risas.

A los tres meses de después de pisar suelo ucraniano y de verse cara a casa con ella en la capital, Kiev, deciden casarse. Al poco tiempo tienen al pequeño Timoteo de tres años.

La vida de Marcelo, de alguna forma, siempre ha estado conectada al mar. En la ciudad donde llegó a erradicarse existe una fábrica de proceso de pescado. "¿Y adivina de dónde vienen los salmones? De Chiloé", pregunta y responde. "Como vieron que era ingeniero en acuicultura y sabia el idioma, me dejaron a cargo de proceso ahumado", añade el chileno que hace unos días conversó con "CHV Noticias", espacio al que contó que reside en Pervomaisk, en el centro del país.

En tal fábrica ucraniana también procesan choritos, otro de los principales recursos de exportación del Archipiélago. Según la Asociación de Mitilicultores de Chile (AmiChile) solo a Rusia y Ucrania se exportan más de 17 mil y 5 mil toneladas, respectivamente, siendo el primer país el principal comprador. En Chiloé se producen tres cuartas partas de estos moluscos en Chile.

Marcelo compatibiliza como free lance en diseño de interior y exteriores realizando planos en 3D. "Me compre una computadora y estudié diseño gráfico por mi cuenta", consigna, sumando que para él todas las circunstancias de la vida tienen "un destino divino".

"Son unas de esas cosas que dices, bueno, el plan de Dios es perfecto; como yo soy cristiano evangélico, así que sé que Dios me ha guardado en todo lo que he hecho", reflexiona el joven con familia residiendo en Chiloé.

La guerra

Vargas enfatiza que hasta el momento están tranquilos en casa, que prefiere no hablar mucho del conflicto que tiene expectante al mundo, pero es enfático en resaltar: "Mi hijo es ucraniano, mi esposa es ucraniana. Y yo soy el escudo de mi familia. Si mi hijo no puede defender su tierra, entonces yo lo haré".

Así, su pronóstico no es muy favorable desde la zona de conflicto. "Y así como va la cosa, los diálogos no han ido por buen puerto. Putin pensó que en dos días tendría Kiev, pero ya va una semana, y nunca Putin, con el ego que tiene, va a aceptar una derrota".

Marcelo es bien crítico al momento de preguntarle si ha recibido apoyo del Gobierno de Chile, y es enfático en contestar que no ha recibido ayuda alguna, "de hecho, tengo muy mala apreciación de la embajada", enuncia sobre la misión diplomática nacional en un vecino país, pues no existe en Ucrania.

"Me han dejado votado dos veces ya en Polonia", detalla, por unos trámites por pasaporte antes de estallar la guerra. Ahora, "nos dijeron que teníamos que salir por nuestros propios medios. Dijeron que en Kiev había transporte, pero en Kiev está la pura crema", capital ucraniana distante a cuatro horas de su domicilio y, dadas las actuales condiciones, "es imposible".

Si bien, según sostiene, no tiene aún mayores problemas de abastecimiento o de servicios como luz y agua, y en su ciudad se mantienen conectadas las comunicaciones, en los crudos momentos que vive ese país europeo aún no sabe de sus amistades. "Yo tengo varios amigos que están en el frente y no sé si aún siguen con vida", suma.

"Aún no han podido los rusos con las ciudades regionales, así que nada, tranquilos por el momento", adiciona y lanza: "Así que nos quedamos acá".

Asimismo, Marcelo cuenta que tiene una hermana y muchos conocidos en Quellón, como a otros familiares repartidos en la Región de Los Lagos. "Siempre cuando me baja la nostalgia de Chile me pongo a ver mi telenovela favorita, 'La fiera', cierra mientras permanece en un país en constantes restricciones, entre ellas apagar todas las luces antes de las seis de la tarde y así afrontar cada día un conflicto que tiene a gran parte del mundo pendiente de su resultado.

"Nos dijeron que teníamos que salir por nuestros propios medios. Dijeron que en Kiev había transporte".

Marcelo Cárdenas.

AP Photo/Dmytro Kumaka
AP Photo/Dmytro Kumaka
ataque ayer en la ciudad de Chernígov ?? o Chernígiv
captura
captura
marcelo en una foto de archivo con olena.
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