Buzo muere de asfixia por descompresión en faenas al sur de Quellón
La víctima, como toda la dotación de la lancha, no tenía matrícula. Además, la nave no mantenía zarpe vigente. Peritos analizan el equipo usado por el joven.
A la espera de peritajes a los equipos empleados por la víctima, como de los informes tanatológicos y policiales finales, se encuentra el Ministerio Público de Quellón para esclarecer por completo la dinámica del fatal siniestro que sufrió un buzo en las últimas horas, cuando realizaba faenas de extracción de la luga en el área de las islas Guapiquilán.
Como Luis Damián Marilaf Cortés (31) fue identificado el hombre de mar fallecido, mientras trabajaba con sus compañeros de la lancha a motor Texia II, en esta zona emplazada a unos 90 kilómetros al suroeste de la ciudad porteña.
Como enfatizó el capitán de puerto local, Ricardo Henríquez, el propio armador de la nave notificó el mortal incidente.
"Indicó que estaban a unos 12 metros de profundidad los dos buzos que se lanzaron al agua. Uno salió dando cuenta que no había hallado el recurso, mientras que el otro siguió bajo el mar; así lo que lo llamaron dando tirones a la manguera de oxígeno, sin responder. Por ello, bajó su compañero y lo encontró sumergido sin signos vitales", aclaró el oficial.
Después de rescatarlo y subirlo a la lancha, los tripulantes se trasladaron hasta la posta de la caleta Inío, donde se confirmó que el joven se encontraba muerto.
Peritaje
Los antecedentes fueron remitidos al Ministerio Público que instruyó pericias en el lugar. La unidad tipo arcángel de la autoridad marítima zarpó con apoyo de detectives de la Avanzada de la Policía de Investigaciones, para llevar a cabo las pericias preliminares del caso.
Tal como consignó el comisario Jaime Tobar, el despliegue policial en Inío incluyó "el examen externo policial del cadáver logrando determinar características compatibles con una muerte de asfixia por descompresión, comúnmente denominada mal de presión".
Asimismo, el oficial describió que según la evidencia recogida en la nave y con los empadronamientos a los tripulantes y al otro buzo, "se descartó la participación de terceras personas en el deceso de la víctima".
El cuerpo fue remitido al Servicio Médico Legal (SML) de Castro, donde se realizó la autopsia de rigor, la cual confirmó la causa de muerte advertida por los detectives.
Más allá de estos antecedentes, las pericias continúan para conocer las circunstancias que rodearon el fallecimiento de Marilaf Cortés.
Uno de los elementos que se está analizando, dentro de la investigación marítima, es que las labores de la tripulación no contaban con las autorizaciones respectivas.
Así lo especificó el capitán Henríquez, explicando que la embarcación "no contaba con zarpe vigente y la dotación tampoco tenía sus matrículas respectivas". Es más, la víctima fatal "no tenía la certificación como buzo mariscador básico".
Igualmente, el uniformado aseveró que se instruyó la incautación del equipamiento empleado por los hombres de mar. "Los equipos fueron periciados por buzos especialistas de la Gobernación Marítima de Castro, para establecer si tenían las características apropiadas para ejercer estas actividades", aclaró.
En tanto, el cuerpo del buzo fue entregado a sus familiares y esta jornada será sepultado en el Cementerio Municipal de Quellón.
1995: año de construcción de la lancha en que trabajaba la víctima fatal.
11 horas de hoy sale el cortejo fúnebre de la sede Destilatorio hasta el cementerio.